viernes, 19 de agosto de 2011

Visiones varias: Ratzinger en Madrid


Con profundo agradecimiento a l@s religios@s que me enviaron esta compilación:


Los viajes del papa y los viajes de Jesús

José Mª Castillo, 08-Agosto-2011

Sin duda, mucha gente pensará que es un despropósito relacionar los viajes del Papa con los viajes de Jesús. Veinte siglos separan unos viajes de otros. Y casi todas las circunstancias, que rodearon y rodean una cosa y otra son tan distintas, que relacionar aquello  con esto no puede tener otra finalidad que terminar diciendo que aquellos viajes no tienen nada que ver con éstos.  Con lo que, a fin de cuentas y si todo esto es así, lo que aquí se pretendería sería sencillamente desprestigiar al Papa.
Por supuesto, a quien piense como acabo de indicar no le faltan razones para hacerlo. Pero también digo que, si el solo título de este artículo pone nerviosas a algunas personas, quizá se pueda pensar razonablemente que, al menos de entrada, nadie tendría por qué tener prevenciones de que, a propósito del viaje del Papa, se diga algo de cómo, por qué, para qué y con quién viajaba Jesús. ¿No decimos que el Papa es el Vicario de Cristo en la tierra? El Diccionario de la RAE dice que Vicario es el “que tiene las veces, poder y facultades de otro o le representa”. Pues –digo yo–-, si el Papa representa a Jesús, salvando todas las diferencias, algo tendrán que ver estos viajes con aquellos.
Y así es. Jesús viajaba para hablar de Dios. Y para eso viene el Papa a Madrid. Jesús viajaba para buscar a los alejados de Dios. Y para eso se ha organizado la Jornada Mundial de la Juventud, ya que hay razones para pensar que los jóvenes son uno de los sectores de la población más alejados de la fe en Dios. Jesús viajaba para consolar a los que sufren. Y no cabe duda que la visita del Papa servirá de consuelo a no pocas personas atribuladas. Todo esto es cierto. Pero también es verdad que Jesús viajaba de forma que las “multitudes”, que acudían a él para escucharle, eran gentes que los evangelios designan normalmente mediante la palabra griega “óchlos”, que aparece 170 veces en los evangelios. Y que designa, no sólo una cantidad grande de gente, sino además gente ignorante, de condición social humilde y que era considerada por los piadosos como “gente que desconocía la ley religiosa y estaba maldita”, según decían los más observantes religiosos (Jn 7, 49). Si los autores de los evangelios disponían de otras palabras griegas (“démos”, “láos”, “éthnos”…) para designar al pueblo que acudía a Jesús, ¿por qué normalmente utilizan la palabra más despectiva que tenían a mano? ¿Qué atractivo extraño tenía aquel itinerante incansable que fue Jesús?
Al hacerme estas preguntas, no pretendo cuestionar ni el costo económico que va a tener el viaje del Papa, ni lo que pretenden quienes han organizado este viaje, ni lo que buscan los que van a viajar hasta Madrid para escucharlo. Yo me pregunto algo que es mucho más grave, más apremiante, más fuerte: estando como están las cosas en los países del cuerno de África, donde cientos de miles de criaturas se mueren de hambre y de escasez, y en vista de que los países más poderosos del mundo no le ponen remedio a esa situación tan angustiosa, ¿por que el Papa no se va, de momento al menos, a Somalia y Kenia,  y se queda allí, en los campos de refugiados, hasta que no se le ponga un remedio eficaz a esta situación de tantos seres inocentes que se debaten entre la vida y la muerte? Si hay fundadas esperanzas de que un gesto así del Papa fuera un zarandeo a la conciencias de tantos multimillonarios que podrían aliviar el presente estado de cosas, ¿por qué no lo hace el Papa? ¿No es más necesario, más importante, más humano, más evangélico, en este dramático momento, irse con los pobres moribundos que entrar triunfante en el apoteósico recibimiento que se le va a hacer en Madrid?
Y conste que me voy a poner el parche antes de que me salga el grano. Porque son muchos los que van a decir que todo esto es demagogia barata, utopía inútil, etc, etc. Pero aun a riesgo de que se me eche en cara todo eso, y mucho más, no voy a dejar de decir lo que siento, ante una necesidad tan patente y que tanto clama al cielo. Es más, si lo digo, no es para atacar a la Iglesia o al Papa. Todo lo contrario. Lo digo porque tengo la convicción firme de la fuerza que tienen la Iglesia y el Papa para mover corazones y conciencias cuando está en juego la vida o la muerte de tantos seres débiles, los más indefensos y desamparados.
Por supuesto, que el Papa se reúna con los jóvenes y les remueva las conciencias, les indique el camino del Evangelio y les descubra horizontes de humanidad. Pero, por favor, lo primero es lo primero. Y, sin duda alguna, lo más urgente, en este momento, es salvar la vida de tantas personas que son los “nadies” de este mundo. Y termino afirmando que esto no es sólo para el Papa y los obispos. Es para todos. Para mí el primero. Para que todos tengamos el coraje de afrontar una situación que no admite espera.

Canonizando el dinero

Maite García Romero, 07-Agosto-2011

La Jornada Mundial de la Juventud ya está en marcha. Hoy se reúnen, junto al P. Nicolás, frente a la Basílica de Loyola, unos 3.000 jóvenes de todo el mundo, convocados por el proyecto MAGIS, en el que confluyen, junto a los jesuitas, otras trece congregaciones religiosas femeninas no integristas y varios movimientos como el CVX, que participa en Redes Cristianas. La semana próxima se dividirán en 100 grupos distintos para vivir experiencias de base en España y Portugal. Y el martes 16 se unirán en Madrid a los actos de la JMJ. Creo que muchos de los participantes, sin embargo, estarán de acuerdo con esta visión de Maite que hoy publicamos. Y tal vez se sentirían mejor con los del 15M, que se han unido –como Redes– a la protesta organizada por España Laica. Pero hay que respetarlos y no meter en el mismo paquete a todos los asistentes. AD.

CANONIZANDO EL DINERO

En tiempos anteriores a la Ilustración donde el analfabetismo y la superstición eran la norma general, predominaba la idea de que sin la creencia en un dios vengador de las faltas y remunerador de la virtud, nada podía detener al hombre en el camino de la perversidad. La rectitud del hombre o la mujer era considerada ilusoria sin la religión; sólo la revelación y la fe en un dios justiciero estaban en condiciones de asegurar eficazmente la moralidad. Actualmente el compromiso moral ya no es decretado desde  la cúpula vaticana sino desde el mismo suelo profano de la vida humano-social, hoy la persona accede a su dignidad y rectitud sin el aval de un premio celestial ni la amenaza a un castigo del infierno. Pese a esta realidad observamos como la mayoría de los dirigentes eclesiásticos siguen aferrados ciegamente al axioma de la cultura judeo-cristiana, y así el cardenal Rouco Varela, con esa actitud de erudito en preceptos divinos, el día 16 del pasado mes de junio llama a los sacerdotes a responder a la necesidad de Dios que tienen los jóvenes, como los protagonistas del 15-M que están sufriendo las consecuencias del alejamiento de Europa de sus raíces cristianas y advierte que este alejamiento de Dios “impacta sobre todo en los jóvenes, como estamos viendo estos días con el fenómeno del 15-M de la Puerta del Sol: “jóvenes que no conocen a Dios, no conocen a Cristo (…), la imagen amable y cercana de Dios, de un Dios que va a tu encuentro y te coge la mano para salvarte”. Aciprensa
Yo le pediría a Monseñor Rouco Varela que abandone por unos momentos ese trono ilusorio en el que está asentado y que salga a la calle y observe, que mire a su alrededor… ¿Qué le hace pensar que esos jóvenes no conocen a Dios? ¿Acaso él lo conoce? ¿Acaso él sabe quién es Dios? Santo Tomás de Aquino ya dijo en su día: “Como es imposible saber la naturaleza de Dios, es imposible hablar de Dios”, por lo cual, monseñor, intente abandonar esa postura  envanecida y preponderante, opuesta a un vicario de Cristo, y acérquese a esos jóvenes indignados del 15-M que luchan por lograr un mundo más justo y más igualitario para todos. Escúchelos, charle con ellos, entérese de cuáles son sus problemas, medidas, derechos o reivindicaciones, y después opine.
La parálisis clerical que padece la Jerarquía católica que sigue anclada en lo estático de la tradición, incapaz de discernir la finalidad de Cristo, parece ignorar que la fe es algo vital, accesible y conciliada con los signos de los tiempos y que ser cristiano no depende de la sumisión a dogmas, leyes, potestad humana ni al alejamiento de las “raíces cristianas” de Europa, como ha dicho Rouco Varela. Y quizás por esa incapacidad de discernimiento es por lo que no han dudado los responsables de la JMJ publicar en la web la siguiente circular: “Las postulantes, las novicias y las profesas, para poder participar, tendrán que llevar su respectivo hábito”. Que se les prohíba a las monjas que vayan vestida de calle el acceso al encuentro que las jóvenes hermanas van a mantener con Benedicto XVI, cuando hace más de 40 años que la reforma conciliar les permitió quitarse el hábito con todas las bendiciones eclesiales es, cuando menos, inadmisible. ¿Habrá cosas más necesarias por las que preocuparse? Intolerancias como ésta no hacen más que seguir aislando a la Iglesia del mundo actual y provocando todo tipo de rechazo en la sociedad. Espero, que de la misma manera que se les exige a las monjas vestir hábito en esta ocasión, se les exija a los sacerdotes, frailes  y novicios, la sotana, el hábito o el clergyman.
Unas Jornadas Mundial de la Juventud, con visita Papal exclusivamente de carácter pastoral, con medios sencillos, sin despilfarro de dinero, sin exhibición de grandeza y no vinculada al poder, sería el procedimiento apropiado para el fin que se pretende. Pero cuando vemos que el Arzobispado de Madrid trabaja con un presupuesto de más de 50 millones de euros sufragado en parte por las empresas más importantes de España. Que a su vez estos mecenas han visto la oportunidad de negocio que supone este acontecimiento, máxime cuando el Gobierno ha declarado la JMJ “evento de interés especial” lo cual supone exenciones fiscales a las empresas de hasta el 80% de lo invertido. Que los peregrinos inscritos además del pago que hacen de la inscripción, tienen que añadir un donativo de 10 euros como aportación voluntaria al Fondo de Solidaridad aún cuando los 179 municipios de Madrid han firmado un acuerdo en el que ceden sus instalaciones para la acogida de peregrinos (ver aquí). Que Fernando Giménez Barriocal, director financiero de la JMJ, anuncia triunfalmente que este evento además de tener un coste cero para el contribuyente “supondrá una inyección de al menos 100 millones de euros a nuestro país”. Y por último, visto el coste que conlleva el vía crucis presidido por el Papa, que se va a celebrar en Madrid cuyas estaciones van a estar representadas por 15 pasos de distintas cofradías y hermandades procedentes de 12 ciudades, me pregunto: ¿Esto no es un negocio escandaloso? ¿No es insultante para los miles y miles de esos otros jóvenes que están padeciendo la crisis alimentaria que golpea las poblaciones del Cuerno de África? ¿Tiene algo que ver estas Jornadas Mundial de la Juventud con el mensaje de Cristo?
El pasado 20 de julio la ONU declara hambruna en Somalia y solicita fondos de ayuda con urgencia. SOS de los obispos de Somalia: “Estamos ante el mayor desastre humanitario del mundo”. “Niños somalíes están siendo atacados incluso por manadas de hienas” “Las víctimas inocentes son ya incalculables”. No miremos para otro lado
Que hoy en el siglo XXI se llegue a declarar una hambruna demuestra una carencia de humanidad que clama al cielo. Es inmoral, indignante que aún tengamos niños en el mundo muriendo de hambre. No hay derecho.
Blog personal de Maite García Romero: Mejor lo escribo

Adolfo Nicolás: "Los jóvenes son los que pueden cambiar nuestro mundo"

 

El general de los jesuitas, con MAGIS en Loyola

"Pablo no es un indignado de la Puerta del Sol"

Sergio Rosa/Magis, 08 de agosto de 2011 a las 08:36

Frente a la Basílica de S. Ignacio de Loyola, cerca de 3000 jóvenes de unas 50 nacionalidades diferentes hemos celebrado una eucaristía de envío para mañana salir rumbo a nuestras experiencias MAGIS, repartidas por toda España, Portugal y el Norte de África.
El P. Adolfo Nicolás, General de los Jesuitas, presidió la celebración concelebrada por unos 180 jesuitas de todos los rincones del mundo. Ello, unido a los miles de jóvenes que allí nos encontrábamos y a las decenas de vecinos de la localidad de Azpeitia que nos acompañaban, han hecho de este pequeño y hermoso valle, una pequeño mundo, dónde diferentes lenguas, nacionalidades, culturas, rasgos... se hacían presentes en comunión con una misma fe. La que nos une, la que nos convoca y la que nos apasiona. De nuevo el sentido de católico, de universal vuelve a cobrar fuerza en un contexto de diversidad y pluralidad.
En todo momento la liturgia ha contado con el apoyo del coro magis, que entonaba letras en inglés, latín, francés, portugués, español, italiano... de nuevo diversidad, de nuevo comunión, de nuevo un mismo mensaje.
Durante su homilía el Prepósito General de la Compañía de Jesús se ha mostrado cercano, fresco, directo...en un lenguaje claro ha repasado las lecturas y el Evangelio de hoy recordándonos como " Dios esta en la paz y en la brisa refrescante de la tarde". No hemos encontrado a Dios en el miedo, ni en grandes discursos pronunciados por lideres políticos, ni siquiera por sacerdotes, nos recordaba el padre General "Nosotros conocemos nuestra propia historia y s. Ignacio quiere hacernos sensible a esa brisa que nos refresca. "El Señor no habla en los grandes ruidos, aunque a veces sean necesarios" Nos recordó como Dios se muestra lejos del ruido, y como en la música Dios se hace presente, en la música y en su diversidad, esa que hoy recogemos todos los jóvenes reunidos hoy en esta plaza, frente a esta Basílica.
La segunda lectura de este domingo es realmente dramática. En ella S. Pablo reconoce que por amor sus pueblo, a sus hermanos sería capaz de convertirse en proscrito de la fe que profesa, pero Dios es más fuerte. Esta lectura, ha dicho el General, hace referencia a esa segunda fase de la experiencia MAGIS, el momento de encuentro, de salir a los caminos, el momento de solidaridad con la realidad que nos rodea, de compartir aquellos con los que nos cruzamos. "El grado de comunión es tan alto que necesitamos ese compartir con el otro. Sentirnos uno como ellos".
"Pablo no es un indignado de la Puerta del Sol" es mucho más nos ha recordado el P. Adolfo Nicolás. "Es un enamorado de su pueblo, se indigna, sí, pero construye, se alegra, crea y confía"
De la mano del Evangelio de hoy, de la falta de fe de Pedro, de un pasaje tan familiar para todos, ya que nos muestra la realidad de nuestra vida. Una vida que es remar muchas veces en la noche, en medio de la tormenta.
"El miedo es punto clave de las lecturas de hoy. Es muy familiar, hay muchas personas que hoy nos venden miedo, incluso para conseguir votos. Es tiempo para poner nuestra fe a prueba, y también el valor de nuestra esperanza(...) Si lo que nos preocupa es nuestro propio éxito acabaremos hundiéndonos, si nuestro corazón lo ponemos en Cristo, es decir, en los que sufren, en los pobres, caminaremos sobre las aguas sin ningún tipo de miedo".
De nuevo hablamos de opciones, de elegir, de libertad. De optar entre mi propia seguridad, mi yo o bien entre los demás, entre los que más lo necesitan. "Esa es la gran diferencia entre tener o tener fe, entre seguir o no a Jesús"
En todo momento el Padre General ha ido compartiendo estas ideas en castellano, inglés y euskera para concluir con un deseo, con una plegaria que ha elevado en medio de un silencio de acogida y oración: "Que la JMJ aumente nuestra preocupación por aquellos que sufren, no unicamente por nosotros"
Por la tarde, ante los medios de comunicación, el Padre General ha resaltado el papel de los jóvenes ante los retos de este mundo globalizado: "Los jóvenes son los que pueden cambiar nuestro mundo", pero necesitan prepararse para "responder a preguntas que ni nos imaginamos". "A medida que aumenta la información disminuye la capacidad de reflexionar".
La juventud "recibe pocos horizontes y mucha propaganda que les dice donde gastar su dinero", sin embargo "es importante saber que están buscando algo más". El P. General les a animar a un "sentir profundo". "Que los jóvenes sientan, que no vivan a merced de este sentimiento superficial que se vende", se trata de "ir a lo profundo del corazón". Según el Padre General, "eso se da en el encuentro, por eso MAGIS 2011 es bueno porque pone a los jóvenes en contacto con personas de otras culturas". Para aproximarse al prójimo, ha subrayado la importancia de la solidaridad, "en un mundo multicultural como el nuestro nos va a salvar la capacidad para sentir con el prójimo, de lo contrario quedaremos a merced de intereses particulares, luchas personales o tribales y vamos a perder la oportunidad de encontrarnos quizás por primera vez en la historia con una humanidad en toda su plenitud". Después, ha tenido un encuentro con 60 jóvenes, con representación de todos los países presentes en MAGIS. Ha sido un espacio de intercambio cordial y enriquecedor. A lo largo de la tarde, ha habido talleres y dinámicas de animación para seguir promoviendo la participación y reflexión de los jóvenes presentes.
Ayer por la noche, tuvo lugar la Feria de las Culturas, un espacio artístico y lúdico en el que diversos países presentaron un baile o canción de su país. Países como Indonesia, Kenia, Australia, México, España o Albania mostraron la fuerza, pasión y capacidad de expresión en esta experiencia festiva y multicultural.










La Delegación del Gobierno prohíbe el recorrido de la marcha antipapa

 

Jesús Bastante

Agosto 2011

Público


Propone un recorrido más corto y alude al “reto de la imagen de la ciudad de Madrid” con la visita de Benedicto XVI. “Los católicos pueden campar a sus anchas, con dinero público, por todo Madrid, pero al resto de ciudadanos se nos restringe ese derecho”. Francisco Delgado, presidente de Europa Laica, una de las 140 entidades convocantes de la manifestación contraria a la visita de Benedicto XVI a Madrid, que debía celebrarse el próximo 17 de agosto entre Tirso de Molina y Sol, se mostraba visiblemente enfadado.
El motivo: la Delegación del Gobierno en Madrid ha prohibido el recorrido de la marcha, aduciendo problemas de seguridad ante una posible “confrontación” entre los manifestantes y los jóvenes católicos, así como la necesidad de preservar “la imagen de la ciudad de Madrid para más de un millón y medio de turistas que llegan a la capital” y que se congregarán en torno al papa en la Jornada Mundial de la Juventud.
En su resolución, el departamento dirigido por María Dolores Carrión subraya que los recorridos elegidos para la manifestación (que llevará por lema “De mis impuestos, al papa cero” y “Por un Estado laico”) “imposibilitan no sólo un dispositivo policial o de emergencias, sanitario o de protección civil cuando el espacio público va a estar ocupado por más de un millón de personas que llegan a Madrid”.
El lema de la protesta es: “De mis impuestos, al papa cero”
Algo con lo que no están de acuerdo los manifestantes. “Lo que pretenden es arrinconarnos, y por eso nos mandan a dos calles en Lavapiés”, señala Delgado, quien apunta que, a la espera de una reunión con la delegación del Gobierno, los organizadores mantienen “sí o sí” el recorrido inicial, que había sido pactado con anterioridad con las autoridades. “Saldremos desde Tirso de Molina hasta donde nos dejen llegar”, aseveró.
En el escrito, la delegada del Gobierno subraya que la marcha podría suponer “una tensión para la seguridad ciudadana”, pero no la suficiente como para prohibir la manifestación, aunque sí advierte que, en caso de incidentes, la responsabilidad final de lo que ocurra será de los organizadores.

