Manuel García Estrada
No son tiempos de andar negociando los logros de la República, mucho menos cuando hoy estamos con los ojos abiertos sabiendo que es la iglesia católica la madre de tantos males en el mundo. Hoy la falsedad y mentira se caen y por eso los conservadores se están radicalizando queriendo que todos estemos sometidos a sus ideas podridas y viejas, tontas y manipuladoras.
Hace unas semanas la Cámara Baja decidió someter a negociación al Estado laico, como si el país y su historia fueran de ellos, como si debiéramos estar bajo los designios de los pedófilos sacerdotes católicos que amasan fortunas mientras la pobreza arrasa pueblos enteros a los cuales se les impuso la cruz a través de violaciones masivas a las mujeres y el asesinato de hombres que no tienen porqué creer en un dios blanco que se la pasa llenando de terror a las mentes y los corazones porque ¿Cómo creer en un sujeto que supuestamente habla de amor a través de personas que llaman pecadores a los homosexuales, a las lesbianas, madres solteras, que confabulan con los gobiernos para saquear a las naciones mientras violan niños? Es imposible, cualquier ser humano capaz de pensar se da cuenta de que justamente lo que la iglesia ha hecho es imponer un cuento que sirve para dominar y someter.
Los diputados nos avergonzaron cuando determinaron negociar nuestro Estado laico, Estado en el que cabemos todos: gay y no gay, ateos, católicos, budistas, sufíes, anglicanos, unidimensionales, novaerenses, evangélicos, negros, blancos, morenos, mestizos. Nos avergonzaron y traicionaron porque saben perfectamente que al darle más espacio al clero católico lo que hacen es llamar a la represión cultural, artística, científica, de pensamiento, sexual. No es posible creer que tienen buena voluntad cuando las más de las veces legislan para beneficiar a sus partidos y a sus jefes económicos y políticos.
Debemos hacer todo lo posible por detener la enorme traición a Juárez y a la lucha de millones de mexicanos que han perdido la vida desde que el Vaticano arribó con sus tácticas terroristas y fascistas nada más para que se permita que el clero use como botín político a la gente para favorecer a ciertos políticos ignorantes, sumisos y mediocres que prefieren besar el anillo de un anciano que huele a alcanfor y que llama a la involución de la Humanidad rechazando la posibilidad de ser libres de verdad.
Nosotros los homosexuales, lesbianas, bisexuales, trans y heterosexuales despiertos tenemos que actuar ya y asistir a las sesiones del Senado, enviar cartas a los senadores, presidentes municipales, regidores, diputados, secretarios y jueces rechazando que se empodere al clero que no paga impuestos y que envía a Roma miles de millones de dólares para hacer que los príncipes de la Iglesia se mantengan viviendo en palacios cubiertos de oro y comiendo con cubiertos de plata mientras 2,6 millones de niños mexicanos no van a la escuela y medio comen o mientras 60 millones de mexicanos apenas si tienen para las tortillas.
A nosotros los LGTBI no nos engaña la iglesia, ellos han llevado a la hoguera y al ostracismo a millones de nosotros, ellos censuraron a Sor Juana y censuraron a Monsiváis, ellos son los que bendijeron las armas de los cristeros para matar mexicanos que creían en el Estado laico. Esa iglesia que se quiere ver santa no es más que una pifia que esclaviza a muchas personas llenándolas de culpas y miedos, esa no es vida. Nosotros lo sabemos porque para poder escribir palabras como éstas o leerlas hemos decidido enfrentar tabúes, dogmas y textos bíblicos que nos condenan a la nada. Esa nada es la que les debemos dar en las negociaciones de nuestra laicidad mexicana, esa nada es la que les debemos de dar en la boleta electoral porque tenemos que pararlos en seco ya.
Necesitamos que el Congreso y la presidencia queden en manos de gente decente y pensante, de gente que crea en la libertad y en la diversidad porque si volvemos a permitir que gobiernen los conservadores lo que viene para todos es la desolación, el dolor, la censura, el veto, la persecución. Ya tenemos bastante con la homofobia que combatimos día a día como para recibir del gobierno más odio.
Los homosexuales estamos hasta la madre y debemos defender nuestros derechos a existir y ser aunque no le guste al Papa, al presidente o a la Suprema Corte. Nuestra laicidad no está a discusión porque es una garantía de libre existencia y coexistencia. No permitas que México vaya hacia atrás, no es suficiente que te quejes, tenemos todos que actuar y por ello habla con toda la gente que puedas, organiza a tus amigos despiertos y a tus vecinos y familiares que también están hartos de toda la injusticia, generemos calles, barrios, colonias, ciudades y pueblos libres, sin miedo, con valor, como lo han hecho Villaurrutia, Cuesta, Carballido, Frida, como lo hacen Chabela Vargas y Horacio Franco, es 2012 chicos, ya es hora.
Mi Twitter: @ManuelGarciaES
Todos tenemos libertad de culto y de creencia en eso concuerdo ampliamente contigo, en lo que discrepo y disculpa que diga esto, no creo que los homosexuales sean "pecadores", solo digo que eso no es para nada normal. Dos personas se juntan para procrear, así es la naturaleza de los humanos, si no fuera el caso, seriamos asexuales y tendríamos hijos sin necesidad de pareja. Aunque para rematar cabría el comentario: "que hagan de su vida un papalote"
ResponderEliminarSaludos
El sexo es algo que todos estamos haciendo todo el tiempo y lo de procrear es otra cosa, de hecho no se necesita tener sexo para procrear, conozco a muchas mujeres que se han inseminado artificialmente. Pero para los humanos el sexo se practica por placer, por salud y claro que tambien para procrear, siempre y cuando se tengan los órganos necesarios, es decir se necesita ser mujer. Saludos.
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