Manuel García Estrada /Para Milenio/
En medio del desastre es más difícil saber qué camino tomar o qué idea seguir, el asunto se hace simple cuando aplicamos el sentido común multidimensional, es decir, cuando sin cerrar los ojos podemos aceptar la realidad para no sólo denunciarla o condenarla sino para transformarla en movimiento hacia el bien.
¿Qué es el bien y el mal? Simple, el mal daña, el bien sana, el mal miente, el bien busca la verdad, el mal genera odio, el bien propicia la paz.
No hay que darle muchas vueltas al asunto porque no es como los manipuladores conservadores dicen a través de la repetición de sus preceptos insulsos religiosos de que hay que inculcar valores porque en su lenguaje eso significa que debemos llevar a los jóvenes y a los niños a los templos a recibir lecciones de hipocresía y doble moral. Los mediocres conservadores buscarán siempre empoderarse a costa del resto, su iglesia “eterna” eternamente esclaviza a los individuos y por ello su pelea contra las ideas que sacan al dios dinero de los altares y que han disfrazado de “bueno”.
Debemos dar opciones a la gente para ser feliz y eso significa dejar de apoyar la cultura de la muerte que es la violencia, la policía, el ejército, la guerra. ¿Cómo alcanzar la paz a través de las botas y las tanquetas? Es absurdo. Necesitamos más educación, trabajo bien remunerado, actividades culturales y constructivas en parques, más juegos en los parques públicos para los niños, festivales, conciertos, todo aquello que nos brinde alegría y una mente creativa, estimulada a generar ideas positivas.
Es absurdo hablar de paz y libertad a través de una iglesia cristiana que en 2 mil años no ha logrado brindarle eso al mundo sino que por el contrario ha sido benevolente con la esclavitud, la muerte, la tortura, la violación y el culto a la sangre como ritualidad genuinamente oscura.
Despertar a la conciencia no es sólo denunciar o quejarse, es hacer el bien porque a medida que nos preocupemos por el mal éste crece, mejor ocupémonos del bien sin dejar de exigir justicia y para muestra un botón: el viernes pasado en El Ángel en DF hubo una protesta por lo acontecido en Monterrey y seguramente estarás leyendo mucho sobre ello pero yo quiero contrastarlo con un evento al que asistí el domingo también en Ciudad de México. Antier se festejó a tres jóvenes actores que con muchas dificultades lograron poner en escena una obra que cuestiona la disfuncionalidad de los hogares. El brindis fue para animarlos, para recordarles que siempre habrá alguien que creerá en el arte como salida a todo este infierno; a este evento asistieron sus familias y amigos. Estos muchachos jóvenes son talentosos y no se dedican a creer en la muerte ni en la guerra, creen en la paz y nos ayudan a todos a construirla.
Este domingo pasado reflexioné mucho sobre lo que estamos haciendo por la humanidad, por los niños, y cuando quien me acompañó al Ángel a exigir justicia y que auspició el brindis mencionado me preguntó sobre qué hacer por un mundo pacífico, le dije: ir a gritar a la manifestación fue bueno, pero patrocinar un festejo al talento es mil veces superior.
Esta semana actúa por la paz, no sólo exijas su presencia, querer es poder y yo creo que si todos lo deseamos lo lograremos, debemos apoyar a los que están haciendo de este mundo un lugar mejor para todos y claro, las manifestaciones pacíficas ayudan porque son un ejercicio de la democracia y no son, para nada, violencia. Violencia son la ignorancia, la ineptitud y la negligencia.
La responsabilidad del gobierno es algo muy delicado que no podemos dejar en manos de los que se creen los “políticos” del país, en una democracia, como diría Fernando Savater, todos somos políticos.
"¿Qué es el bien y el mal? Simple, el mal daña, el bien sana, el mal miente, el bien busca la verdad, el mal genera odio, el bien propicia la paz."
ResponderEliminarmanolito, manolito: ¡iluminanos con tu filosofía! ¿quién será más seso, tú o el manolito de mafalda?
che Fray Escoba: no seas mediocre