Como en la procesión atea

“Lo que pretenden es arrinconarnos”, se quejan los convocantes
A su vez, el vicealcalde de Madrid, Manuel Cobo, aseguró que el Ayuntamiento emitirá un informe desfavorable a cualquier manifestación contraria a la visita papal, y mucho menos “en las proximidades, cuando va a haber cientos de miles de personas celebrando justo lo contrario”.
En este sentido, Cobo señaló que debería seguirse la misma pauta que cuando se prohibió la “procesión atea” por el centro de Madrid: “El informe del Ayuntamiento fue desfavorable y lo será también en este caso cuando nos llegue esa petición de informe por parte de la Delegación del Gobierno”.
Finalmente, la Comunidad de Madrid (cuya presidenta Esperanza Aguirre ya pidió la semana pasada que se prohibiera la manifestación antipapa) también instó a la Delegación de Gobierno a que ponga “todos sus efectivos” a disposición de la Jornada Mundial de la Juventud ante posibles manifestaciones delMovimiento 15-M, y pidió a los indignados “que respeten los derechos de todos”, según advirtió la consejera de Presidencia, Regina Plañiol.

Iniciativas ciudadanas

La manifestación del 17 de agosto es una de las múltiples iniciativas que los colectivos laicos y ciudadanos, apoyados por los cristianos de base y con el aval del 15-M, pretenden llevar a cabo en Madrid para protestar contra la financiación estatal de la visita de Benedicto XVI. “No estamos a favor ni en contra de que el papa se reúna con sus fieles, lo que nos molesta es que lo haga con el dinero de todos, y poniendo de manifiesto los privilegios que la Iglesia católica sigue teniendo en nuestra sociedad”, denunció el presidente de Europa Laica.
Entre los actos que se preparan, destaca un festival de disfraces en Rivas-Vaciamadrid, así como un pasacalles por las calles de Madrid. Del mismo modo, se ha advertido a la Fiscalía General del Estado contra los posibles delitos que puedan derivarse de las palabras de Benedicto XVI condenando leyes aprobadas por el Parlamento, como el matrimonio homosexual o la ampliación de la Ley del Aborto.
Por su parte, en sus últimas asambleas, el Movimiento del 15-M apuntó una serie de actos de protesta, que van desde la escenificación de un vía crucis reivindicativo, la colocación de puestos informativos en los lugares donde se hospedarán los peregrinos y una manifestación en Neptuno paralela a la misa del martes 16 en la Plaza de Cibeles con la que se inaugurará la Jornada Mundial de la Juventud. Algunos han propuesto, además, desplazarse al parque del Retiro durante la jornada en la que Benedicto XVI confesará a varios jóvenes.

Más sobre el Papa

 

Arturo González

11 Agosto 2011

Público

De este inminente viaje del Papa ya se pueden extraer algunas conclusiones:

1. Una consecuencia gravísima, de primera magnitud, es que agudiza enormemente la división entre los españoles en la cuestión religiosa, hasta el punto de convertirlos en irreconciliables. Es una provocación.
2. Especialmente grave es la ruptura ideológica entre la juventud que oficialmente acude a estas jornadas y los jóvenes del 15-M.
3. El Estado español, con el Gobierno socialista a la cabeza, se rinde sin condiciones ante la fuerza de la Iglesia Católica. No es temerario prever la injerencia política en los asuntos de España y de su Parlamento.
4. Las molestias originadas a los ciudadanos de Madrid son evidentes y muy superiores a las que causaría, por ejemplo, la visita de Obama o de la Reina Isabel II del Reino Unido, y también Jefa de la Iglesia de Inglaterra.
5. La gran ausente es la ternura.
6. Es vergonzoso comprobar cómo se restringe la libertad de reunión y manifestación para expresar quejas y rechazo.
7. Deberían hacerse públicas las cuentas de ingresos y gastos al día siguiente, pero no se hará, aunque la parte más sustanciosa sea gasto público. Una vez más. El oscurantismo. También debería conocerse previamente el presupuesto, otra quimera.
8. Apuntala a la derecha política de España, por si aún no estuviese suficientemente apuntalada ante las próximas elecciones.
9. Ha venido a plantear problemas y a no arreglar ninguno.
10. España es el último reducto de la Iglesia Católica de la Europa desarrollada. Más que Italia.
11. Es humillante para España lo afirmado por el cardenal Cañizares de que “el problema de Europa no es la crisis económica, sino el olvido de Dios”. Si Benedicto XVI no lo desautoriza públicamente, también será aún más humillante para el pueblo español, con las estrecheces que está soportando.
Asimismo humillará gravemente a la juventud española si no desautoriza al cardenal Rouco por decir que “una parte muy considerable de la juventud española está con la moral y la ética bajo mínimos”. La moral y la ética de Rouco, claro.
Pero no hará ninguna de las dos cosas. Es más, los reforzará. Son los ciegos de Cristo.

El padre Ángel pide al Papa que visite el Cuerno de África

 

Carta del presidente de Mensajeros de la Paz a Benedicto XVI antes de su visita a Madrid

"Sabemos que un gesto suyo conmueve a la humanidad"

Padre Ángel García, presidente y fundador de Mensajeros de la Paz
11 de agosto de 2011 a las 13:03

Querido Santo Padre, Desde Mensajeros de la Paz queremos agradecerle su Bendición y el mensaje de este año, con motivo del Día de los Abuelos, donde nos decía que ellos son los verdaderos pilares de la familia, la iglesia y la sociedad, y agradecerles todo lo que de ellos hemos recibido.
Santidad, queremos darle gracias también por su audiencia y bendición al principio de su Pontificado, donde nos emocionaban sus caricias y sin protocolo al levantarse del sillón para acariciar y besar a los niños heridos de la guerra de Irak, a los niños enfermos de países desfavorecidos y a los niños esclavos africanos de la casa de acogida de Mensajeros de la Paz en Benin- África.
Estos niños son hermanos de los mismos niños de los países del Cuerno de África que se nos están muriendo de hambre, y digo, se nos están muriendo, porque sé que usted siente el mismo dolor que sentimos nosotros.
Ante su visita a España con motivo de la Jornada Mundial de la Juventud, le agradecería que repitiera una y mil veces, como ya lo ha hecho, que la Comunidad Internacional, los presidentes del gobierno, la Asamblea de la ONU, la Unión Africana, que se reúnan urgentemente y decidan, ahora ya, intervenir en estos países con Barcos, no de guerra, sino de alimentos, con Médicos y medicamentos no con soldados y municiones de guerra. La trágica situación que vive el Cuerno de África ha llevado a las Naciones Unidas a declarar recientemente la situación de hambruna en dos regiones del sur de Somalia, causada por la peor sequía de los últimos 60 años y cuyos devastadores efectos ponen en una situación critica a 11 millones de personas así como a los cultivos, provocando un aumento en los precios del trigo y que el acceso a los alimentos básicos sea una quimera.
Pasan y las horas, los días, y hay un retraso muy grande en la prestación de asistencia. Creo que muy pocos entienden que esto es cuestión de vida o muerte. La hambruna que sufren estos pueblos es extremadamente urgente. Su mensaje desde Madrid a millones de personas, les va a hacer aun más solidarios. Si hace un año le pedíamos humildemente y con el corazón su presencia y visita a Haití para llevar una sonrisa y paz especial, hoy se lo pedimos para los pueblos del Cuerno de África.
Desde el inicio de Mensajeros de la Paz hemos dicho que creemos en Dios y en los hombres, que le queremos y creemos en usted, en la Iglesia, en los hombres y sabemos que un gesto suyo conmueve a la humanidad. En algunas ocasiones hemos leído y oído también de usted: Amaos, amaos, amaos mucho hermanos, y su petición tantas veces a Caritas de la iglesia, a otras ONG´s y a los Poderes políticos, … dadles de comer, dadles de comer, dadles de comer… Sus palabras en su viaje a España, sonarán como una gran esperanza a estos pueblos de África.
Imploramos su bendición en estos momentos, y emocionado estos dias en Madrid rezaré y concelebraré con usted.

Se encomienda.

Padre Ángel García Rodríguez Presidente

¿Sociedades postseculares?

Gabriela Rodríguez
La Jornada, 12 de agosto de 2011

En la víspera del arribo del Papa para celebrar la Jornada Mundial de la Juventud en Madrid, las tensiones entre fe cristiana y sociedad laica se muestran como en un escaparate. Y es que por muy postseculares que sean las sociedades occidentales del siglo XXI, y pese a lo que afirmaban algunos pensadores hace un par de siglos, la ciencia no llegó para sustituir a la religión.
Hace una semana la presidenta de la Comunidad de Madrid reclamó con energía la prohibición de una marcha de más de un centenar de organizaciones, calificándola de manifestación ‘anti Papa’. “De mis impuestos, al Papa cero”, “Por un Estado laico” y “Los católicos pueden campar a sus anchas, con dinero público, por todo Madrid, pero al resto de ciudadanos se nos restringe ese derecho”, reclamaron las asociaciones convocantes, que quieren hacerse notar en esta cita que reunirá en la capital española a más de millón y medio de personas entre el 16 y el 21 de agosto. Los marchistas representan partidos y sindicatos de izquierda, iglesias católicas de base, el Foro de Curas, Redes Cristianas, los teólogos de la Asociación Juan XXIII y Europa Laica; reclaman un emplazamiento que les resta visibilidad. El Ejecutivo apela también a la imagen de la ciudad como argumento para justificar el veto: “La presencia de grupos antagónicos supone una tensión o un reto para la seguridad ciudadana” (Milenio, 9/VIII/2011).
Hace un año Benedicto XVI arremetió contra el gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero, asegurando que “en España ha nacido un secularismo agresivo, como se vio en la década de los 30”. Fue cuando Rodríguez Zapatero tuvo que recordarle al Papa que España es un Estado “aconfesional” (Reforma, 9/VIII/2011). Esto significa que su legislación prevé positivamente el hecho religioso, especialmente el catolicismo, pero la enseñanza de la religión es un derecho, tiene carácter obligatorio para todas las escuelas, pero es de adscripción voluntaria en función del criterio de los padres.
El contexto de la visita del pontífice es la grave crisis económica y el movimiento M-15 de los indignados, quienes también han expresado su rechazo a la visita papal, por estar subvencionada en parte con recursos públicos: 80 millones de dólares costará aproximadamente la visita del Papa, y 80 por ciento de beneficios fiscales podrían recibir las empresas patrocinadoras del viaje. Por si faltara, se han convocado dos huelgas en el aeropuerto, una de ellas el día del arribo de Ratzinger, que involucran a 60 mil trabajadores, entre ellos personal de asistencia a personas de movilidad reducida, los encargados de las rampas para acceder a los aviones y los trabajadores de carga.
Es un hecho que ni el Estado aconfesional, ni el Estado laico que rige en otros países como Francia o México, han podido garantizar una convivencia pacífica entre las ideologías. Como reflexionó Jurgen Habermas en el diálogo que sostuvo con Ratzinger en enero de 2004: en el capitalismo tardío “el proceso de secularización tendría que verse como un doble proceso de aprendizaje que fuerce tanto a las tradiciones de la ilustración como a las enseñanzas religiosas a una reflexión sobre sus respectivos límites” (Entre razón y religion: dialéctica de la secularización, FCE, 2008). La aceptación pública hacia las comunidades religiosas exige una comprensión para normar el trato político entre ciudadanos creyentes con ciudadanos no creyentes. El concepto de tolerancia en las sociedades pluralistas considera que los ciudadanos son capaces de reconocer cierto tipo de disenso, lo que implica dejar de negar el derecho de los creyentes a aportar discusiones públicas en lenguaje religioso, pero además exige traducir dichas aportaciones a un lenguaje asequible para el público en general.
Habermas, quien se considera a sí mismo poco musical en materia de religión, también alerta sobre el peligro de excluir “la solidaridad social” en la sociedad contemporánea. Ese concepto tiene raíces en conceptos bíblicos: la idea de que el hombre está hecho a imagen y semajanza de Dios está en la base del derecho a la igualdad y absoluta dignidad de todas las personas. Pero “la dinámica de la economía mundial y de la sociedad mundial está desmoronando la solidaridad ciudadana, no sólo de los mercados privados sino que también de las administraciones estatales, que cada vez se orientan más por el beneficio propio y por las preferencias individuales”. Esa tendencia explica, en parte, la despolitización, la fragmentación y el descontento hacia las instituciones y hacia la constitucionalización del derecho.
Me pregunto, ¿quién de nuestra clase política mexicana tiene un pensamiento postsecular? ¿Habrá alguno que tenga claro los límites de la razón y de la religión? ¿Será que alguno de los variados candidatos a la Presidencia o a las gubernaturas estatales esté apostando a la solidaridad social y no al beneficio propio? Tengo mis dudas.

La visita del Papa no sale gratis

 

N. Galarraga / P. Álvarez

12 Agosto 2011


Los organizadores presumen de coste cero para el contribuyente - No hay subvención directa, pero sí rebajas en transporte y cesión de edificios públicos
Organizar la visita del Papa y del millón de personas que la jerarquía católica espera reunir en Madrid del día 16 al 21 es “como montar una boda a lo bruto”, según el director financiero de la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ), Fernando Giménez Barriocanal. Cuesta mucho dinero.
Giménez asegura que con los 31,5 millones de las inscripciones de los 456.380 peregrinos y 30.000 voluntarios, los 16,5 millones de los patrocinios de grandes empresas españolas (que obtienen deducciones porque el Gobierno ha declarado el evento de “excepcional interés público”) y los 2,5 millones de las donaciones individuales podrán gastar 50 millones, que es lo que han presupuestado.

Las grandes cifras de la JMJ

“El tráfico no se restringe por la alta contaminación”
Los organizadores de la marcha laica acabarán en Sol pese a la prohibición del Gobierno
40 mecenas para la visita del Papa a los jóvenes
El Papa se abre hueco en la ciudad
Metro moviliza a sus conductores jubilados para la visita del Papa
La visita del Papa en agosto deja sin vacaciones a funcionarios públicos
Gallardón cederá colegios y polideportivos para la Jornada Mundial de la Juventud
Siete días a pie en el centro por el Papa
Grandes eventos

El Estado dejará de percibir unos 16 millones de euros por los patrocinios
El centro de Madrid se cerrará al tráfico siete días por el encuentro
Giménez, que también gestiona los dineros de la Conferencia Episcopal y es consejero delegado de la Cope, repite como un mantra que el encuentro de Benedicto XVI con los jóvenes católicos “no costará ni un euro al contribuyente”. Las Administraciones no les han otorgado subvenciones directas. Pero que no las haya, no significa que no exista gasto público. Por ejemplo, los inscritos tienen un abono especial para el transporte público (bus, metro y cercanías) que cuesta un 80% menos que el abono para turistas, lo que supone una merma de los ingresos a las arcas públicas de 20 millones de euros. Un agosto típico solo se venden 700 abonos. La JMJ ha comprado 600.000 (y podrá devolver los que no use).
Otro gasto cuantificable: Metro requerirá al menos un centenar de trabajadores extra diarios, según estimaciones sindicales, que cobrarán un plus de 100 euros al día por cabeza. Total: 60.000 euros más.
Otros gastos son difíciles de cifrar como el agua, la luz y el mantenimiento de los 693 establecimientos públicos (colegios, institutos, polideportivos…) en los que pernoctarán los peregrinos (que pagan de 30 a 210 euros) y los voluntarios (que abonan de 30 a 90 euros). Suman 337.000 plazas. “Vamos a usar recursos públicos, como los usa todo el mundo, pero no vamos a consumir fondos públicos”, recalcó a este diario Giménez.
El impacto sobre el tráfico de Madrid sí que es inédito en la historia de la capital: el centro, incluidas la Gran Vía o el paseo de Recoletos, se cerrará al tráfico durante los seis días de la visita. El presidente de Europa Laica, Francisco Delgado, critica “la mezcla de Iglesia y Estado” que supone la visita de Benedicto XVI a Madrid.
Yago de la Cierva, director ejecutivo de la JMJ, se declaró encantado de que entre los representantes de las Administraciones públicas que han pedido entradas “haya muchos ministros”.
Gracias a que el Gobierno declaró la JMJ (y otros 14 eventos este año) de interés público, las empresas donantes se pueden deducir el 15% del coste con el límite del 90% de lo aportado, explica la profesora de derecho Tributario de la Universidad Complutense Rosa Galán. Es decir, el Estado dejará de percibir “13-16 millones de euros”, explica el director financiero del encuentro, una fracción menor de los 263 millones de la merma recaudatoria que suponen los 15 eventos (como el Mundobasket o el 300º aniversario de la Biblioteca Nacional). El banco de Santander, por ejemplo, ha diseñado, y donado a la JMJ, el sistema informático con el que el casi medio millón de asistentes han tenido que usar para inscribirse por Internet.

Los particulares se pueden deducir el 40% de la donación.

Giménez sostiene que “los impuestos directos e indirectos” generados por esta visita del Papa aportarán “30-40 millones de euros” a las arcas públicas. El Ministerio de Economía no ha hecho ninguna estimación al respecto, según un portavoz. Y la profesora Galán explica que “la pérdida de recaudación es directa, lo otro, será o no será, depende de lo que consuman, consumirán muchísimo o vendrán con bocatas”.
Buena parte de los inscritos dormirán en locales públicos y comerá en alguno de los 2.132 restaurantes, bares o cafeterías asociados.
El responsable económico de la JMJ da otro dato que, asegura, “sirve para hacerse una primera idea” del impacto económico. “El año pasado España recibió 53 millones de turistas que dejaron 53.000 millones de euros. Y este año, el 1% de los turistas que viene a España lo hace por la JMJ”. Es más, añade, “lejos de ser un coste para la sociedad, supone un beneficio”.
Los organizadores aseguran que la recepción a Benedicto XVI supondrá unos ingresos de más de 100 millones de euros para España -cuyo desglose no especificó-. Defienden además que la visita, retransmitida por televisiones de todo el mundo (4.700 periodistas se han acreditado), supondrá “una importante proyección para la marca Madrid y la marca España”, según Yago de la Cierva, director ejecutivo de la JMJ.
Los gastos del encuentro incluyen cuestiones tan diversas como el montaje de escenarios para los actos centrales -una misa en la plaza de Cibeles, la gran eucarística con el Papa en el aeródromo de Cuatro Vientos o un Vía Crucis en Recoletos-, cien confesionarios portátiles instalados en el parque de El Retiro, las mochilas que se entregarán a cada uno del casi medio millón de inscritos, la instalación de carpas o de aseos móviles. Los organizadores convocaron concursos de proveedores para hacer parte de sus compras. De todos modos, la JMJ ha contratado a la consultora PriceWaterhouseCoopers para auditar las cuentas del evento y medirá el impacto económico. Giménez espera tenerla para septiembre porque si tardara demasiado “perdería la gracia”.

