Manuel García Estrada
Esta mañana la liebre se levantó animada, el inviernos está yéndose para dejar a las praderas y bosques con muchos verdes y hartas flores. Todo se ve bien, pensó la liebre, así que con sonrisa amplia mostrando esos enormes dientes fue a ver al búho que informa todo lo que acontece. Al llegar vio al ave nerviosa, preocupada, incluso un poco enojada.
¿Qué te pasa? Preguntó la liebre al búho. Lo que pasa es increíble, respondió, es que han tomado el poder de la República Animal las víboras de cascabel y pretenden hacer que todos creamos que lo único valioso en nuestra vida es tener la capacidad de arrastre, de morder con veneno y agitar la cola para hacer ruido, tú y yo seremos declarados ilegales.
Eso no puede ser, dijo la liebre, es imposible que todos podamos vivir en este lugar siendo como las víboras, lo bonito de aquí es que existimos toda clase de seres y con ello hemos logrado hacer una República llena de vida y de muchas ideas, veamos al Senado, ellos nos defenderán de esta ignominia que traiciona nuestra historia y a nuestra identidad animal. El búho cabizbajo le respondió: eso será muy difícil liebre, las víboras han comprado a los senadores. Ellos ya no nos representan.
¿Qué hay por hacer? Preguntó la liebre. Sólo tenemos dos opciones, hacer el mayor escándalo nunca escuchado en el bosque protestando o colocarnos un grillete de esclavos. La decisión es absolutamente nuestra.
@ManuelGarciaES en Twitter
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