lunes, 1 de noviembre de 2010

Yo, un íncubo. (Milenio)

Manuel García Estrada

Mientras la sangre inunda al país como consecuencia de una política inhumana y degradante de los valores cívicos, mientras la mentira se instala en la silla más poderosa para determinar quien es bueno y malo como juez ruin y mezquino, mientras la paz de nuestas almas se la comen en los púlpitos bañados en agua nada bendita proclamando al evangelio para manipular y esclavizar a los mexicanos, el desacato a la ignorancia viene de los demonios otra vez.


Demonio tiene su origen en el griego y significa conocimiento, así pues se entiende que en la Edad Media se asesinaba a los endemoniados porque al tener saber ejercían el poder al menos de manera rebelde. Con ello las instituciones se ponían en tela de juicio y las almas sometidas se liberaban de tiranos vestidos de morado o con apellidos de “nobleza” que a la mala se habían instalado como patrones por la fuerza, el asesinato o el genocidio.

¡Leña verde para el que está endemoniado! Y ese grito permanece vigente por parte de los señores que se creen amos del mundo, del país, de los estados, de los municipios, de los barrios. No les conviene que la gente sepa y mucho menos piense porque el que piensa y reflexiona sabe que todos somos iguales y valemos lo mismo, que los modos absurdos y estúpidos de las formas protocolarias del Congreso, el trato a funcionarios sean del gobierno o clero son genuinos mecanismos de ritual para empoderar al que va al baño, tiene relaciones sexuales, ronca o le duelen las muelas como a cualquier pelagatos. Si la gente piensa entonces ¿cómo hacerles creer mentiras y hacerles padecer miedo?

El miedo proviene de la ignorancia y con ello se manipula a las personas. La iglesia atenta en el desconocimiento de las masas en lo más íntimo de la gente: la sexualidad. Si le haces ver que lo que tiene en el cuerpo es pecado y hace pecados con eso el terror llena a las mentes y les convierte en sujetos más bien borregos. Ovejas de pastores que determinan qué hacer con la manada, como trasquilarla o como convertirla en holocausto para hacer barbacoa.

Quien lee y piensa, quien debate y dialoga, quien dice la verdad y la echa en cara al poderoso es un endemoniado y querrán quemarlo pero en esta época de multi medios y de ciudadanos con determinación los regímenes basados en la propagación de la ignorancia caen al suelo de manera cotidiana y frente a nuestros ojos.

Los demonios forman asegún de las narraciones medievales forma de hombre (íncubo) o de mujer (súcubo) y seducen a las víctimas sexuales-intelectualees para concebir seres superiores capaces de transmitir el mensaje de los avatares de la humanidad. Éstos son tiempos de demonios padres como hijos, son tiempos de encuentros de todos los conocimientos o pandemonium y con ello se devela ante nosotros una nueva Era, una nueva etapa de nuestra sociedad mundial, nacional, urbana o de barrio. Todo está cambiando y es inevitable la transformación, por ello el régimen se agarra hasta con las uñas para no irse, aplica violencia, llama anti patriotas a los patriotas, convoca a juicios bajos contra los libertos y echa andar una maquinaria que le rescate cuando ya no hay nada que salvar.

Si de pronto querido lector sientes angustia, temor, ansiedad, miedo es que estás ya en la sintonía del final de un régimen que se llevará no sólo a la política al suelo sino a la religión, la cultura hegemónica, la economía. Cuando un régimen se va es como el río que arrastra todo para limpiar a su paso todo aquello que necesita ser renovado. Para quitarte el pánico recomiendo leer y debatir, a medida que más lo hagas más valiente te sentirás porque la grandiosidad de los autores es que son capaces de dar fuerzas a aquel que cree que tiene todo perdido.

Manuel Garcia Estrada está en facebook. @ManuelGarciaEst en Twitter
Artículos de Manuel en Milenio en: www.manuelgarciaestradabloggoficial.com

Un buen vídeo: http://www.youtube.com/watch?v=Ljgk7dT-u-U

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