Las grandes cifras de la JMJ

- Organizar los tres actos centrales de la visita papal -pagada por los peregrinos, los voluntarios y las empresas patrocinadoras- costará 12,5 millones de euros. Son la misa de la plaza de Cibeles, el Vía Crucis en Recoletos y la misa de clausura en Cuatro Vientos.
- Las mochilas para los peregrinos cuestan 4,8 millones del presupuesto global de 50,5 millones.
- Las instalaciones de carpas, confesionarios y adecuación de espacios son 7,3 millones.
- Se prevén 1,3 millones en seguridad y acreditaciones y 2,6 en promoción.
- El programa cultural y la guía del peregrino suponen 4,1 millones y el gasto en oficinas y materiales supera los 5,5.

Mundo, Iglesia y Papa


Jesús Espeja, 12.08.11

La visita del obispo de Roma, sucesor de Pedro, a una Iglesia particular es un acontecimiento eclesial de gran importancia. Por eso la presencia de Benedicto XVI en la Jornada Mundial del la Juventud celebrada en Madrid no debe pasar desapercibida para un cristiano. Precisamente por eso hago esta meditación en voz alta, consciente de que mi percepción es personal, responde a un discernimiento de de la situación y por tanto es discutible. A modo de sugerencias, desarrollo mi reflexión en algunos puntos.

1. Leyendo los evangelios, se ve que la propuesta de Jesús, presentada con el símbolo reino de Dios según los sinópticos, o voluntad del Padre según el cuarto evangelista, es la fraternidad, que todos se puedan sentar como personas libres en la mesa común de la creación. Buscando realización de esa utopía, en torno a Jesús fue naciendo una comunidad de seguidores cuya espiritualidad se vertebraba sobre tres coordenadas: amar a todos incluidos los enemigos, no acaparar para sí mismo sino actuar según Dios que es amor y continuamente da vida, el que quiera ser más importante sea servidor de todos

2. La Iglesia es signo e instrumento de esta propuesta; su misión es hacer inolvidable a Jesucristo y su evangelio. Pero signo e instrumento son dos calificativos inseparablemente unidos. Como los demás sacramentos, la Iglesia es instrumento siendo signo, y éste, según la lógica tradicional, es una relación cuya eficacia implica dos polos: primero que el signo sea fiel a la realidad significada; y segundo, que trasmita esa realidad de modo creíble a los destinatarios.
La Iglesia por tanto debe estar en continua reforma mirando a esas dos vertientes: su fidelidad a la propuesta de Jesús, y su significatividad en el mundo del que forma parte.También aquí ambos aspectos son inseparables pues la propuesta de Jesús –reino de Dios, que todos tengan vida- está de algún modo ya sembrada en el mundo y sólo ahíen la historia cambiante, puede crecer.

3. En el magisterio de Benedicto XVI va dejando bien formulada la propuesta de Jesús y la identidad del cristianismo en el mundo de hoy: los cristianos no creemos en una divinidad hipotética o pensada por nosotros, sino en Dios cuyo rostro humano es Jesucristo; realidad fundante de toda realidad. “Hemos creído en el amor de Dios, así puede expresar el cristiano la opción fundamental de su vida”; “el amor –caritas- es una fuerza extraordinaria que mueve a la per4sona a comprometerse con valentía y generosidad en el campo de la justicia y la paz”.
El problema es práctico: si la Iglesia en una determinada situación cultural es signo elocuente y creíble de esa propuesta. Y aquí, mirando a la situación que hoy vive la sociedad española se agolpan los interrogantes.

4. Es manifiesto que nuestra sociedad cada vez es más plural, aumenta la indiferencia religiosa, sobre todo en el ámbito universitario muchos se confiesan agnósticos y hasta se nota una latente agresividad contra la Iglesia. Muchos de los que dejan a un lado la existencia de Dios, como muchos de los que proclaman su fe a pie juntillas, niegan o afirman una divinidad intervencionista desde fuera del mundo que nada tiene que ver con el revelado en Jesucristo, realidad fundante que a todo da vida y aliento.
Por otra parte, hay prejuicios contra la institución eclesiástica, que para no pocos incluso bautizados prácticamente se reduce al clero: se la considera vinculada o en complicidad con las derechas que generalmente su oponen a los cambios exigidos por los socialmente más débiles, y funcionando en su economía con la ideología del neoliberalismo económico.
Finalmente la situación se agrava porque nuestra situación cultural es postcristiana: la mayoría fueron bautizados en la Iglesia, pero se alejan de ella porque piensan que ya conocen bien el cristianismo, y creen que nada nuevo puede aportar para el cambio necesario.
¿Cómo hacer creíble la propuesta de Jesús en esta situación cultural? El interrogante puede ser decisivo a la hora de buscar un presencia pública de la Iglesia en la sociedad española que ha de pasar por una conversión al evangelio no sólo de los cristianos sino de las estructuras y funcionamientos eclesiales. No es fácil pasar del poder a la profecía ni del triunfalismo al servicio humilde.

5. Para terminar esta reflexión. Vi de cerca los inicios del 15M y traté de leer las pancartas mientras comenzaba la marcha desde Cibeles a La Puerta de Sol. No niego que antes, en medio y después haya influencias de ideologías bastardas ¿no ha ocurrido eso con frecuencia incluso en el movimiento cristiano? Pero en esos jóvenes “indignados” -no debería extrañar este calificativo a quienes han leído los evangelios- había unas reivindicaciones justas donde los cristianos podemos discernir un signo del Espíritu.
Deseo que los miles de jóvenes reunidos en Madrid, y a quienes Benedicto XVI anima con su presencia, respiren los anhelos de justicia social que manifestaban los también miles de jóvenes y adultos en el 15M.
La Iglesia es entidad referencial al reino de Dios que crece ya en el mundo; y el obispo de Roma, Sucesor de Pedro, sirve a todas las comunidades cristianas confirmando la fe o encuentro con Jesucristo: Dios con nosotros, cuya voluntad es que todos y todas vivamos con la dignidad de personas. Quizás ahora se vea el sentido del título elegido para esta meditación.

Tolerancia para los próximos días

Equipo Atrio, 13-Agosto-2011
Hasta el martes próximo los inscritos en la JMJ están por las diócesis de la península –ya se notan– y la semana próxima se concentran todos en Madrid. Se va ir tensando el ambiente. El martes 17, Manifestación “De mis impuestos, al Papa cero”. El Papa llegará el día siguiente. El anuncio de que se podrá excepcionalmente absolver del delito del aborto, aunque parezca anuncio de benevolencia, es preludio de los mensajes que se esperan.  ¿Será posible que domine la tolerancia? Sobre ella habló Federico Mayor Zaragoza -que fue Presidente de la UNESCO muchos años- en una conferencia que se reproduce íntegra en el libro Pluralismo en la Iglesia Católica.

Al menos que pensemos que el temor sea descartado, que tenemos que atrevernos a expresar nuestros puntos de vista, que tenemos que impedir que el poder, el poder eclesiástico en primer lugar, persista en amenazarnos, y nos permita pensar en que el amor y la solidaridad tienen que prevalecer sobre el temor. Sólo entonces será posible el advenimiento de un mundo donde los seres humanos, liberados del temor, disfruten de la libertad de palabra y de la libertad de creencias.
(…)
Ésta es la diversidad que les duele a los que nos quieren uniformes, que les duele a los que nos quieren gregarios; si somos uniformes, si todos obedecemos, si todos tenemos miedo de lo mismo, entonces vamos todos como ellos quieren, es decir, los muchos se dejan mandar por los muy pocos y eso no es la democracia…
Digo todo eso porque a veces nos encontramos frente a “iglesias”, entre ellas la católica, que renuncian a esta liberación de la uniformidad, que renuncian a que tengamos la posibilidad de discutir distintas maneras de enfocar las creencias personales. En estos momentos es bueno recordar el Concilio Vaticano II, y recordar, por ejemplo, que el papa Pablo VI, -que ahora no les gusta que se los recordemos a las presentes jerarquías de la Iglesia católica, en España- decía: “la Iglesia debe ir hacia el diálogo con el mundo en el que le toca vivir”. La Iglesia se hace palabra, la Iglesia se hace mensaje, la Iglesia se hace coloquio. Esto es lo que tenemos que pensar, si queremos hacer la “gran transición”, que es la de pasar de la fuerza a la palabra, lo que tenemos que hacer es que las creencias se presten a este diálogo o a esta apertura, y esto, se los puedo asegurar, desde un punto de vista del sentimiento religioso es así.
Ahí está la Declaración sobre el papel de la religión en la promoción de una Cultura de Paz, proclamada cuando el 18 de diciembre de 1994 se reunieron diecinueve distintas tradiciones o culturas religiosas, representadas al máximo nivel. Es importante tanto el diálogo interreligioso como el intrarreligioso, porque hay que ver, por ejemplo, en el cristianismo la capacidad que debe tener de diálogo intrarreligioso entre las distintas maneras de interpretarlo. Lo mismo pasa en el islam con los sunnitas y con los shíitas. Pues bien, esta declaración dice: Lo que nosotros pretendemos es precisamente que haya un diálogo abierto, una exposición irrestricta de nuestros puntos de vista. Esta misma Declaración en el mes de abril del año 2008 se repitió en Montserrat, en el evento sobre Religiones y construcción de paz, donde se dice claramente que las religiones se basan en el amor, las religiones no deben imponerse en campos que no son el suyo, y desgraciadamente tengo que decirles que en muchas ocasiones, y aquí en España, está sucediendo exactamente lo contrario.
Cuando veo, y lo digo como profesor de biología molecular, al Secretario general de la Conferencia Episcopal, hablando de la fecundación y del cigoto, digo: ¿pero, qué está hablando?, y habla de las células madres, células troncales, pero… ¿qué es eso?, ¿qué es esa manera de querer forzar la interpretación que ellos puedan hacer en algún momento determinado de algunos de los preceptos, o de las leyes o de las normas de convivencia?, ¿por qué no nos piden a los que somos creyentes y además sabemos algo más, lógicamente, de este tema?, ¿o es que no han leído eso de que al César lo que es del César y a Dios lo que es de Dios?
(…)
Para finalizar quiero decirles a ustedes que leí hace poco un artículo del profesor Juan José Tamayo que titulaba El Dios de Saramago, el silencio del universo. Allí se indica que don José Saramago se declaraba ateo. Ésta es una cuestión que tenemos que saber discernir con buen criterio porque a veces hablamos de laicos sin saber muy bien lo que estamos diciendo, y hablamos de ateos sin saber si es tal o es agnóstico, y hablamos de creyente y no sabemos que los creyentes lógicamente también experimentan aquello de: “creo señor, ayuda mi incredulidad”; es decir, que tenemos que asumirnos en estas situaciones y es precioso el diálogo presentado y que yo he seleccionado para concluir mi intervención de hoy. Dice don José Saramago: “ateo he sido toda mi vida y lo seguiré siendo en el futuro”. De inmediato -dice Juan José Tamayo- me vino a la mente una poética definición de Dios que le recité sin vacilación: “Dios es el silencio del universo, y el ser humano la voz que da sentido a ese silencio”. “Esa definición es mía” -reaccionó sin dilación el premio Nobel-. “Efectivamente, por eso la he citado”, contestó el teólogo, apuntando: “Y esa definición está más cerca de un místico que de un ateo.”
[Del libro Pluralismo en la Iglesia Católica, Adg-n Libros, Valencia 2011, p. 159-163]

JMJ 1. Benedicto XVI, un joven de la guerra


Blog de Xabier Pikaza, 13.08.11

He presentado varias veces la teología de J. Ratzinger / Benedicto XVI, y lo haré todavía con ocasión de su visita a Madrid para la JMJ (Jornada Mundial de la Juventud: 18-21 agosto 2011; cf. http://blogs.periodistadigital.com/admin/b2edit.php?action=edit&post=279074).
Decía en el post dictado (del 5 del VII 1911) que Benedicto XVI «nació en un pequeño pueblo de Baviera, Alemana, (16 de Abril de 1927) y en su juventud debió participar en las Juventudes Hitlerianas, siendo movilizado en los momentos finales de la Guerra Mundial (1939-1945»). Hoy quiero precisar algunos momentos de su participación en esa guerra, en un plano básicamente externo. El Papa que recibirá a los jóvenes en Madrid... era soldado cuando tenía la edad de gran parte de esos jóvenes. Me gustaría que hablara de lo que sintió en aquellos momentos.
Era un joven, casi un adolescente. De los 16 a los 18 años fue soldado del ejército de Hitler, como miles de otros adolescentes-jóvenes de Alemania, de una ideología o de otra, a los que obligaron a la guerra, tanto en Alemania (1939-1945), como antes en España (1936-1939). Entre los teólogos alemanes que tuvieron que ir a la guerra... cuyo proceso ideológico conocemos bien (tras su paso por un campo de concentración inglés) está J. Moltmann. Del proceso interior del Papa conocemos quizá menos, pero lo suficiente para hacernos una idea. Fue en adolescente-joven de la guerra.
Los jóvenes que el Papa verá en Madrid vienen de muchos países y circunstancias, pero la mayoría no han tenido que ir a la guerra. El Papa que conversará con ellos tuvo que ir. Tuvo una juventud difícil, como lo muestra su propio libro (Mi Vida. Recuerdos. 1927-1977, Ediciones Encuentro, Madrid 2005).
Es difícil saber lo que el Papa pensó de verdad sobre la guerra, en unos años que fueron centrales en su vida. Ahora quiero ofrecer un simple itinerario externo, como seminarista que fue obligado a ingresar, casi de niño, en el ejército. Mañana entrará algo más en la posible experiencia interior que supuso la guerra.
No tuvo más remedio que ir, como otros miles y miles, España, Rusia o Alemania… aunque algunos se negaron y les mataron (tanto en España como en Alemania); pero esa es otra historia, la mayoría fueron a la guerra.
Mi vida está llena de recuerdos de jóvenes crecidos en la guerra... sacados de los seminarios para matarlos (por un lado) o para llevarlos a la guerra (el otro lado). Ellos han sido mis educadores y modelos. Por eso soy de la generación de personas que pueden conocer algo mejor (y quizá sentir) lo que han sentido los muchachos y jóvenes de la guerra, como indicaré el próximo día, hablando de un amigo alemán que fue compañero (al menos indirecto) del Papa en su guerra.
Nos produce una nostalgia especial este papa que viene de una guerra impuesta. Por eso es bueno recordar al Benedicto XVI, joven seminarista de la guerra.

Cronología

1920 Se casan sus padres, Joseph y María
El padre era un oficial de policía, "cerebral y voluntarioso", muy religioso y opuesto a los nazis: ”mi padre veía con gran clarividencia que la victoria de Hitler no sería una victoria de Alemania. sino del Anticristo, y que era el comienzo de tiempos apocalípticos para todos los creyentes. Y no sólo para ellos" (Mi vida)
Su madre era cocinera, austríaca, piadosa.

1925 Hitler publica Mi lucha.

1927
16 abril: Nace Joseph Aloysius Ratzinger nace en Marktl an Inn, de menos de tres mil habitantes. .



1928
Los Ratzinger se transladan a Tittmoning an Salzach: "Veo todavía la plaza de la ciudad en su magnífica grandeza, con sus nobles fuentes (...) totalmente rodeada por antiguas y soberbias casas de burgueses: una plaza que haría los honores a cualquier gran ciudad" (Mi vida)

1932
"A finales de 1932 mi padre decidió que nos mudáramos otra vez de casa, ya que en Tittmoning se había mostrado demasiado en contra de los nazis. En diciembre nos encontramos en nuestro nuevo hogar en Aschau, junto al Inn, un próspero pueblo campesino con grandes y vistosas fábricas" (Mi vida)

1933
"Mi padre sufría mucho por estar al servicio de un poder estatal cuyos representantes consideraba unos criminales, si bien, gracias a Dios, en aquel tiempo su trabajo en el pueblo apenas se vio afectado" (Mi vida).

1937
Los Ratzinger se trasladan a Traunstein. El padre se jubila. Joseph entra en la escuela para el bachillerato
"Pocos días después de nuestra llegada, la escuela abrió sus puertas: empecé entonces el bachillerato humanístico, que corresponde al actual en lenguas clásicas. Para llegar a la escuela debía caminar cerca de media hora, tiempo suficiente para contemplar los alrededores y reflexionar, pero también para ir repitiendo lo que había aprendido en clase" (Mi vida)

6 junio: Joseph y Georg Ratzinger reciben el sacramento de la Confirmación.

1939
Joseph Ratzinger tiene 12 años e ingresa en el Seminario menor de St. Michael en Traunstein... No le gustaba el deporte:
"Entré en el seminario, feliz y lleno de expectativas. (...) Pero soy de esas personas que no están hechas para la vida en un internado. (...)
Lo que me fastidiaba más todavía era que -para hacer honor a una moderna idea de educación- estaban previstas todos los días dos horas de deporte en el enorme campo de deportes de la casa. Esta circunstancia llegó a ser para mí una verdadera tortura, ya que no estoy lo que se dice especialmente dotado para el deporte (...).
Tengo que decir, no obstante, que mis compañeros eran muy tolerantes conmigo" (Mi vida)
Se intensifica persecución contra judíos, personas de otras razas y disminuidos físicos. Joseph Ratzinger dice que se sabían alguna cosas, pero no demasiadas.

1941
Con 14 años, Georg (el hermano mahor) y Joseph Ratzinger dejan el seminario y vuelven durante un tiempo a la casa paterna. Después serán enviados a diferentes destinos militares.

1943
Se intensifica la guerra. Por un decreto del Gobierno, todos los mayores de quince años son llamados a filas. Joseph tiene que prestar servicio como ayudante en la Luftwafe (en el ejército del aíre). Tiene 16 años.
Durante dos años, Joseph hace el servicio militar en el cuerpo de artilleros antiaéreos de Múnich, Unterföhring, Innsbruck y Gilching, aunque durante un tiempo (curso 1943-1944) puede frecuentar (al mismo tiempo) como otros jóvenes de la guerra un Instituto de Muchich (el Kursfürst-Max-Gymnasium), realizando, al mismo tiempo, su servicio militar en la fábrica de motores de aviación de la BMW.
"Me destinaron al cuartel de infantería de Traunstein. El clima que encontré en el cuartel era agradablemente distinto del que había en el servicio laboral. Es verdad que el comandante de la compañía era un vocinglero y mostraba claramente creer todavía en el nazismo.
Pero nuestros instructores eran hombres expertos, que había probado sobre su propia carne los horrores de la guerra en el frente, y no querían hacer las cosas más difíciles de lo que ya de por sí eran. Con humor deprimido, celebramos la Navidad en nuestro barracón.
Con nosotros, los jóvenes, prestaban servicio en el mismo batallón numerosos padres de familia que frisaban la edad de cuarenta años y que, pese a sus problemas de salud, habían sido llamados al servicio de las armas justo en el último año de la guerra. Su nostalgia de sus mujeres e hijos me tocó profundamente el corazón" (Mi Vida).

