Aristegui ya no vive en el país de la nada.

(El presente artículo se realizó 24 horas antes de que Aristegui diera su ya famosa rueda de prensa en Casa Lamm, no se realizan modificaciones debido a que no cambia en nada lo sustancial del mensaje, exclusivamente se adicionó una nota en el punto tercero).

Hay un enorme escándalo por la salida de Carmen Aristegui que según dice MVS se debió a que Carmen ha violado un código de ética al no leer un texto que los Vargas escribieron para que Felipe Calderón excuse a la periodista con todo y multimedios. Hay que dejar en claro que no existe código ético, norma o regla empresarial que se imponga por encima de la Constitución y el hecho de usar ondas/frecuencias propiedad del Estado no les permite ser utilizadas para propiciar el totalitarismo, practicar el veto o la censura porque deben ser usadas para promover la democracia y sus valores.

Primero: la familia Vargas (propietaria de MVS) siempre ha sido un clan de acomodados sujetos que gustan del reconocimiento social y el status, su máximo ejemplo es Gabriela, la pseudo escritora que le dice a la gente cómo vestir o cómo ser. Se ha llenado de dinero diciéndoles a las personas que no sean libres, que se preocupen por el qué dirán. Ello es un arma fabulosa para la derecha ya que con eso la gente se preocupa por la imagen, por lo banal y no por el pensamiento, notorio es, incluso, como la señora Vargas llena auditorios de gente similar a ella: acartonada, de sonrisa falsa, asegún nice pero en realidad reprimida y sumida en la vergüenza de lo propio disfrazado de maquillaje y lo que “debe de ser” para convivir “como se debe”.

La familia Vargas no está para servir a México en la comunicación, ellos están para enriquecerse a costa de lo que sea con nuestras ondas porque hay que recordar que ellos no son propietarios de frecuencia alguna, sin concesionarios. Por ello se han acomodado desde siempre al gobierno. Son una familia lamebotas que no se mezcla con los indígenas o lo gay, con los ateos o con los manifestantes, ellos son parte del monstruo de mil tentáculos de corrupción y decadencia de México y les vale un cacahuate si el que gobierna es el PRI, el PAN o el PRD, ellos venderán su alma por dinero.

Segundo: Felipe Calderón al ser cuestionado abiertamente sobre si es un alcohólico o no ha dejado en claro que lo es. Si no fuera verdad que fuera dependiente del alcohol ¿por qué el malestar o la incomodidad por el cuestionamiento de Aristegui? Sencillamente un político decente e inteligente hubiera hecho lo que en este país no se piensa: darle una entrevista exclusiva a Carmen libremente. Calderón ni en sueños lo haría porque sabe que su ilegitimidad no sólo se debe a lo ocurrido en 2006 sino a que cada día al hacer un trabajo que atenta contra los derechos de los mexicanos les traiciona y ello le sigue quitando legimitidad.

Si Calderón fuera un estadista serio y con clase, inteligente y valiente enfrentaría a cualquier periodista pero tener en sus espaldas a más de 30 mil muertos, a los nenes de la ABC, la inflación, el desempleo, el feudalismo estatal abundante, los desvíos de recursos públicos para sus amigos y la elevada corrupción empresarial sea con lo privado, lo público y el narco le condena a ser apenas una sombra en la oscuridad de este gobierno fallido que además nos evidencia que él efectivamente no es más que un muñeco de trapo que todos usan.

Tercero: ¿Y por qué Aristegui está tan callada? Seguramente debe tener una presión enorme desde que el escándalo salió a la luz pública, no es cualquier cosa lo que está en juego, seguramente hasta su vida ya ha sido amenazada que si  no ha sido por cercanos a la presidencia si podría darse por la bola de fanáticos locos que aunque son minoría son derechistas estúpidos, ardidos, violentos e ignorantes.
En estos días hemos podido ver como los vendidos al régimen y los alquilados por el mismo han desatado una campaña de odio contra Carmen pero no han podido dañarla debido a que la opinión pública ha cerrado filas con tan brillante periodista.

Cuarto: En este momento se evidencian frente a nosotros la parvada de pájaras imbéciles del país, la bola de lobos y perros que del averno salen para defender lo indefendible: el veto y el fin del contrato de Aristegui. Salen porque les molesta la libertad, el cuestionamiento, la reflexión, el análisis. Quisieran un México de agachones que recen y bajen las braguetas de los cardenales para seguir haciendo negocios turbios y sucios. No es coincidencia que los máximos exponentes de la defensa a ultranza de este régimen que está podrido sean de apellidos cercanos o propietarios de millones de pesos o carguitos menores pero determinantes para salir de sus miserables existencias.

Mientras el escándalo está al rojo vivo lo que permanece despertando es la conciencia de este pueblo legendario, adolorido, abandonado por su gobierno y traicionado por sus partidos políticos. Nace en un jardín donde lo único que hay es la esperanza de que llueva y que sea pronto.

Desde aquí mi solidaridad, respeto y admiración para la genial periodista Carmen Aristegui.