lunes, 2 de mayo de 2011

Estamos hartos y somos hartos


Manuel García Estrada
Los Posmodernos para Milenio diario Estado de México
@ManuelGarciaES en Twitter

¿Por qué hemos dejado que nos hayan brindado una cultura de que los mexicanos valemos menos? ¿Por qué la autoestima social de nuestro país ha sido tan pisoteada? ¿Cuándo fue que dejamos de creer en nosotros?

Estoy convencido de que ha habido en definitiva un punto de coincidencia entre la iglesia católica, muchos políticos y empresarios al impulsar que los mexicanos sean humillados todos los días a través de los medios convencionales, la publicidad y la cultura que se oferta en escuelas, templos y el vox populi de las clases altas.

A lo largo de más de dos años he recorrido docenas de comunidades del país formando bibliotecas o llevando música y cuando he hablado con la gente siempre llevo el mensaje de la misión de la organización que presido, la Asociación de Creadores, y le digo a los oyentes que todos somos iguales y valemos lo mismo. Ha sido impresionante como ha habido gente que se me acerca al final de las reuniones y me dice “gracias por decir que somos iguales”. ¿Pero qué demonios está pasando en este país? ¿Qué demonios ha venido ocurriendo que mucha gente se siente menos e inmerecedora de derechos?

Hace poco al ir a una panadería y vi que en el mostrador había unos volantitos con una oración a san Judas y comprendí muchas cosas del problema de autoestima nacional, el papelito ese decía: “perdónanos a nosotros que somos unos miserables y no merecemos nada”, ay cabrón ¿cómo que son unos miserables que nada merecen los que le rezan a “san Juditas”? Para los que estudian el poder de la palabra entienden que ese “decreto” daña en serio a la psique humana pero además si a eso le aunamos que en la iglesia desde que llegan los nenes al bautizo recién nacidos les quitan el pecado original y de ahí para los años que quieras repiten frases llenas de “por mi culpa, por mi grande culpa” la cosa se pone grave; máxime cuando a las mujeres no se les trata como iguales o a los homosexuales se les acusa de pecadores.

México padeciendo al catolicismo debe sufrir el racismo que se nota cuando los que se creen blancos, ricos y “bien” llaman “indio”, “naco” al que consideran inferior y que si protesta más naco será. Lo correcto para los wannabes extranjeros es que la gente morena se agache, al final salen de criados en las telenovelas ¿no es cierto? Incluso la publicidad reafirma el asunto, si una nena de 15 años de color moreno, gordita y ojos negros ve la tv lo que le dicen es que es fea. ¿Cómo es posible que permitamos que a nuestros niños y jóvenes les digan que la belleza tiene raza? Además la mayoría de los mexicanos no son altos, rubios, ojiverdes ¿Quién demonios se beneficia de hacerle creer al pueblo de México que no vale nada, que es horrible y que olvide su dignidad?

Esas ideas viejas que de nada sirven más que para que los poderosos se mantengan en el poder y debemos cambiarlas y largar a esos que se creen dueños de México porque las instituciones, los gobiernos, todo son ideas y podemos modificarlas. Nada es eterno y nada ha sido hecho por dioses sino por un puñado de humanos muy vivos a los cuales les ha llegado su final.

Este domingo 8 de mayo veremos como México despertó. El titán está vivo porque millones ya sabemos que valemos mucho, que somos talentosos, inteligentes, capaces, porque millones decimos como Javier Sicilia, tenía que ser un poeta, “estamos hasta la madre”. Es que ya estamos hartos de la mediocridad y la corrupción así que prepara tus pies y tu mente porque en todas las calles de todas las ciudades saldremos a ver como no estamos solos, nos tenemos los unos a los otros, somos hartos. 

¡Viva la poesía, viva el  Javier Sicilia!





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