1944
Joseph recibe un nuevo destino militar, en Burgenland (Austria). El 20 noviembre puede volver de permiso a a su casa de Traunstein.
"Era un maravilloso día de otoño: sobre los árboles había un poco de escarcha; las montañas resplandecían luminosas en el sol del atardecer. Pocas veces he sentido la belleza de mi tierra tan intensamente como en esta vuelta a casa desde un mundo desfigurado por la ideología y el odio" (Mi vida).

1945
Después de tres semanas de descanso con la familia, Joseph es destinado al cuartel de infantería de Traunstein, de donde desertará, como oros muchos jóvenes, al ver que la guerra está perdida, y que se acercan los soldados americanos.
Sería hermoso saber lo que significa desertar, esconderse... y rendirse luego a los americanos.
30 abril: las tropas americanas ocupan Baviera.
8 mayo: Alemania se rinde. Ratzinger es internado en el campo de concentración de Bad Aibling, de donde es liberado el 19 de junio. Tiene dieciocho años recién cumplidos.
Vuelve al seminario de Frisinga después de Navidades.
"Los que nos reunimos en Frisinga para encaminarnos al sacerdocio, constituíamos un grupo bastante variopinto de unos ciento veinte seminaristas. Las diferencias de edad eran grandes: desde los cuarenta años a dos de nosotros, que teníamos diecinueve (...).
Pese a las diferencias en experiencias y horizontes, nos unía a todos un gran agradecimiento por haber salido del abismo de esos años difíciles (...).
Ninguno dudaba que la Iglesia era el lugar de nuestras esperanzas" (La sal de la tierra)
Recordando esos años de niñez-juventud, el Papa ha dicho varias veces palabras como éstas:
“Mis años como adolescente fueron empañados por un régimen siniestro que creyó tener todas las respuestas. Su influencia creció, infiltrándose en las escuelas y organismos cívicos, así como en la política e incluso en la religión, antes de que fuera plenamente reconocido como el monstruo que era”.
(( Para un resumen del tema, además del libro de la vida de Benedicto XVI, cf. http://www.conelpapa.com/benedictoxvi/biograf%C3%ADa/bio3.htm))

2 El joven Ratzinger (1945-1968): De la Guerra a la Teología (con F. Sobotta)


Blog de Xabier Pikaza, 14.08.11

En el último post he tratado de la guerra de J. Ratzinger, diciendo cómo desertó en los momentos finales (como la mayoría de los jóvenes soldados), cuando los americanos ocupaban Baviera (finales de abril del 1945) y cómo tras la rendición de Alemania (8 de Mayo) fue internado en un campo de concentración en Bad Aibling, de donde fue pronto liberado (19 de junio). Sólo tenía dieciocho años. Pasó unos meses con su familia, tras la gran catástrofe, y medio año después (a comienzos del 1946) ingresó de nuevo en el seminario.
Ésta es una historia que sé casi de memoria, pues forma la trama vital de mis “tíos” (hermanos mayores mercedarios) que volvieron a los seminarios tras la guerra del 1936-39 y que han sido mis grandes formadores. Es la historia que me han contado docenas de hombres mayores de Alemania, al decirme lo que fue para ellos el fin de la guerra, el año 1945, teniendo que dejar muchos de ellos sus tierras en Silesia o Prusia Oriental, en la zona de los Sudetes o en diversas partes de la Unión Soviética, para refugiarse en Alemania Occidental.

Es una historia que me produce gran rabia por lo que fue (la gran gigantomaquia de los nazis y de los alemanes en su conjunto) e inmensa ternura por el sufrimiento de miles y miles de personas, entre las que esta F. Sobotta (q.e.p.d). No puedo entrar en lo que fue el proceso interior de J. Ratzinger, cómo vivió el fin de la guerra, cómo respondió a la paz…, aunque he leído algunos de sus libros de “memorias”. Es evidente que hay un secreto que sólo él conoce, una herida que resulta difícil de curar, a pesar del paso de los años.
No quiero aquí hablar de Ratzinger, sino de un “colega”, que pasó por las mismas circunstancias…, que fue mi amigo íntimo el año 1968, en Geesthacht, junto al Elba, cerca de Hamburg, en Alemania. Tenía la misma edad de Ratzinger, pasó por los mismos trances, se hizo también sacerdote…
Estuvimos dos meses juntos, solos en la casa parroquial, con una Hausfrau que nos hacía la comida y limpiaba la casa. El tenía necesidad de hablar, yo necesidad de mejorar mi alemán, estábamos encargados de la parroquia de un cura genial (Kurt Novak), que nos dejó dos meses de verano solos, amos de la casa, mientras él resolvía otro problemas y disfrutaba sus vacaciones. Ese fue mi “bautismo” en Alemania, con un colega de Ratzinger, que me compró su libro recién salido del horno: Einführung in das Cristentum (Introducción al Cristianismo). Desde entonces he vivido con el recuerdo de Ratzinger, de su historia personal y de su libro.

F. Sobotta y la Introducción al Cristianismo de J. Ratzinger

Mi primer encuentro con Sobotta fue más bien de timidez. Él era tímido, yo corto en buen alemán. Pero pronto coincidimos en muchas cosas: Paseamos en barco por el Elba, comimos helados (¡cómo le gustaban!), dirigimos catequesis de niños, hicimos teatro (yo como ayudante suyo)… y hablamos.
Él era también de los niños de la guerra. Debía haber nacido el mismo año que Ratzinger (1927), de una familia alemana, pero de ascendencia eslava, como tantas otras. Quizá por eso era alemán de un modo exagerado, antinazi pero inmensamente alemán, exageradamente alemán, con todo lo bueno que eso implica, pero con sus riesgos (y con su remordimiento).
Había sido un buen estudiante, amaba a Alemania, y sintió que era lógico que le llevaran a la guerra, durante dos largos años, como auxiliar en una división de tanques…Acabó la guerra, parte de su familia había muerto. Llevaba el alma rota. Entró jesuita: Había que resolver el problema que había causado la guerra, la violencia, el horror, lo sabido y lo reprimido, todo.
Como el curriculum de los jesuitas es más largo y había pasado por medio la guerra (sin recuperar cursos, como había hecho Ratzinger), estaba terminando entonces su carrera, con 41 años (yo era algo más joven). Entró jesuita tras la guerra, con necesidad de ordenar su vida y de ofrecer su contribución al mundo nuevo que parecía surgir de las ruinas. Se había ordenado sacerdote, había trabajado de formador y acababa de publicar su tesis doctoral en teología, que me enseñó y me regaló con euforia:

Franz Sobotta, Die Heilswirksamkeit der Predigt in der theologischen Diskussion der Gegenwart (Trierer Theologische Studien. Band 21, Trier 1968)

Sobotta. Precisamente entonces terminaba su “curriculo” escolar… y podía quizá dedicarse a enseñar, en alguna universidad del entorno germano (quizá en Innsbruck).
Sin embargo, Ratzinger, con su misma edad, casi como niño prodigio, tras la guerra (véase el pos citado ayer http://blogs.periodistadigital.com/admin/b2edit.php?action=edit&post=279074)) había hecho una carrera meteórica: Profesor de Teología en Bonn…, consultor del Vaticano II, luego profesor en Tubinga, donde acababa de impartir un curso famoso sobre el cristianismo, para alumnos de todas las facultad, en el Semestre de verano (Sommersemester) del año 1967 (semestre que va del 1 de abril al 30 de septiembre de ese año).
El “texto base” de ese curso apareció a primeros del año 1968, con el título ya dicho de Introducción (Einführung) al Cristianismo. Sobotta lo tenía en la mano la primera vez que lo ví y me explicó el título: Es una Einführung (me dijo), como si Ratzinger fuera (y era) un “Fuhrer”, un guía del camino que lleva no a la Nueva Alemania (Hitler), sino al Cristianismo. Así veía él a Ratzinger, su colega, como un Führer, un Introductor en el Cristianismo.
El primer día que fuimos a Hamburg, en la librería teológica de la calle Jungferstrasse, se empeñó en comprarme el libro. Lo tengo todavía aquí, en las manos. Es la reedición del 2 de julio de ese mismo año (1968), compuesta por los ejemplares 21 al 27 mil. ¡Un éxito increíble! Veintisiete mil ejemplares vendidos en menos de medio año.
Así perfeccioné mi alemán, leyendo a Ratzinger y dialogando con su “colega” Franz Sobotta, cuya tesis apenas acabé de leer, aunque hablamos mucho de ella. Iba en la línea de la Teología de la Palabra (de la Escuela de Innsbruck) y retomaba motivos de la disputa jesuítica del siglo XVI-XVII, sobre el tipo de causalidad formal y material (de palabra y de gesto) de los sacramentos.

Ratzinger, Sobotta y la Guerra

Sobotta estaba orgulloso de Ratzinger, que era como él, de los niños de la guerra, y se había convertido en la promesa de la nueva teología católica alemana, un hombre ya famoso, con 41 años, a pesar de que le hubiera costado reaccionar ante los problemas de ese año (estábamos en julio-agosto, veníamos de mayo del 68) en la Universidad de Tübingen: ¡Tiene que seguir aprendiendo!, me decía.
Pero, además de la teología Ratzinger (a quien Sobotta había escuchado y saludado el año pasado en Tubinga), hablábamos de la guerra. Además, en ese momento, a mí me importab más el DTR del AT.
Pero él me hablaba, casi todos los días, de su vida, y de la teología de Ratzinger, a medida que iba reescribiendo con muchos colores el libro. Casi siempre estaba nervioso. En el fondo de su sonrisa escondía una inmensa melancolía y tristeza, un dolor constante: El dolor de la guerra, el no poder asimilar lo que había pasado, en los años anteriores, y después en la división de tanques, cuando era sólo adolescente, en los dos años de guerra, acompañando la retirada, la gran derrota de Alemania… con millones de muerto en medio.
«Es algo que no podéis comprender, me decía. Fue una locura, que no he logrado asimilar… Me llevará toda la vida ir entendiendo lo que pasó, lo que he pasado… Nosotros, los de la guerra, necesitamos un “sacramento” distinto, un sacramento de sanación, que nos permita recuperar el sentido de la vida, pedir perdón y perdonar, todo a la vez… y vivir con ternura, esa ternura que yo creo ver en tu vida…».
Yo le decía que quizá entendía… que el tema de la guerra estaba en la Biblia (yo acababa de hacer un trabajo sobre el Apocalipsis, con A. Vanhoye, hoy Cardenal de la Iglesia). Le decía, además, que también yo era un hijo de la guerra española.
Pero me decía que era distinto. Que mi guerra no había sido mía, sino de mis padres… Que no había nacido, que no había estado, que no había tenido que escoger…
Yo le respondía que no, que él no tenía la culpa de nada, que había sido sólo un adolescente obligado… Que todo había pasado.
Me respondió que no era así. Que él, y otros como él (incluido su colega Ratzinger) no habían sido nazis, pero que en el fondo sabían lo que estaba pasando, y de algún modo colaboraron.
No, no habían sido nazis, pero buscaban la Gran Alemania… y pensaban que en el fondo lo de los nazis podría ser un pequeño episodio… al servicio de la Gran Alemania. Terminarían los nazis, seguiría Alemania como el Gran Imperio, por encima del comunismo de Rusia y del capitalismo de los ingleses y americanos… Ellos, la gran Alemania serían el futuro de la humanidad. Teníamos que habernos opuesto de alguna manera, y no lo hicimos… Nos obligaron, pero nos dejamos llevar y, de alguna manera, colaboramos
¿Qué podemos decir hoy a los jóvenes? Su obsesión eran los jóvenes bastante numerosos de la parroquia, muchachos de quince a dieciocho años, monaguillos, cantores. Había que decirles algo distinto, y no sabía si él (y gente como él, que habían ido a la guerra, que no se habían opuesto de un modo racial) podían decir algo a los nuevos jóvenes, divididos entre el boque comunista (allí mismo a pocos kilómetros, casi se podían ver las torretas de vigilancia) y el fantasma del colonialismo americano, del nuevo capitalismo que lo estaba invadiendo todo.


 

 

 

3 JMJ . Sobotta y Ratzinger. De la guerra y teología a la JM de la Juventud


Blog de Xabier Pikaza, 16.08.11

En el último post he quedado hablando de mi amigo F. Sobotta y de J. Ratzinger, en relación a la guerra. Era el año 1968, año crucial en la historia de occidente. Yo acababa de pasar en Roma el mayo del 68, más suave que el de París, pero también intenso.
Sobotta había publicado su tesis sobre el poder salvador de la Palabra y del Sacramento; Ratzinger estaba vendiendo por miles su libro de Introducción al Cristianismo.
Sobotta me dijo que Ratzinger no podía resistir en Tubinga, y que había pedido el traslado a una Universidad tranquila y clerical (Ratisbona); me dijo que era una pena, que debía haber quedado en Tubinga, en medio de la vida, entre los retos de la nueva juventud, en vez de retirarse. Era una pena, añadió Esa decisión de dejar Tübingen podía significar una renuncia a entender a la juventud.
Por su parte, él, Sobotta, no sabía todavía lo que sería de su vida. Ya sabes, me decía, tú puedes optar en tu orden religiosa… Yo, como jesuita, estoy a la espera de lo que me digan. Me gustaría enseñar en una Universidad, pero no sé si tengo salud, no sé si puedo aguantar el peso de la guerra todavía no resuelta... No, no he resuelto el tema de la guerra, el sentido de la paz, lo que tiene que ser el Sacramento de la Iglesia en el futuro de la humanidad. Ratzinger me ayuda con su libro, pero no sé si tengo una respuesta.
Y así seguimos hablando de la juventud, de lo que podía esperarse de ella, de lo que podíamos ofrecerle nosotros (en especial Ratzinger, y él mismo). Éstas fueron unas conversaciones que hoy, pasados 43 años, resultan luminosas, en especial, a la luz de la JMJ, de la Jornada Mundial de la Juventud, que va a celebrar en Madrid J. Ratzinger.

Un ejemplo de juego, el teatrillo

En vez de recordar las teorías de las que hablábamos en largas sobremesas y paseos (Trinidad, Sacramentos…), quiero citar dos anécdotas. Una de juegos, otra de muerte.
Sobotta era capaz de pasar mucho tiempo con los niños. Recuerdo con inmensa nostalgia gozosa las viajes en barco por el Rin, con los jóvenes de la parroquia, para descubrir el poder del agua y el viento, el paso de las inmensas gabarras por las esclusas, el olor a carbón que venía (me decía) desde Checoeslovaquia.
Pero recuerdo en especial una sesión de teatro, de juegos de ilusión que él preparaba con gran cuidado. Tenía una maletita de “mago” y sabía representar algunos juegos preciosos de magia, que después explicaba a los niños y jóvenes, dejándoles participar en ellos.
Un día preparó el juego del nudo mágico con una cuerda especial que se tiraba de los extremos y agarraba (apretaba) cualquier objeto. Fue haciendo nudos y los niños y jóvenes, muchachos y muchachas, apretaban contra una mesa, una mano, lo que fuera. Después hacía otros nudos “iguales”, pero que al apretarse se soltaban.
Pues bien, quiso probar de verdad con uno de esos nucos que tenía magia. Llamó a un muchacho que no tuviera miedo y se lo puso en el cuello, hizo silencio, tocó el tamborcito, y me mandó apretar con fuerza, sin miedo… Yo, por si acaso, apreté, con bastante fuerza, pero no con toda la que podía… El nudo no cedió, el muchacho abrió la boca dando un grito, con la lengua fuera… Sobotta corrió, deshizo el nudo y el muchacho empezó a respirar.
Durante un rato, Sobotta quedó sombrío… Pero después se animó y dijo unas palabras que nunca he olvidado:
-- Muchachos, me ha fallado el nudo… No sé por qué, pero me ha fallado. Esto quiere decir que no se puede jugar con cosas peligrosas, nunca, por nada… No se puede jugar a los héroes, ni a la guerra. Ya sabéis, nosotros, los mayores, hemos jugado a la guerra… y sabéis lo que paso ¿verdad? Me vais a prometer que seréis creadores de paz, todos vosotros…

Un ejemplo de muerte. Un hombre de las SS que mataba judíos

Un día me dijo: “Vamos a casa de Rudolph, ha sido de las SS, pero creo que se puede hablar con él… Es católico y necesita hablar con curas”.
Fuimos una vez, estuvo muy amable, nos puso champán, oímos la mejor música, hablamos de cultura alemana y española. Había leído a los clásicos, era de conversación brillante.
Volvimos a los dos días, pero esta vez salió a flote el lado duro, siniestro, de su vida. Nos hizo beber champán con aguardiente, copa tras copa (aunque Sobotta y yo sólo mojábamos los labios). Cuando estaba ya casi borracho nos fue contando su vida con la SS. Conservo unos apuntes que podría recordar… Resumirá lo más importante:

1. Primero fue el deseo del triunfo de Alemania sobre otros países y sistemas
2. Luego vino la necesidad de un régimen fuerte, como el de los Nazis, para limpiar lo que estaba sucio… Era evidente que no se podía seguir en manos de comunistas y judíos, que destruían la identidad de Alemania
3. Después vino la guerra, que era necesaria… una forma de regeneración de Alemania, en el centro de Europa, como poder dominante

Yo no dije nada, no podía argumentar, por mi alemán, por mi situación en la casa… Pero vi que Sobotta se ponía pálido… Le preguntó:
-- ¿No sentiste nunca problemas? ¿No descubriste algún día que había que parar, que ese no era el camino?
El oficial de las SS, que no era peor que otros (sino, quizá, mucho mejor), estuvo un momento en silencio. Entonces nos dijo:

-- Un día sentí que aquello no podía seguir. Llevábamos a unos niños judíos, quizá cien, para un convoy… Eran los últimos meses de la guerra. Habían cortado las comunicaciones con el campo… Y entonces nos mandaron que los matáramos allí mismo.
Sobotta le preguntó si lo hicieron.
El oficial de las SS contestó llorando, borracho, que sí, que lo hicieron. Mataron allí mismo a los niños, con sus metralletas de repetición, a todos. Desde aquel día quedó como loco, deambuló sin rumbo por los pocos meses que quedaron de la guerra, hasta que llegaron los ingleses. Estuvo en un campo de concentración… Pero al cabo de un par de años le soltaron, no podían condenar a todos los que habían sido de las SS.

No podemos ser educadores de una nueva juventud

No volvimos más a casa del oficial de las SS. Ni él nos invitó, ni teníamos ganas de volver. Quizá le bastaba con haber dicho lo que dijo, a modo de confesión. Sobotta me comentó:
--No, la mayor parte de los alemanes no habríamos llegado a ese extremo… Pero en la línea de nuestra guerra se podía suponer que había extremos como ese. No sabíamos del todo lo que pasaba en los campos de concentración, pero podíamos informarnos si queríamos… y en el fondo sabíamos lo que pasaba, pero no nos informamos... no lo hicimos, tampoco nosotros, los jóvenes de la guerra… Nos arrastraron, nos engañaron. Pero en algún sentido nos dejamos arrastrar… No nos plantamos, no dijimos que “no”, de algún modo colaboramos.
Yo le quise responder amablemente, diciéndole que todos estamos de algún modo implicados en la historia de pecado, que nos envuelve… Le cité incluso el tema del Pecado Original en San Pablo…
-- No, Xabier, no me consueles con eso. Sé lo de San Pablo… Sé que la mayor parte de nosotros, la generación de Ratzinger y la mía, éramos buenos. No, no somos directamente culpables… Pero no tuvimos la valentía de mirar y de ver… No, no matamos niños judíos, la mayoría de nosotros no llegamos ni siquiera a disparar en la guerra… Pero no nos opusimos, no quisimos saber lo que había en el fondo. Luego hemos aprendido mil cosas de teología. Ratzinger sabe mucho sobre San Buenaventura y la Trinidad. Yo conozco casi todos sobre los sacramentos… pero en el momento de la verdad no aprendimos. Jesús no habría ido a la guerra como nosotros fuimos. No hemos sido una generación radicalmente cristiana, por eso no podemos enseñar de verdad a los que ahora son jóvenes. Hace falta que venga otra gente, que no haya estado implicada en esto, quizá de otros continentes... Yo he estudiado con compañeros jesuitas de América, de Asia... Quizá ellos puedan decir una palabra que nosotros no podemos.
Volví a decirle que “no”, que no tuviera miedo… Que él y su gente habían tenido ocasión de aprender para transmitir una forma distinta de vida, para enseñar a los jóvenes aquello que no se puede hacer, que él lo estaba haciendo muy bien, que yo le admiraba…
-- No, no me digas eso, Xabier. Yo tendré que enseñar, y enseñaré, si Dios quiere... y si tengo salud. Enseñaré a la juventud y procuraré decir que no se dejen engañar, que sean libres... Sabes, en Innsbruck y en Tübingen he encontrado gente que quiera saber de verdad, de otros países... Los he visto sobre todo en Frankfurt, en la facultad de los Jesuitas. Vienen a aprender y nosotros, los alemanes, podemos enseñarles muchas cosas. Pero nunca podremos decir la última palabra… Esa palabra nueva, para la nueva juventud, tendrá que decirla alguien que no ha pasado por nuestra historia… Alguien que puede hablar de paz sin sonrojarse, alguien que puede hablar de comunión universal, entre todos los pueblos, sin haber pasado por el sueño de la Gran Alemania.
-- Pero vosotros no habéis sido nazis, no habéis matado niños judíos, no…
-- Ya lo sé, yo me habría dejado matar antes de disparar a los niños… Yo no he sido nunca nazi, ni Ratzinger, ni la mayoría de los teólogos. Pero no supimos ver, en el fondo, no quisimos ver… Somos una generación “enferma”. No, no somos malos, pero estamos enfermos… Por eso, en el fondo… o nos desesperamos o buscamos de nuevo el orden, el orden… organizar las cosas, dirigirlas desde arriba, como en el ideal de la Gran Alemania. La nueva Iglesia tendrán que hacerla otros.

Conclusión

Esa fue la historia de mi encuentro con F. Sobotta, el colega de Ratzinger, durante dos meses intensísimos, en Geesthach, junto al Elba, en Alemania.
Franz Sobotta murió poco después, sin ser el profesor que esperaba ser, para hablar de los sacramentos cristianos. Así me lo dijo por carta Herr Kurt Novak: “Una angina de pecho, ha muerto”. Sería angina de pecho, pero él y yo sabíamos que moriría de tristeza, de dolor por Alemania, de nostalgia por una juventud perdida… Dios le quiso en su gran Río de Vida. Descansa en paz, Franz.
En contra de lo que pensaba Sobotta, Joseph Ratzinger pudo ser no sólo profesor brillante en Ratisbona, sino obispo, cardenal, directos de la Congregación de la Doctrina de la Fe, y finalmente Papa. Él viene estos días a Madrid, como gran líder de la juventud. Me gustaría que pudiera hablar con F. Sobotta sobre lo que se puede y debe decir a los jóvenes.
También a mí me gustaría hablar con Sobotta, invitarle a caminar por los maizales de las vegas de Castilla, subir con él algún monte de Euskadi… Me gustaría que me hablara de los jóvenes y que me dijera lo que piensa sobre la JMJ de su colega J. Ratzinger, ahora Benedicto XVI.

 

Benedicto XVI agita el avispero


Alejandro Gutiérrez
Proceso, 14 de agosto de 2011

La visita de Benedicto XVI a España en los próximos días no será bien recibida por todos. Además de los opositores laicos hay hasta sacerdotes que se oponen a ese viaje papal… y las razones son eminentemente económicas: la onerosa gira del jerarca será sufragada en buena medida con dinero público de un Estado laico; el resto viene de las aportaciones de algunos de los hombres más ricos de España que, por cierto, obtendrán enormes exenciones impositivas por su mecenazgo, lo que hace recaer el costo final en los de siempre, los españoles que se siguen aproximando a la pobreza tercermundista pese a pagar puntualmente sus impuestos.

MADRID.- “El señor Emilio Botín, presidente del Banco de Santander”, dice el arzobispo de Madrid, Antonio María Rouco Varela, presidente de la Conferencia Episcopal Española (CEE), a modo de presentación cuando el banquero más influyente de España toma la mano del Papa Benedicto XVI y le hace una reverencia.
–¡Ah! El Santander… muchas gracias… – responde el Papa.
–Gracias, santidad. Estamos encantados de colaborar –responde el hombre que encabeza ese grupo financiero que ocupa el puesto 12 entre las entidades bancarias, con presencia en 40 países –en México es el tercero por su volumen de operaciones– con 130 mil empleados alrededor del mundo y cuya fortuna personal sobrepasa los 2 mil millones de euros.
El encuentro ocurrió en una audiencia privada en el Vaticano el 2 de julio de 2010 con 35 de los hombres más ricos de España, propietarios de las principales multinacionales del país y que forman la Fundación Madrid Vivo, en cuyo portal de internet está el video con la escena arriba descrita.
En esa audiencia Benedicto XVI les agradeció a los empresarios las millonarias aportaciones para la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ) 2011 que se celebrará del martes 16 al domingo 21 próximos en esta capital. El agradecimiento especial a Emilio Botín se debió a que su fundación (la Marcelino Botín) hizo la mayor aportación al programa de inscripciones de dichas jornadas.
Además de Botín, entre los “mecenas del Papa” –como se les llama en los círculos políticos y financieros– estaban Íñigo de Oriol, de la Fundación Iberdrola; Jorge Calvet, de Gamesa; Borja Prado Eulate, de Endesa; José María Entrecanales, de Acciona; Antonio Vázquez, de Iberia; Santiago Ybarra, de Vocento y Felipe Benjumea, de Abengoa, entre otros.
También besó la mano de Benedicto XVI el presidente de OHL, Juan Miguel Villar Mir (con una fortuna de más de mil millones de euros según el libro Riquísimos, de Jesús Salgado). Además de España la constructora OHL tiene presencia en 30 países –de donde obtiene 44% de sus beneficios– y considera a México un “objetivo geoestratégico” para su crecimiento. En este país ya obtuvo contratos gubernamentales para obras de infraestructura en el Estado de México, el Distrito Federal y Puebla, según su portal de internet.

Recursos públicos

La próxima visita papal a España no tiene contentos a todos. Organizaciones como el Foro Curas de Madrid (FCM) y Europa Laica han denunciado el alto gasto que significará ese viaje: se habla hasta de 100 millones de euros con dinero empresarial pero también con fondos públicos. Europa Laica encabezó un manifiesto de rechazo, junto con 140 organizaciones y sindicatos.
El cardenal Rouco trató de acallar esas críticas declarando que “no hay cosa más económica que rezar”, durante la conferencia de prensa del 26 de mayo pasado. La CEE ha tratado de convencer que la JMJ y la presencia de “hasta dos millones de jóvenes de todo el mundo no le costará nada al gobierno” y por el contrario, generará una derrama económica calculada en “100 millones de euros”.
Hasta ahora el gobierno español ha aportado 25 millones de euros, 30 millones más provienen de la comunidad y del Ayuntamiento de Madrid; los empresarios pusieron otros 25 millones de euros y el resto se prevé que saldrá de las aportaciones de los jóvenes que asistan a la JMJ, sin contar con las subvenciones de otras comunidades como Valencia, Cataluña o Castilla La Mancha, dio a conocer Europa Laica.
El 17 de junio el Consejo de Ministros autorizó el uso del aeródromo militar de Cuatro Vientos y la “expropiación temporal” de todos los terrenos aledaños para realizar obras de acondicionamiento para la eucaristía, el evento central de la visita papal.
Se han cedido más de 300 escuelas públicas y centros deportivos para el alojamiento de los peregrinos, por lo que directivos y conserjes no disfrutarán sus vacaciones de agosto. Muchos jóvenes acamparán en el parque de El Retiro, tendrán transporte sin costo y asistencia gratuita a museos.
Para la vigilancia los gobierno central y de Madrid dispondrán de 10 mil policías nacionales, guardias civiles y municipales; además estarán disponibles todos los trabajadores de protección civil, emergencias y de limpieza, entre otros.
Emilio Silva, presidente de la Asociación de la Memoria Histórica (AMH) criticó que el gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero se haya “volcado” en “apoyar con recursos públicos la visita pastoral del jerarca”.
“Veo detrás de esta visita un gran acuerdo político empresarial con la Iglesia: es una paz comprada”, dice Silva, al analizar las confrontaciones del gobierno socialista y la Iglesia al ser aprobadas leyes como la del aborto, los matrimonios homosexuales, la asignatura Educación para la Ciudadanía y la conocida como Ley de Muerte Digna.
“Esta paz comprada es: Te apoyo en la visita del Papa, no presento la reforma de la Ley de Libertad Religiosa y cedo a todos tus caprichos y tú, Iglesia, a cambio bajas la presión contra mi gobierno”, sostiene Silva en entrevista con Proceso.
También condenó que Carlos Dívar, presidente del Tribunal Supremo y del Consejo General del Poder Judicial, haya escrito en el diario ABC el artículo “No desaprovechemos este regalo”. “Este mundo cansado y agobiado por mil problemas sólo tiene una solución: Abrid las puertas a Cristo”, escribió la máxima autoridad del Poder Judicial español con motivo de la JMJ.
“Es suficiente para que sea destituido del cargo. Estamos en un Estado aconfesional”, dice Silva.
El artículo de Dívar, el apoyo sin cortapisas del gobierno y la participación de Madrid Vivo, afirma, “representan una metáfora que explica la mezcla que hay en España entre lo público y lo privado, la mezcla que hay entre la religión y los asuntos de Estado. La clase política no ha sabido establecer las líneas divisorias”.

Nace Madrid Vivo

En febrero de 2009, durante una comida en la residencia de Rouco, el abogado Javier Cremades le propuso al prelado crear una fundación para que la clase empresarial pudiera colaborar con el arzobispado de Madrid en iniciativas sociales, culturales y educativas. En la reunión también estaban Gerardo Díaz Ferrán, presidente de la Confederación Española de Organizaciones Empresariales, y Arturo Fernández, de la Confederación Empresarial de Madrid.
El objetivo de la fundación sería la “promoción de valores espirituales a través de distintas iniciativas sociales”, señalan en su sitio web. Rouco aceptó la oferta y propuso el nombre de la fundación: Madrid Vivo.
En la ruta de esta nueva fundación ambas partes impulsaron el nombramiento de Rouco como su presidente honorario… y éste sugirió que la primera actividad fuera la financiación de la visita a Madrid de Benedicto XVI con motivo de la JMJ.
Al registrar la Fundación, menos de un mes después, el 5 de marzo, la presidencia ejecutiva recayó en un hombre emblemático para el mundo de la empresa y de la Iglesia: Íñigo de Oriol, presidente de la fundación Iberdrola y antiguo mecenas de los Legionarios de Cristo. La secretaría ejecutiva recayó en Cremades, presidente del despacho Cremades y Calvo Sotelo, cuyos clientes son muchas de las multinacionales españolas.
En una segunda comida en la residencia de Rouco, en mayo de 2009, con la premisa de que la JMJ era un “gran escaparate global para España y sus empresas”, se unió como Patrono Fundador el banquero Emilio Botín y, días después, César Alierta, presidente de Telefónica.
Con la firma de estos patronos al final de las cartas de invitación, que son las cabezas de las dos entidades más poderosas de España, la respuesta de aceptación de otros empresarios fue inmediata. Rouco consiguió integrar el “mecenazgo espiritual del “Ibex 35”, nombre surgido de un reportaje del semanario El Siglo de Europa (marzo de 2010) que se refiere a que la mayoría de los mecenas cotizan en la bolsa española (Ibex 35).
El 4 de noviembre, a su tercer encuentro, esta vez un desayuno en el Hotel Villa Magna, acudieron los principales hombres de empresa del país; ahí se les puso al corriente de la financiación del encuentro juvenil y la importancia de que en una situación de crisis como la actual es necesario incidir en el carácter positivo de los valores de la juventud, explica a Proceso una fuente enterada de los pormenores del acto.
Además de Rouco, De Oriol, Botín y Alierta acudieron los máximos capitanes de Endesa, Iberia, Bankiter, FCC, Gamesa, Banesto, Sacyr Vallehermoso y OHL, entre muchos otros.
Además de las multinacionales, el presidente de la CEE se ha reunido con otras asociaciones de empresarios de menor peso, a los que ha explicado los beneficios fiscales que entraña financiar un evento de estas características.
Esto gracias a la intermediación de La Moncloa: El grupo parlamentario del PSOE presentó el 27 de octubre de 2009 una enmienda al artículo 27 de la ley 49/2002 de régimen fiscal de las entidades sin fines de lucro e incentivos fiscales al mecenazgo, con el fin de declarar la visita del Papa como un “evento de excepcional interés público”.
Eso permite a las multinacionales de Madrid Vivo obtener exenciones fiscales de hasta 80% de su inversión en los actos.
El presidente de la organización Europa Laica, Francisco Delgado sostiene, en entrevista con este semanario, que “las empresas podrían hacer donativos en forma privada, pero cerrar la pinza con la Iglesia para obligar al Estado español que declare la visita del Papa como de naturaleza especial para conseguir exenciones fiscales pudiera constituirse en un presunto delito, porque a eso no puede llamarse mecenazgo”.
“Por supuesto, Europa Laica los condena y condena al gobierno que permite ese dispendio en épocas de crisis”, dice.

Curas de Madrid

En junio pasado el Foro Curas de Madrid, integrado por 120 sacerdotes de las zonas más desfavorecidas de la Comunidad de Madrid, hizo público un crítico documento sobre la visita del Papa: “Los mecenas de Rouco”. En él señala que “el costo económico del evento es muy alto y creemos que no se compagina con el estilo de Jesús en el Evangelio”.
Dicen que para hacer posible la visita de Benedicto XVI “ha sido necesario un pacto con las fuerzas económicas y políticas que refuerza la imagen de la Iglesia como institución privilegiada y cercana al poder, con el escándalo social que ello supone, particularmente en el contexto de la actual crisis económica”.
Escándalo originado también “al comparar la facilidad con que los poderes públicos financian este acontecimiento por un lado y, por otro, con tantos recortes en recursos económicos y en derechos sociales como se está exigiendo a la mayoría de los ciudadanos”.
Critican que las empresas que cotizan en la Bolsa de Valores española ganaron 50 mil millones de euros en 2010, 23% más que durante 2009. De esos beneficios más de la mitad se lo repartieron cuatro empresas: Telefónica, Grupo Santander, BBVA y la petrolera Repsol, dicen los sacerdotes citando un reportaje de rebelión.org.
El caso de Telefónica es más significativo: En 2010 obtuvo un beneficio neto de 10 mil 167 millones de euros, un incremento de 30.8% respecto el año previo, un récord de reparto de dividendos en plena crisis.
No obstante el 13 de abril pasado, en su convención de inversionistas celebrada en Londres, los directivos de Telefónica anunciaron que reducirán 20% su plantilla de trabajadores en España, unos 6 mil 500 empleados. La empresa intentó infructuosamente que el gobierno sufragara las subvenciones de desempleo para esos trabajadores, es decir, el uso de recursos públicos para el pago de una decisión netamente empresarial.
En contraste, los ejecutivos han incrementado sus dividendos. Por ejemplo Ignacio Sánchez Galán, de Iberdrola, recibió más de 3 mil millones de euros en 2009 por “gratificaciones por consecución de objetivos”.
En 2010 los sueldos de los principales directivos se incrementaron 20%. Alfredo Sáenz, consejero delegado de Santander ganó 10 millones de euros de retribuciones; Sánchez Galán llegó a 5.34 millones y el presidente de BBVA, Francisco González alcanzó 5.31 millones (éste ganó 16 millones de euros en 2008, cuando exigía al gobierno el congelamiento salarial). Como institución, Santander volvió a ser la entidad que mejor retribuyó a su consejo de administración con casi 40 millones de euros, 13.4% más que en 2009.
FCM advierte que buena parte de las empresas involucradas en el mecenazgo de Ratzinger tienen una “fuerte presencia en América Latina”, que como región “se ha constituido en objetivo estratégico para la expansión de los negocios de las grandes empresas españolas”.
Consideran que el balance de esa presencia “es negativo” por los daños ambientales, desplazamientos forzados de comunidades, alzas de tarifas y deficiencia de los servicios públicos privatizados, el deterioro de los derechos laborales, expolio de los recursos naturales y persecución a las organizaciones sociales y sindicales, dicen citando un seminario organizado por el Colegio de Abogados de Oviedo en noviembre de 2010.
Así, el mercado latinoamericano aportó en 2005 49% de los beneficios de BBVA, 35% de los de Santander, 41% de los de Telefónica, 45% de los de Repsol y 23% de los de Endesa.
Los ingresos latinoamericanos de estas empresas equivalen a 5.2% del PIB español, dicen los curas madrileños citando al periodista José Luis Barbería, de El País.
Asimismo denuncian que “las empresas españolas tienen 6 mil millones de euros en paraísos fiscales: Islas Caimán y Panamá son los refugios preferidos para evadir impuestos”.
En 2008, 24 de las 35 empresas del Ibex35 operaban en paraísos fiscales y un año después, en 2009, el número aumentó a 28, dicen.
En 2007 Santander tenía 33 sociedades en paraísos fiscales con un capital total y reservas por 5 mil millones de euros. Y BBVA tenía 23 sociedades filiales en esos enclaves, según la Securities Exchange Commision de Estados Unidos.
En 2010 “experimentaron un crecimiento vertiginoso”, explica FCM al citar un informe del Observatorio de Responsabilidad Social Corporativa: 82% de las empresas del Ibex35 tiene empresas filiales o participadas en paraísos fiscales. Las empresas que mayor número de sociedades tienen domiciliadas en paraísos fiscales son Repsol YPF, Banco Santander, BBVA, Ferrovial, Gas Natural, Abengoa, Abertis, Inditex (Zara), Banco Sabadell y Telefónica.
Esto sucede en un país con 20% de desempleo, donde seis millones de trabajadores cobran menos de mil euros al mes, otros cuatro millones sobreviven con 570 euros (en promedio) al mes y donde hay 3 millones de adultos mayores cuya pensión oscila entre 350 y 600 euros.
Citando una carta pastoral de los obispos vascos, los curas de Madrid concluyen que “a estas empresas parece resultarles más rentable y más publicitario apoyar generosamente la JMJ y hacer grandes declaraciones sobre ‘los valores’ y la ‘espiritualidad’ que cumplir en justicia con sus obligaciones fiscales de ciudadanos”.

Ante todo, no molestar al Papa

Equipo Atrio, 14-Agosto-2011

 

El Vaticano y los obispos articulan sus relaciones con España de Estado a Estado – Las asociaciones laicas piden que el Gobierno evite participar en el boato católico

JUAN G. BEDOYA - Santander – El País - 14/08/2011.

Unos 40.000 jóvenes de todo el mundo asistieron ayer en el Fòrum de Barcelona a una misa celebrada por el arzobispo de la ciudad, Lluís Martínez Sistach, preparatoria de los actos de la Jornada Mundial de la Juventud que se celebrará en Madrid del 16 al 21 de agosto.
Banderas del Estado vaticano ondean ya por las calles de Madrid, enarboladas por jóvenes de todo el mundo. Vienen para participar en una fiesta religiosa convocada por Benedicto XVI en julio de 2008 en Sydney, al final de la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ) celebrada ese mes en Australia. Según los organizadores, los viajeros (más de un millón y mayoría de chicas, según cálculos oficiales) tienen una edad media de 22 años. Más de la mitad (58%) cuenta con estudios universitarios y el 73% viene a España por primera vez. Casi el 48% son estudiantes, el 40% trabaja y solo un 6% está en paro. Uno de cada 10 ya se ha casado. El 55% vive con sus padres. La mitad va a alojarse en polideportivos, colegios y albergues públicos (22%), en salones parroquiales (13%) o en casas de familias católicas (12%). El reclamo de su viaje no es turístico. Quieren aclamar al Papa de Roma, su único líder y guía. Por eso exhiben banderas del Estado de la Santa Sede, del que Benedicto XVI es monarca absoluto.
Pese a que viene en visita pastoral y tiene una agenda religiosa (misas, sermones, un viacrucis y una clausura espectacular en la base militar de Cuatro Vientos), el Papa va a ser recibido con honores de jefe de Estado por los Reyes, a los que visitará más tarde en el palacio de la Zarzuela. El presidente del Gobierno, José Luís Rodríguez Zapatero, acudirá a agasajarle en la nunciatura (embajada) del Vaticano, un coqueto palacio con generoso jardín en el norte de la capital.
El Gobierno desearía que el Papa limitase su actividad a la faceta evangelizadora -lo ha expresado en voz alta el ministro Jáuregui-, pero Benedicto XVI tiene previsto repasar en sus sermones los problemas a los que se enfrenta su confesión en España. Pronunciará nueve en cuatro días y execrará del laicismo y el relativismo de la sociedad española. También respaldará el resistente combate de los obispos contra varias leyes promovidas por Zapatero. Es la consecuencia de un principio que viene de lejos, según el cual Benedicto XVI y los obispos articulan sus relaciones en España de Estado a Estado y de poder a poder.
Por primera vez en la historia, decenas de prelados, liderados por el cardenal Antonio María Rouco, han salido a la calle en manifestación contra alguna de esas leyes, lo que irritó sobremanera al Ejecutivo y escandalizó a buena parte de la opinión pública. Centenar y medio de organizaciones laicas o ateas, además de Redes Cristianas, el Foro de Curas y la Asociación de Teólogos Juan XXIII, se manifestarán el miércoles para expresar su rechazo a esas injerencias del Estado vaticano y para reprochar al Gobierno el que se haya implicado con entusiasmo en apoyo, incluso económico, de la JMJ y de la visita del Papa. Su lema es De mis impuestos al Papa cero. Por un Estado laico. Apuestan “por la democracia y por las libertades, por la laicidad de las instituciones y por la eliminación de los privilegios jurídicos, simbólicos, políticos, fiscales, tributarios y económicos de los que goza la Iglesia católica oficial en España”.
El primado de Toledo, arzobispo Braulio Rodríguez, ha llamado “paletos” a quienes expresan esos reproches, afirmando que tal actitud no ocurre en “ninguna otra parte”. “Practican una laicidad radical y un secularismo peligroso para la moral”, sostuvo. Incluso el portavoz de la Conferencia Episcopal, Juan Antonio Martínez Camino, ha ahondado las descalificaciones. Los convocantes de la manifestación son unos “parásitos”, proclamó el viernes. Ayer le han replicado los organizadores. “Una parte importante de la jerarquía católica actúa con una preocupante soberbia (por cierto, pecado en su doctrina) que puede constituir, en algunas circunstancias, presuntos delitos por difamación. Además, algunas de las declaraciones pueden incitar a actos violentos de grupos fundamentalistas” dicen. Han enviado a la Fiscalía “esas peligrosas opiniones”.
Los movilizados por la laicidad del Estado exigen “a autoridades y responsables políticos” que les representen “independientemente de las creencias y convicciones individuales” y que eviten o no participen “en ceremonias y boatos estrictamente católicos en donde se llama a la intolerancia y al incumplimiento de la Declaración Universal de los Derechos Humanos y de leyes aprobadas por el Parlamento”.
Benedicto XVI, elegido papa en abril de 2005 cuando acababa de cumplir 78 años, viene por tercera vez a España. Estuvo en 2006 en Valencia para clausurar una jornada mundial de familias (la financiación pública de aquella visita está en los juzgados, enrarecida por el escándalo del caso Gürtel), y volvió en noviembre pasado como peregrino a Santiago de Compostela y Barcelona. Este viaje estuvo precedido de unas declaraciones en el avión que le traía a España, un país que, según el líder del catolicismo, vive un “anticlericalismo agresivo” y en un ambiente social casi prebélico. Lo explicitó asimilando la situación actual con la de la II República (1931-1936), a la que la mayoría de la jerarquía católica combatió con saña desde el principio, hasta bendecir como “cruzada” la criminal guerra de los militares alzados contra ella.
El Gobierno mostró entonces su extrañeza por la comparación, pero evitó la controversia. Pese a todo, cuando el Papa llegaba a Santiago, Zapatero estaba en Afganistán. La prensa católica le afeó incluso que no asistiese a la misa que se celebró en Barcelona. Finalmente, el presidente viajó allí para despedir al Pontífice. No se han producido desde noviembre desencuentros graves entre el poder político y la Iglesia católica. Ni siquiera ha habido ocasión, porque el Ejecutivo ha renunciado a varias promesas electorales firmes, como la de legalizar la eutanasia y reformar la ley de libertad religiosa. Los laicos acusan a Zapatero de haberse dejado “torcer el brazo por el Papa, el cardenal Rouco y el sector más rancio del catolicismo”. El Gobierno calla. Espera que el Papa no eche más leña al fuego estos días. Motivos de conflicto no faltan.

Otra oración para las JMJ

Floren de Estepa, 14-Agosto-2011
En su blog Cartujo con licencia propia nuestro amigo Floren acaba de publicar esta oración que encaja muy bien en el espíritu de quienes addamos por este ATRIO.

 

Oración de los Cristianos del espíritu del 15M

ante las Jornadas Mundiales de la Juventud


Dios y Padre bueno,
que nos amas y nos buscas.
A una porción de tu comunidad eclesial,
has convocado junto a la clase sacerdotal en Madrid
para que juntos bendigan tu nombre y al hacerlo,
se sientan aun más comunidad.
Otros miembros de la comunidad,
Padre de amor, nos negamos a celebrarte
de esta manera fastuosa, ritualista y programática,
pues nos da la sensación de que somos siervos de la ley,
y no siervos de tu Reino.
Queremos bendecirte Señor,
con la alegría que brota de nuestros corazones,
al saber que al morir en la cruz,
borraste de nuestro camino
los rígidos cañones de las leyes;
y nos llamaste a vivir en la libertad. ¡Bendito seas!
De los jóvenes cristianos y no tan jóvenes,
quieres que seamos unas personas sin jaula,
un grupo sin más constitución que la del amor,
el respeto y la solidaridad.
Quieres que seamos una especie cuya única norma
sea vivir con intensidad la vida.
En Ti y de Ti, Dios sin fronteras,
amor sin límites, vida oceánica,
aprendemos a caminar sin senda prefijada,
a vivir sin más ley que el amor libremente querido.
Unidos al rumor de los que nos narran su liberación
y esperando llegar al mundo prometido,
te aclamamos como Dios de nuestros corazones,
y solicitamos la asistencia de tu Espíritu
que es nuestro Espíritu,
pues nos alienta y anima a vivir una rebeldía espiritual
basada en la negación de lo preestablecido
y que subyuga las conciencias.
Somos muchos jóvenes, Dios y Padre;
los que estamos hastiados
de ser el objetivo de las reprimendas magisteriales
de los hombres vestidos de negro.
Demasiados siglos lleva nuestra iglesia católica,
haciendo del negro su bandera,
aun cuando en tu resurrección,
nos entregaste un sin fin de colores
fantásticos y llenos de energía,
para que cada cual eligiera el suyo
y así pudiera sentirse
efectivamente miembro de la comunidad cristiana.
Una comunidad con la cual soñamos,
y en la que jamás se vuelva a señalar al pecador con el dedo.
Ni se defienda al potentado,
ni se calle voces en pro de la buena diplomacia,
ni se pese al amor de unos en detrimento del de otros.
Una comunidad en la cual toda familia pueda integrarse,
teniendo el amor por bandera.
Una comunidad eclesial en la cual junto al evangelio,
podamos ser tolerantes y democráticos
en la libre elección de nuestros pastores o representantes.
Una comunidad donde cada mujer
pueda llegar donde puede llegar un hombre;
y aun mas alto.
Una comunidad sin magisterios obsoletos,
ni “monituns” recriminatorios hacia teólogos de libre pensamiento.
Una comunidad en la que se abrace
al que te adora –Dios de amor-,
con otro nombre u otra forma,
sin hacer acopio de absurdas verdades.
Una comunidad en la cual se tenga más en cuenta
el latido de nuestros corazones,
que la letra de la ley.
Esta es la comunidad que queremos,
Padre bueno y santo.
Y junto a nuestra admiración por Ti,
queremos manifestarte nuestra determinación
por seguir gritando a favor del reconocimiento
de la autentica persona de tu hijo,
Jesús de Nazaret.
Pues entregado hasta la muerte,
dio cumplimiento a la ley y los profetas
y acabó con la esclavitud de los mandamientos.
No antepuso norma alguna, por muy sagrada que fuera,
a los dictados de su fe.
Por lo cual, muchos se escandalizaron de El,
porque no era esclavo de preceptos,
ni se sujetó a la letra de la ley,
sino que se embarcó en la aventura de ser fiel al Espíritu.
Que este mismo Espíritu
que insufla valor al hombre y a la mujer
desde el comienzo de los tiempos,
nos ayuden a todos a ser
verdaderamente comunidad cristiana,
de los que se reúnen en tu nombre y aman sin reservas.
Así sea.


Pecado de lesa laicidad

Juan José Tamayo, 14-Agosto-2011

La visita de Benedicto XVI a España del 18 al 21 de agosto con motivo de la celebración de la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ), nueve meses después de la realizada a Santiago de Compostela y a Barcelona, demuestra la importancia estratégica que el Papa concede a España en el conjunto del catolicismo mundial para el desarrollo de su programa de restauración de la cristiandad. El viaje de noviembre pasado no logró el objetivo previsto, que era la presencia multitudinaria en torno a la figura del Papa como baluarte de un catolicismo beligerante con la modernidad, el laicismo, la progresiva secularización de la sociedad española y el avance de la increencia, sobre todo entre la juventud.
Pero el relativo fracaso del viaje anterior, lejos de disuadir al Papa y a los obispos españoles de repetir la experiencia, ha servido de acicate para intensificar los trabajos de propaganda y movilización de todos los sectores católicos para participar en la JMJ, cuya convocatoria no se circunscribe al territorio español, sino que se dirige a todo el orbe cristiano. El viaje se ha organizado en torno a la idea de la religión como espectáculo, representación teatral, fenómeno de masas y culto a la personalidad del pontífice, sin apenas componente religioso y espiritual, ni horizonte alternativo y transformador, ni dimensión mística y liberadora, que constituyen la verdadera naturaleza de la religión.
Recuerdo a este respecto el relato del primer libro bíblico de los Reyes sobre el profeta Elías. Tras 40 días y 40 noches vagando sin rumbo, el profeta llega al Monte Horeb y entra en una gruta donde pasa la noche. Dios le pide que salga de la cueva y permanezca de pie en la montaña porque va a pasar Él. Primero vino un viento fuerte e impetuoso, pero Dios no estaba en el viento. Luego pasó un terremoto, pero Dios tampoco estaba en el terremoto. A continuación apareció un fuego, pero Dios no se encontraba en el fuego. Por fin llegó el susurro de una brisa suave, y ahí sí se encontraba Dios (1Re 19,9-14). ¿Se encontrará Dios en los actos de papolatría de la JMJ?
Estamos ante un modelo de Iglesia muy distinto del movimiento igualitario de hombres y mujeres que puso en marcha Jesús de Nazaret y muy alejado de la revolución copernicana del Vaticano II que definió a la Iglesia como misterio, pueblo de Dios y comunidad de fe solidaria con los gozos y esperanzas, tristezas y sufrimientos. Entre los actos programados figuran todo tipo de celebraciones religiosas: vía crucis, misa en privado en la Nunciatura, confesiones, misas multitudinarias; encuentros con seminaristas, con profesores universitarios jóvenes, con religiosas jóvenes (a quienes se les exige llevar hábito); reuniones con el Rey y el presidente del Gobierno; comida con los cardenales y obispos de Madrid; visita a un centro de discapacitados. Pero no figuran encuentros, por ejemplo, con los “indignados” del 15-M, con los jóvenes desempleados -alrededor del 44% de la juventud española-, con los inmigrantes, con las mujeres maltratadas, con los desahuciados, con los vecinos de la Cañada Real, con los cristianos y cristianas de base, etcétera. ¡Otra ocasión perdida para compartir las esperanzas y los sufrimientos de los sectores más vulnerables de la sociedad y hacer realidad la opción por los pobres!
La preocupación fundamental de los organizadores se centra en conseguir la asistencia del mayor número de peregrinos venidos de todo el mundo para aclamar al Papa: un millón, millón y medio, dos millones… En eso va a residir el éxito o el fracaso del viaje. ¿Qué diferencia existe entre estas concentraciones y las de los años cincuenta y sesenta del siglo pasado en pleno nacionalcatolicismo? Unas y otras tienen el mismo espíritu y responden a similares objetivos: la reconquista católica de los sectores alejados de la fe y la ocupación confesional del espacio público, por ejemplo, la colocación de más de 200 confesionarios en el parque del Retiro, el vía crucis en la plaza de Cibeles, así como la misa y la vigilia de oración en el aeródromo de Cuatro Vientos.
Hay, con todo, una diferencia no pequeña entre aquellas manifestaciones y las actuales: vivimos en un nuevo escenario cultural, político y religioso; la religión católica tiene que respetar la laicidad del espacio público y vivir en la sociedad secularizada, como dijera Bonhoeffer, “etsi Deus non daretur”, como si Dios no existiera, sin las condiciones de plausibilidad que en épocas pasadas prestaban el Estado y sus instituciones al catolicismo, al menos aquí en España durante el franquismo.
Pero al llegar aquí me asalta una duda y me surge un interrogante: ¿en realidad se ha producido ese cambio de era al que me refería antes en el terreno político-religioso en nuestro país? Yo creo que no, y a los hechos me remito. Las diferentes Administraciones públicas, sean municipales, autonómicas o estatales, se postrarán de hinojos a los pies del Papa, y las instituciones educativas, sanitarias, policiales, culturales, urbanísticas e incluso militares se podrán a su servicio durante los días de la visita. ¿No es esto incurrir en un “pecado de lesa laicidad”?

Juan José Tamayo es director de la Cátedra de Teología y Ciencias de las Religiones de la Universidad Carlos III de Madrid y autor de Juan Pablo II y Benedicto XVI. Del neoconservadurismo al integrismo, RBA, Barcelona, 2011.

 

 

 

 

 

¿De qué nos hablará Benedicto XVI? ¿Qué desafíos

afrontará?


Religión Digital, Urbano Sánchez García,13.08.11

Ante la JMJ del 2011 y ante la visita de Benedicto XVI a Madrid, experimento gozo, temor y preocupación.
Gran gozo por los jóvenes cristianos que fortalecerán su fe, por las muchas vocaciones que surgirán para la vida sacerdotal y religiosa. Y porque la vida cristiana quedará revitalizada.
Un temor inevitable y que motiva mi oración: muchos aprovecharán la JMJ para atacar valores humanos y cristianos. Y porque para otros, la JMJ quedará reducida a un gran espectáculo triunfalista y de cristiandad.
Mi preocupación surge cuando pienso que antes, en, y después de la visita del Papa seguirán los mismos problemas en el mundo y los mismos desafíos para la Iglesia.
Tengo mucho interés por escuchar los mensajes que Benedicto XVI nos trasmitirá. Todavía leo con satisfacción cuanto nos dijo sobre Dios y sobre Jesucristo en Santiago y en Barcelona el año pasado. Pero queda un amplio margen para la sorpresa que nos proporcionará el Papa Ratzinger.
¿De qué nos hablará? Por mi cuenta he seleccionado todo un arco-iris posible de graves desafíos que hoy tiene planteado el mundo y, por tanto, la Iglesia. ¿Cuál de ellos quedará iluminado y profundizado por la palabra de Benedicto XVI? Espero con impaciencia.

EL ARCO-IRIS DE LOS GRANDES DESAFÍOS

Entre los innumerables, presento ocho de los grandes desafíos que en mi modesta opinión ocupan el primer lugar en la vida actual del mundo y, por lo tanto, la Iglesia. ¿Cuáles son?

1º La “mística”: un mundo humanizado, hogar-familia para sus moradores
Un mundo humanizado por la verdad, la vida digna, la justicia social, la libertad política y la paz fraterna es la mística que debiera motivar la conducta de toda persona. Y lograr que este mundo “mejor” se convierta en el marco histórico-cultural para el reinado de Dios, es el gran desafío para todo creyente y, especialmente, para el cristiano.

2º La condición: toda persona respetada y realizada La realización personal se centra en el desarrollo de las facultades, en la consecución de las metas propuestas y en el amor interpersonal. La autenticidad de esta realización depende externamente del disfrute de los derechos humanos que garanticen una vida digna. Por lo tanto, habrá que fomentar el profundo amor que el hombre siente por todo cuanto considera suyo, le impulsa al despliegue de sus facultades, al desarrollo de los valores elegidos, a la consecución de las metas propuestas y a la vida en comunión con las personas queridas.

3º Imprescindible: Dios aceptado y no rechazado ni manipulado La respuesta ante Dios admite el «no» del rechazo, la indiferencia, ignorancia, incongruencias, frivolidad, rebeldía, manipulación fanática... También el «sí» del respeto, la religiosidad, obediencia, confianza y la comunión hasta llegar a la amistad interpersonal. El católico, además de la respuesta religiosa y la teologal, goza de las riquezas, obligaciones y exigencias de su opción sacramental-eclesial por Dios.

4º El referente y la meta: Cristo y el Reino de Dios, presentes para humanizar el mundo
Resulta muy difícil imaginar una historia del mundo, una cultura universal y unas relaciones interpersonales sin el influjo de la religión cristiana que descansa en el máximo valor de la historia, en Jesucristo admirado por su personalidad genial, por la doctrina revolucionaria del reino Dios, el testimonio coherente de la persona libre que dio su vida por el amor a Dios y a los hombres. ¿La gran meta? Que Dios “reine”, (que esté presente), en cada persona y en las instituciones humanas con manifestaciones de verdad-sinceridad, justicia-respeto, paz-tolerancia, libertad sin esclavitudes, y de amor universal incluido el enemigo y los pobres con preferencia.

5º Protagonistas: los cristianos, coherentes seguidores de Jesús
La identidad de todo cristiano radica en vivir la fe en Cristo como opción fundamental, vivificada por el dinamismo de la gracia y orientada hacia la madurez y el compromiso vivido por el reinado de Dios. Prestemos atención al dinamismo del cristiano fruto de una «mística», de un compromiso radical ratificado e interiorizado. Esta mística con este compromiso arrancan de la dignidad bautismal, tienen su tronco en la comunión con Cristo y se manifiestan en la colaboración por difundir el reinado de Dios.

6º Urgente desafío: atraer a los alejados, a los bautizados paganizados
Cristianos en la infancia, paganos en la edad adulta y (algunos) católicos practicantes en la última etapa de la vida, es el triste panorama del cristianismo europeo. Al comienzo del XXI presenciamos el fenómeno gravísimo de la indiferencia religiosa con la fe perdida o dormida, con la sordera para lo religioso, pues Dios no interesa. El hombre occidental vive como si el Tú divino no existiera. ¿Dónde radica el problema de fondo? En la enfermedad del impulso religioso en quienes aseguran “yo ni robo ni mato”, pero les falta el sentimiento de culpa por las ofensas cometidas contra Dios y por el prójimo. Este sentimiento religioso de culpabilidad está enfermo, como dormido, aletargado. El hombre “sordo” está incapacitado para hablar con Dios El gran desafío, especialmente para la tarea evangelizadora de la Iglesia, es la de saber llegar a los alejados y atraerlos a la fe primera.

7º La utopía: unos católicos corresponsables en una Iglesia creíble
Desde una perspectiva histórico-sociológica, la Iglesia aparece hoy día como un valor controvertido y hasta despreciado. Entre las causas intraeclesiales sobresale el hecho de los pocos católicos coherentes y los muchos bautizados, (¿un 85%?), que se apartan de la práctica religiosa, o la critican sin compromiso o viven con una fe débil, “light”. También, porque ante esta situación tan grave, la Iglesia debe dar una respuesta con la “nueva evangelización”, tarea de todos los miembros de la Iglesia que responden de manera corresponsable. Así lo recordó Benedicto XVI en Aparecida, la V Conferencia del CELAM: todos “llamados a ser discípulos y misioneros de Jesucristo” (Discurso Inaugural, 3).

8º Las alas: la esperanza, motivación para la plenitud humana y cristiana
Todos necesitamos razones para esperar y mucho más en tiempos de crisis. Al cristiano le motiva la esperanza que ofrece Cristo. Consiste en el cielo o vida eterna, parte del Credo pero un misterio cuestionado por muchos, fuera y dentro del cristianismo. No solamente por los que niegan cualquier vida después de la muerte y de los creyentes ocasionales que adoptan una respuesta escéptica ante el más allá, sino por muchos cristianos que están firmes en la fe, en la caridad y en la confianza en Dios, los que son creyentes y practicantes pero faltos de esperanza, incoherentes a la hora de sentirse peregrinos hacia el encuentro con Dios. Habrá que tener presente: por la virtud de la esperanza cada bautizado, junto a toda la comunidad cristiana, camina hacia el encuentro definitivo con Dios y la venida de Cristo para consumar el plan salvífico del reino-reinado de Dios. Sin alas el pájaro no puede volar.

Replanteo las preguntas: ¿de qué nos hablará el Papa? ¿Qué desafíos afrontará Benedicto XVI?

¿A qué viene?

José Mª Castillo, 15-Agosto-2011

Se puede asegurar que el motivo de esta visita del papa a Madrid no es coyuntural. Por la sencilla razón de que la JMJ estaba programada desde hace tiempo, años quizá. Estas Jornadas, que congregan a jóvenes de medio mundo, fueron inauguradas en 1984 por Juan Pablo II, y se preparan con bastante antelación. Sin duda, la visita del papa agradará más al PP que al PSOE. Pero es seguro que, por los tres días que el papa estará en Madrid, ni va a descender el paro, ni va a mejorar la prima de riesgo de nuestra maltrecha economía, ni habrá más trabajo para tantos miles de jóvenes parados, ni creo que la convivencia entre los españoles resultará, desde ahora, menos crispada y más soportable. Por eso me parece pertinente la pregunta: ¿a qué viene el papa?
La JMJ se nos ha presentado como la solución que necesitan los jóvenes para sus problemas más preocupantes. ¿Será realmente eso? Lo que nadie pone en duda es que la religión interesa cada día menos. El abandono de las prácticas y de las ideas religiosas, el desprestigio de la Iglesia y sus dirigentes en amplios sectores de la opinión pública, son hechos bien conocidos y procesos sociales que van en aumento. De día en día se afianza el convencimiento de que estamos ante un fenómeno nuevo y creciente que no tiene vuelta atrás. ¿Por qué?
Los “hombres de la religión” suelen decir que la causa de estos hechos está en la secularización de la sociedad y en el relativismo de las ideas que han arrasado las certezas religiosas de antaño. Sin embargo, los estudiosos que han analizado estos problemas desde una perspectiva más amplia, explican que todo sistema político y social, que perdura, se apoya casi con seguridad en un orden moral adecuado que configura los sistemas político y económico, como éstos configuran al sistema establecido. En los sistemas pre-industriales, este orden moral suele adoptar la forma de la religión. Pero está visto que, en las sociedades industrializadas, la religión ya no sirve para cumplir esa función para la mayoría de la gente. Porque, en estas sociedades  avanzadas, la tecnología y la economía funcionan de forma que en ellas se potencia más la apetencia del bienestar que la necesidad de la convivencia. Y entonces, lo que le ocurre a la mayoría de la gente, sobre todo a los jóvenes, es que la aspiración inmediata al bienestar material se muestra mucho más poderosa que las promesas de las religiones, que ofrecen recompensas de las que nadie sabe con certeza ni cuándo ni cómo llegan.
Así las cosas, la Iglesia se ha equivocado. Porque ha pensado que la solución a este estado de cosas está en recuperar lo que le sirvió en las sociedades pre-industriales y pre-ilustradas. El ejemplo más claro, en este sentido, son estas concentraciones masivas que tanto han fomentado los dos últimos papas. Porque estas concentraciones, que afianzan en sus convicciones a los ya convencidos, a mucha gente le resultan extrañas o escandalosas. Y no suelen responder a las preocupaciones espirituales más hondas que la mayoría llevamos en nuestra intimidad secreta.  Entonces, ¿a qué viene? A prolongar la equivocación. Y confieso que mi deseo es que yo fuera el equivocado.

Juan Cejudo, miembro de MOCEOP y de Comunidades Cristianas Populares

 

15 Agosto 2011

El Blog de Juan Cejudo

El título puede parecer fuerte, pero no lo es.

Lo primero que hizo el Cardenal Arzobispo de Madrid fue buscar financiación para los cuantiosísimos gastos ( 40-50 millones de euros) que se calculan son necesarios para costear la visita del papa, el “sucesor de Cristo”.
Para ello Monseñor Rouco creó el patronato Madrid Vivo en el que figuran los máximos responsables de las principales empresas españolas que componen el Ibex-35.
Entre ellos están: Iñigo Oriol, ex presidente de Iberdrola –que ejerce como presidente de la fundación-; Gerardo Díaz Ferrán, presidente de la CEOE; Emilio Botín, del Banco Santander; Rodolfo Martín Villa, presidente del Consejo de Administración de Sogecable y de la Fundación Endesa, Catalina Luca de Tena, editora de ABC; Juan Abelló, presidente de Torreal; Arturo Fernández, presidente de CEIM; Isabel Estapé, miembro del consejo de Administración de Criteria Caixa Corp.; el ex ministro de Asuntos Exteriores Marcelino Oreja; Antonio Fernández Galiano, consejero delegado de Unedisa; Felipe Benjumea, presidente de Abengoa; Isidro Fainé, presidente de La Caixa; Francisco Pérez González, consejero de Sogecable y Santiago de Ybarra, de Vocento.
Antonio María Rouco Varela, por su parte, ejerce la presidencia honorífica.
De todos modos, la web oficial de las Jornadas solo recoge, de momento, como patrocinadores oficiales a El Corte Inglés, Telefónica, Santander y Cremades & Calvo Sotelo abogados, mientras que en el apartado de “amigos” incluye “MADrid about you” y a OHL. (Ver “El confidencial)
Creo que la moral más tradicional dice que “el fin no justifica los medios”. Por bueno que pueda parecerles a los obispos españoles que el papa venga a España, si los medios que se utilizan son antievangélicos, la visita no se puede justificar bajo ningún concepto.
A veces uno llega a pensar que nuestros obispos se olvidan de la referencia al Evangelio de Jesús. Y no es que pretenda darles lecciones de nada. Pero sí recordarles que Jesús era pobre. Nació pobre. Sus amigos eran pobres: pescadores y gente sencilla del pueblo, aunque su mensaje estaba abierto a todos los que quisieran seguirlo.
Él mandó a sus discípulos a evangelizar y “les ordenó que no llevaran nada para el camino fuera de un bastón: ni pan, ni alforja, ni dinero; que fueran con calzado corriente y con un solo manto”. (Mc 6, 8-10)
El diría: “Bienaventurados los pobres”. Jesús nunca se apoyó en la fuerza del dinero para evangelizar. Él vivía como uno más. Se desplazaba de un sitio a otro con los mismos medios que los demás.
Una visita del representante de ese Cristo hoy en el Mundo, que necesita que las autoridades le protejan en su seguridad y otras cuestiones y que necesita el apoyo económico de los empresarios más poderosos del país, no me parece a mí que tenga nada de evangélico.
Ni siquiera esa tienda on-line donde se puede adquirir todo tipo de recuerdos ·”desde camisetas, gorras, fundas para portátiles, ratones de ordenador, llaveros o un libro con historias de aquellos que han vivido una de las 25 JMJ ya celebradas. Hasta un total de 40 productos oficiales que se irán añadiendo en los próximos meses; desde 1 a 30 euros.” me parece una buena idea. Porque sigue estando presente la imagen “comercial” y de afán “recaudatorio”, necesaria para cubrir tantos gastos para ese tipo de visita tan costosa.
Más cuando nadie podrá entender este derroche de dinero en unos momentos en que millones de familias están en el paro por la crisis económica, sufren desahucios de sus viviendas o tienen que buscar ayuda en organizaciones sociales para poder comer cada día ellos y sus hijos. Muchas de esas familias hoy tan necesitadas, han sufrido el despido por parte de esos mismos empresarios que hoy financian la visita del papa.
Además de ésto, podemos preguntarnos si esta visita va a servir para algo después de esta pésima imagen que la Iglesia española va a dar ante la sociedad y ante muchísimos cristianos, que con toda razón van a criticarla.
Como muy bien han apuntado desde el Foro de curas de Madrid, este tipo de actos son muy superficiales, fuegos de artificios que duran unos días y luego todo se apaga y se difumina.
Son unos actos pensados no para atraer a la mayoría de la juventud ( ausente de nuestras iglesias, como se constata en todas las encuestas y estudios sociológicos que se han hecho), sino sólo a un sector de ella: los que están bajo la influencia de grupos eclesiales de signo muy conservador : kikos, opus, legionarios de Cristo etc…
Además el papa vendrá a España en su calidad de Jefe de Estado del Vaticano y se supone será recibido por el Rey y el Jefe del Gobierno de España, aumentando así la confusión de mezcolanza entre poder religioso-poder político, tan lejos de las enseñanzas y ejemplo de Jesús de Nazareth que no se apoyó en ningún poder político ni religioso. Al revés: fue juzgado y condenado por las autoridades políticas y religiosas de su tiempo, sometido a tortura y ajusticiado como un malhechor o bandido.
No estoy en contra de que el papa pueda visitar las iglesias locales si eso se hace de modo sencillo y sin ese alarde de gastos y apoyo político.
Estoy en contra por lo que he expuesto anteriormente. Y me parece que nuestros obispos debieran tener claro principios básicos:
Son los pobres lugar preferente de la presencia de Dios en el Mundo. Ellos nos reclaman justicia y nos interpelan pidiendo denuncia de su situación y hechos concretos de nuestra Sociedad para solucionar sus problemas. El papa debiera acercarse en sus visitas a ese mundo que sufre marginación y escucharles de cerca.
No se debe poner la fuerza en acontecimientos que son fuegos de artificio, sino ahondar en las causas de la lejanía de la juventud de la Iglesia y actuar en consecuencia con valentía, buscando la participación de la misma juventud en el diagnóstico del problema y la búsqueda de caminos nuevos que faciliten su acercamiento.
Hay que saber renunciar al poder, a la riqueza, al prestigio, al enrocamiento de posiciones numantinas en tantos aspectos de la realidad eclesial para de verdad itnentar ganar la confianza de la mayoría de la juventud…
El papa debiera también renunciar a su condición de jefe de Estado y viajar con mayor sencillez de medios, sin tanto aparatosidad que escandaliza y nos aleja a todos.
Por eso me parece tan desafortunadas y antievangélicas este tipo de visitas.
12 de Marzo de 2011

Una visita espectacular

 

Ramón Cotarelo, catedrático de Ciencias Políticas

15 Agosto 2011

Público


La llegada la próxima semana del papa está rodeada de controversia, y con razón. La Iglesia española ha probado su maestría en la organización, garantizando al pontífice unos actos multitudinarios, llenos de pompa y boato con la máxima proyección mediática. Y eso a pesar de que, como se empiezan a temer, la asistencia vaya a ser menor de la inicialmente prevista.
La Iglesia parte del supuesto de que le asiste un derecho a ocupar los espacios públicos para actos privados (ya que la visita es pastoral), lo cual es más que discutible en un Estado carente de religión oficial. En eso goza de la aquiescencia de las autoridades, que ponen cuantiosos recursos públicos, humanos y materiales, a disposición de las jornadas y a cuenta del contribuyente. Las autoridades estatales han manifestado el deseo de que el papa no se pronuncie sobre la legislación vigente en el Estado a tres meses de las elecciones. Pero no es el ánimo de la jerarquía ni del ilustre visitante, que ya ha advertido de que hará las consideraciones morales que el momento requiere. Algo de nuevo más que discutible porque la visita es pastoral, pero es en realidad de Estado y en parte la sufragan los contribuyentes, incluso los partidarios de dicha legislación.
Otro asunto es el coste desmesurado del acontecimiento en un momento de estrecheces generales. Produce una impresión muy negativa que en nombre de Cristo se haga ostentación de tanto despilfarro. Y esa impresión no se contrarresta al escuchar que los peregrinos dejarán mucho dinero en Madrid; al contrario, se agudiza al revelarse la faceta mercantil del acontecimiento. Y menos aún con afirmaciones insólitas como la del cardenal Antonio Cañizares, para quien el problema de Europa no es la crisis, sino que ha perdido a Dios. Lo que han perdido más de cuatro millones de personas en España es el empleo.
La llegada del pontífice coincide con un momento de agitación ciudadana a cuenta de los indignados y acampados del 15-M, cuyo derecho a la ocupación de espacios públicos no puede ser mayor que el de los seguidores de Benedicto XVI, pero tampoco menor. Las autoridades están obligadas a garantizar el orden público, pero no pueden hacerlo privilegiando a unos y persiguiendo a otros.


Visita del Papa: lo que esperaba

16-08-2011

En una sociedad plural y democrática como la nuestra, en un Estado de Derecho en el que una de sus caracteríticas es la aconfesionalidad, la controvertida visita a Madrid del Jefe de Estado del Vaticano y máximo dirigente del catolicismo, ha dejado en evidencia las posturas enfrentadas que coexisten entre la ciudadanía, ante un acontecimiento que a nadie deja indiferente.
Efectivamente, yo esperaba que el Sr. Ratzinger, en calidad de Jefe de Estado del Vaticano visitara este país, con el mismo tratamiento que se le da a cualquier otro Jefe de Estado, incluso con algún trato deferente, pues para eso hay firmado un acuerdo preferencial, el Concordato de 1978, entre ambos países.
Yo esperaba que, dado que llevamos más de tres décadas desarrollando la Constitución, y que ya las imposiciones fácticas de la Transición habían quedado superadas y la democracia estabilizada, hubiera sido el momento de la modificación del Concordato, de su denuncia por parte del Estado Español, y se hubieran dejado sin efecto las diversas prebendas concedidas a la Iglesia Católica a costa del erario público, de la aconfesionaliad constitucional y del laicismo que practicamos una parte importante de la sociedad.
Pero no ha sido así y en los centros educativos, en horario lectivo, se va a seguir ofreciendo la asignatura de Religión Católica como plataforma de adoctrinamiento, y cuyo profesorado sigue siendo seleccionado y controlado, desde lo ideológico hasta lo laboral, por la Iglesia y financiado con fondos públicos. Los religiosos y sacerdotes, las monjas y los obispos van a seguir recibiendo una parte importante de fondos públicos como profesionales de la práctica religiosa católica. Y, además, los colegios religiosos de titularidad privada, -el negocio privado de la educación-, van a seguir siendo concertados y financiados desde el erario público y pudiendo imponer su carácter propio confesional y por tanto discriminatorio. Mientras, los centros públicos no pueden declararse laicos.
Yo esperaba que la visita de un Jefe de Estado de un país extranjero no fuera financiada ni con fondos públicos ni con exenciones fiscales a las empresas y particulares que, desde su práctica de creyentes, quisieran cooperar en el mantenimiento de la Iglesia Católica y sus manifestaciones externas. Lo que se destina de las arcas públicas y lo que se deja de ingresar por las exenciones es dinero de todos. Por tanto, no debiera utilizarse para fines privados confesionales.
Yo esperaba que, dadas las normas y costumbres diplomáticas de lo políticamente correcto y el respeto debido entre las instituciones de los diversos países, un Jefe de Estado extranjero no se inmiscuyera en la política interna del país anfitrión que lo acoge, más allá de alguna opinión en materia de Derechos Humanos (que alguna vez suele hacerse en los lugares donde se transgreden) y ahí tenía un inmenso repertorio: población bajo el umbral de la pobreza, paro galopante, marginación y exclusión social, como consecuencia de la dictadura legal, política y económica del capitalismo salvaje sobre la clase trabajadora; pero nunca en ningunear y criticar a un Gobierno y a unas instituciones democráticas que se han dado leyes como la del aborto, o la de los matrimonios entre homosexuales, o la del respeto a los contenidos educativos.
Pensaba que, desde el siglo XVIII, habíamos avanzado en nuestras sociedades, en la clara separación entre fe y razón, entre creencias y conocimiento. Sin embargo, observo con estupefacción que en la vida pública de nuestro país se siguen entremezclando los conceptos, tanto en las palabras como en los hechos, y sigue habiendo una interesada e imprecisa frontera que mantiene revueltos a los poderes y a los conceptos.
Yo esperaba un reconocimiento sobre que la transmisión de valores democráticos, los Derechos Humanos, puede realizarse desde una ética universal, laica y respetuosa con la totalidad de la ciudadanía y no iba a continuar la apropiación indebida por parte de la Iglesia Católica de que el único punto de vista es el filtrado por el tamiz de su Moral privada.
Yo esperaba una separación clara de poderes y de funciones por parte de las instituciones del Estado del que soy ciudadano: que ninguna autoridad ni cargo alguno político acudiera a los actos públicos de la Iglesia Católica en representación de los votantes, y lo hicieran, de forma particular e individual, los que voluntariamente así lo decidieran.
Yo esperaba que nadie se opusiera a que , en un país plural, libre y democrático, y con el debido respeto a los derechos del conjunto de la ciudadanía, cualquiera pudiera manifestarse libremente, bien para exponer su privacidad en materia de creencias religiosas y exponer ante el mundo que profesa el catolicismo o cualquier otra opción religiosa, bien para manifestar sus opciones sexuales de forma libre y responsable, bien para exigir respeto a las normas que nos hemos dado a través de las instituciones. Ni autorizaciones ni prohibiciones: la calle es de todos.
Todo eso que yo esperaba, seguramente se hubiera dado, en un país donde hay muchas tareas pendientes y poca voluntad de acometerlas, por los costes electorales de los que son rehenes los partidos mayoritarios: el Concordato, la nonata Ley de Libertad Religiosa, la clara separación de poderes, el desarrollo del criterio de laicidad con todas sus consecuencias socioeconómicas, el acabar con el uso torticero y difuso entre el conocimiento y las creencias, potenciar la educación científica y laica, y decidir la finalización del destino de los fondos públicos para los fines privados.
En definitiva, que primen los intereses generales.

Manuel Marrero Morales. Miembro del Secretariado Nacional de Intersindical Canaria.
Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.

MOCEOP ante la visita del Papa

 

Moceop

Nuestro colectivo ante la visita de Benedicto XVI a España quiere comunicar lo siguiente:

No estamos en contra de que el Papa viaje a diferentes países para visitar a las iglesias y preocuparse de los problemas de sus gentes.
Lo que estamos en contra es del modo como suelen realizarse este tipo de viajes y concretamente el de su venida a España.
No será una visita sólo de carácter pastoral, como se está diciendo, sino que tiene un gran contenido político. Benedicto XVI será recibido con honores de Jefe de Estado del Vaticano y así será recibido en nuestro país. Será recibido por los Reyes de España, los príncipes, el Presidente del Gobierno y hasta por el jefe del principal partido de la oposición. Incluso parece que piensa criticar algunas de las leyes ya aprobadas
Su viaje será financiado en parte por las administraciones públicas y en parte con las aportaciones de las empresas que componen la Fundación Madrid Vivo que preside Rouco donde están las principales empresas españolas que cotizan en bolsa en el IBEX 35.
Nos parece un escándalo, en los tiempos que corren, que con el dinero público, el de todos los españoles, creyentes y no creyentes, se financie la visita de un lider religioso que debiera venir de un modo mucho más sencillo con sus propios medios, o en todo caso, con los de la Iglesia.
Por eso es normal que en España muchísimas personas no estemos de acuerdo con este modo de viajar de quien se dice vicario de Cristo. Por eso nosotros apoyamos también la manifestación convocada en Madrid en protesta por esta visita del papa. Manifestación que han apoyado más de 100 colectivos laicos y religiosos, entre los que se encuentran, entre otros, REDES CRISTIANAS en la que nosotros participamos.
Cristo viajaba de modo muy sencillo y lo hacía para aliviar el sufrimiento de las multitudes que lo seguían.
Por eso veríamos mucho mejor que el papa viajara a Somalia y países colindantes donde se ha declarado una terrible hambruna que pone en peligro la vida de unos 15 millones de personas.
La presencia del papa allí, más si va acompañada de algún importante donativo procedente de la venta de alguna o algunas de sus muchas propiedades, sería un signo muy importante que serviría como fuerte aldabonazo para despertar las conciencias adormecidas de dirigentes políticos, instituciones internacionales y público en general para poder remediar, al menos en parte, el terrible drama que está ya ocasionando la muerte diaria de miles de personas.
Un viaje así, sí que sería un viaje verdaderamente evangélico.
Pero, para venir como viene a España, mejor le decimos: ¡¡ASÍ NO VENGAS!!

15 de Agosto de 2011

Los cristianos de base critican el boato de la JMJ

 

Jesús Bastante

Público

16 Agosto 2011


Los creyentes que se sienten excluidos de la jornada reclaman una iglesia más tolerante.

A. es un joven empresario, católico practicante y homosexual. Esta semana, en la que se celebra la Jornada Mundial de la Juventud, estará en Madrid, en la sede de Crismhom, colectivo que aglutina a cristianos gays y lesbianas. “Hemos decidido mantener abierta la sede durante la JMJ, como símbolo de apertura entre creyentes en el evangelio, aunque lamentablemente no nos sentimos invitados ni bienvenidos” a las jornadas, explica.
Y es que la visita de Benedicto XVI a Madrid no ha sido acogida del mismo modo entre los católicos españoles. Así, frente a la marea ultraortodoxa de los nuevos movimientos y el impulso decidido de la jerarquía eclesiástica con el unánime apoyo de las instituciones públicas, hay muchos cristianos de base, sacerdotes, religiosos y laicos, jóvenes y no tan jóvenes, que no están de acuerdo con la visita papal y, sobre todo, con la imagen de Iglesia que, desde Madrid, se va a ofrecer al mundo. Para I. A., “en la JMJ se está promocionando una determinada forma de ser católico que excluye a muchos”. Gays, divorciados, parejas de hecho, votantes de la izquierda “Me siento tratado como adversario o enemigo a batir, cuando no lo soy. Yo me siento igual de cristiano que los que acompañarán al papa”, dice.
Un católico gay: “Se promociona una forma de iglesia que excluye a muchos”

Este joven, que pese a vivir en la España de 2011, donde la condición sexual no debería ser un condicionante, todavía tiene reparos para dar su nombre, subraya que no le causa inconveniente que el papa visite España, ni ha reparado demasiado en el gasto que supone. Su preocupación es más bien “la falta de una actitud de inclusión en la Iglesia”, de reconocer que también creyentes como él son “parte del pueblo de Dios y que optan por el Evangelio”. Desde Crishom se ha elaborado un manifiesto, con motivo de la JMJ, en el que lamentan que “las JMJ, por desgracia, no son las jornadas de toda la juventud católica”. “La enseñanza oficial dice que estamos al margen de la comunión de la Iglesia, pero nosotros nos sabemos parte de la Iglesia, en comunión con todos los santos, y obramos en consecuencia, al igual que harán tantos otros cristianos en Madrid acogiendo a los visitantes”, argumenta el grupo.

Una muestra de poder

Durante la JMJ, la Iglesia española tratará de dar una imagen de fuerza, congregando en torno a su máximo líder a más de un millón de fieles en pleno agosto. Sin embargo, las encuestas dejan bien claro que, incluso entre los creyentes, existe una rotunda oposición ante las doctrinas vaticanas sobre el uso del preservativo, las relaciones matrimoniales o la moral sexual. Esta realidad, lamentablemente, será obviada por la jerarquía y el propio papa durante su visita a Madrid, y que en la práctica deja fuera a muchos creyentes que, como manifestaba en un documento hace unas semanas el colectivo Redes Cristianas, se han visto obligados a decirle a Benedicto XVI “Así no queremos que vengas” y a participar en la manifestación que este miércoles recorrerá las calles del centro de Madrid para protestar por el gasto público que supondrá el viaje.

El padre Baeza cree que Ratzinger debería viajar a sitios como Somalia

Uno de sus responsables, el sacerdote Evaristo Villar, subraya: “Estamos en una sociedad multiconfesional en la que los católicos no podemos estar discriminados, pero tampoco ser tratados como ciudadanos de primera”. “Los cristianos -añade- debemos defender el Estado laico”, dijo.
Para el sacerdote, Benedicto XVI “debería venir exclusivamente como líder religioso, y hablar con humildad, y confirmarnos en una fe incluyente, y no tan obsesionada por el no y por el poder”. Y, sin embargo, admite que la JMJ presentará al mundo “la escena perfecta de unión entre un Estado teocrático y la Iglesia, entre el trono y el altar”, algo que devuelve la idea de “un Estado preconstitucional”.
Javier Baeza es un joven sacerdote, responsable del centro pastoral San Carlos Borromeo, la llamada parroquia roja de Entrevías. En su opinión, la JMJ debería servir para “hacer realidad el anuncio del Evangelio de Jesús, desde la implicación en la realidad de la exclusión, la misericordia con los crucificados (bajar de la cruz a tanta víctima), la acogida incondicional Estas son las jornadas habituales en las que los creyentes tenemos que poner nuestro empeño”.

Redes Cristianas: “Nosotros también debemos defender el estado laico”

Baeza no niega el derecho de Raztinger a visitar España, pero sí cuestiona que tal vez “tendría que estar en otros lugares”. ¿Cuáles? “Qué tal la presencia del papa en la frontera entre Israel y Palestina, con el fin de mediar para que los israelíes dejen de someter al pueblo palestino. O la presencia en Nigeria acogiendo y acompañando a esas mujeres explotadas y traficadas camino de la Europa rica y sexualmente enferma. ¿Por qué no cruzar a Somalia y, además de llevar dinero, exigir a la comunidad internacional que se ponga fin a la muerte de tanta víctima inocente? ¿O por qué no visitar esas zonas de nuestro alrededor que claman justicia y solidaridad, como el Gallinero (Madrid), o los barrios de las Tres Mil Viviendas o Los Pajaritos, en Sevilla?”. En cuanto a los frutos de la JMJ, el sacerdote subraya que depende del punto de vista. “El de la iglesia jerárquica y sus acólitos, junto a los poderosos del mundo, no puede provocar frutos evangélicos”. “Quizás, como el mismo Evangelio nos dice, tengamos que arrancar este árbol y echarlo a la hoguera”, concluye.
De la misma opinión es el dibujante José Luis Cortés, considerado como el autor gráfico más relevante del orbe cristiano en España e Iberoamérica, y que se ha mostrado, en su blog en Religión Digital (www.religiondigital.com), muy crítico con la JMJ. “¿Qué tal si, en vez de unas jornadas montadas todas ellas sobre el monarca absoluto de la Iglesia (con su homólogo en Hispania) lo hubieran sido sobre el pueblo, el pueblo de Dios, afirmación capital del Concilio Vaticano II?”, se pregunta. A su juicio, en vez de una mega-jornada en Madrid, hubiera sido mejor hacer “miles de asambleas juveniles por todo el mundo, para testimoniar no la bienaventuranza de la Iglesia, sino el evangelio de las bienaventuranzas”.
Para Cortés, lo que no se ha intentado es que “esos mismos jóvenes puedan seguir siendo cristianos sin dejar de ser jóvenes”. Por ello, sostiene, “se podrá ir a Cuatro Vientos para ver al papa, pero para encontrar a Jesús habrá que seguir yendo junto a los inmigrantes de Cuatro Caminos”.

Los militares se ponen al servicio del papa

 

16 Agosto 2011

J.B.

Público


Un contingente del Ejército acompañará a Joseph Ratzinger al pie del avión que le traerá a España. “El papa viene para que tengamos razones para luchar en estos tiempos tan difíciles”. El arzobispo castrense, Juan del Río, abrió ayer las celebraciones que el Ejército ha organizado con motivo de la visita del papa a Madrid con una ofrenda floral en la catedral castrense. Se trata de toda una JMJ castrense que congregará a 2.000 militares y guardias civiles provenientes de una docena de países, que participarán, con uniforme reglamentario, en la fiesta de los jóvenes católicos. A ellos habrá que sumar los 10.000 efectivos de los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado que controlarán la seguridad del pontífice y de los asistentes a la JMJ.
“Necesitamos que nos carguen las pilas, necesitamos que se carguen nuestros corazones de esos valores eternos”, dijo Del Río, que subrayó que los militares acogerán en sus unidades y cuarteles a los peregrinos militares.

«Necesitamos que nos carguen las pilas», dice el arzobispo castrense

La participación de los estamentos militares será bastante relevante a lo largo de toda la visita papal. Así, un contingente del Ejército acompañará a Joseph Ratzinger al pie del avión que le traerá a España el jueves, mientras que un equipo de francotiradores vigilará todo el trayecto del pontífice desde que aterrice en Barajas hasta que, 79 horas después, sea despedido por los Reyes en el aeropuerto.
El jueves día 18 tendrá lugar en la Puerta del Príncipe del Palacio Real un acto de recepción de las banderas de los países que participan en la JMJ Castrense. En el mismo se rendirá homenaje a los caídos por parte de militares católicos de varios países.

Llega la Legión

Miembros de varios ejércitos rendirán homenaje a los caídos
Al día siguiente, 200 legionarios del Tercio Alejandro Farnesio de Málaga portarán el paso del Cristo de la Buena Muerte en el Vía Crucis que presidirá el papa entre Colón y Cibeles. Ese mismo día, la Iglesia de San Francisco el Grande acogerá la celebración de los Sacramentos de Iniciación Cristiana, en la que participarán jóvenes militares españoles y de otros países. Algunos de ellos, incluso, recibirán el bautismo y participarán en la “fiesta del perdón” en el Retiro.

 

 

 

 

 

Víctimas del franquismo piden a la Iglesia que condene el golpe de 1936

 

Patricia Campelo

16 Agosto 2011

Público


La Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica solicita un gesto simbólico de condena de la dictadura franquista en el marco de la visita papal. El 23 de agosto de 1940, el dictador Francisco Franco decretó que el recién fallecido arzobispo de Toledo, Isidro Gomá y Tomás, fuera enterrado con los honores fúnebres que las ordenanzas militares tenían previsto para los capitanes generales muertos “con mando en plaza”. Así, la memoria del religioso quedaba honrada por los “relevantes servicios que prestó a la patria, especialmente durante la reciente Cruzada”, según el texto del Boletín Oficial del Estado de 24 de agosto de 1940.
Con motivo de la visita de Benedicto XVI a Madrid durante la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ), la Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica (ARMH) ha remitido una carta a todos los obispos y arzobispos españoles pidiéndoles un “gesto simbólico” de condena a la dictadura franquista en el marco de los actos previstos.
Dada la cercana relación de la institución religiosa con los militares sublevados contra el gobierno de la República el 18 de julio de 1936, la asociación de víctimas considera la vista papal una “buena oportunidad” para que la jerarquía eclesiástica española “asuma con madurez y responsabilidad las consecuencias de su apoyo a la dictadura y su colaboración en la constitución de un régimen que causó enormes daños a miles de ciudadanos”.
“La iglesia trabajó con los golpistas en la guerra; ayudó localmente a planificar la represión”
Así, piden una condena del uso de la fuerza “de quienes no aceptaron los resultados de unas elecciones democráticas” y la asunción pública de los errores por parte de la institución que fuera uno de los “pilares fundamentales” del franquismo.
“La Iglesia católica fue uno de los grandes pilares del régimen y muchos de sus miembros miraron para otro lado cuando, en la retaguardia, los pistoleros de falange asesinaban a decenas de miles de civiles”, apunta la asociación que preside Emilio Silva, nieto del comerciante asesinado en octubre de 1936 y cuyos restos fueron identificados por primera vez en España con ADN.
Como prueba de los lazos que unían al Vaticano con los militares franquistas, la ARMH recuerda la portada de ABC del 20 de junio de 1939, donde se ve al papa Pío XII con el entonces ministro de Gobernación García Súñer y varios legionarios de visita en Roma para rendir homenaje al pontífice.
“La Iglesia trabajó con los golpistas en la guerra, ayudó localmente a planificar la represión, hizo propaganda para construir el mito del dictador como primer vencedor del comunismo, convirtió a la mujer en una especie inferior y maleducó a millones de ciudadanos”, señala el colectivo que lleva más de diez años en la búsqueda e identificación de desaparecidos en fosas comunes.

Debate abierto

La ARMH reclama que la Iglesia actúe “honestamente” con el presente
Sobre la discusión acerca de la relación con el pasado de la dictadura y sus consecuencias, Emilio Silva recuerda que, aunque la institución ha reclamado su papel en el proceso de reconciliación, es hora de “actuar honestamente” con el presente.
“La Iglesia ha dicho que ese pasado hay que dejarlo quieto pero a la vez ha beatificado a cientos de mártires de la Guerra Civil, estando en su pleno derecho de hacerlo”, recuerda Silva.
Por ello, en la misiva enviada a la jerarquía de la Iglesia, insisten en que la visita de Ratzinger es una “oportunidad inmejorable” para rechazar el “colaboracionismo franquista, condenarlo y reparar, en la medida de lo posible, el terrible daño que la dictadura causó a millones de personas”.
Para Silva, realizar este gesto delante de miles de jóvenes supondría “sembrar una semilla para que errores tan duros no se vuelvan a cometer”.
La postura oficial de la Iglesia en la Guerra Civil
Ante los duros acontecimientos que se estaban desencadenando en España tras el golpe militar del 18 de julio de 1936 y cuando se cumplía el primer año de la contienda, la jerarquía católica, a petición de Franco, según sostienen historiadores como Julián Casanova, firmó una carta fechada el 1 de julio de 1937 para definir su postura en la Guerra Civil, los motivos de su adhesión a los militares sublevados contra el gobierno de la República y su visión de la contienda.
Aunque “cruzada de liberación” fue uno de los términos con los que la Iglesia delimitó su posición en la guerra frente al resto del mundo, en el texto de la misiva —que soslaya las sacas, paseos y ejecuciones extrajudiciales de civiles— se refieren al golpe de estado como “alzamiento cívico- militar”, que provocó una guerra en la que Iglesia “no podía ser indiferente en la lucha”.
Las autoridades eclesiásticas que firman el escrito reconocen la implicación armada de muchos religiosos que “obedeciendo a los dictados de su conciencia y de su patriotismo, y bajo su responsabilidad personal, alzaron en armas para salvar los principios de religión y justicia”.

El integrismo de Ratzinger, el Opus e Intereconomía

 

16 Agosto 2011

Eric Sopena

El Plural


Declara el clérigo Evaristo de Vicente, director de Contenidos Religiosos de Intereconomía, según publicamos en ELPLURAL.COM, lo siguiente: “Para esta casa, en concreto, como muchas de las cosas que dice el Papa forman parte del ideario de Intereconomía, es como reforzar ese ideario a la hora de seguir nosotros trabajando en la misma línea”. Más claro, el agua. Ninguna sorpresa. La ideología integrista de Joseph Ratzinger es igual, o similar básicamente, a la del holding que preside Julio Ariza.
El tal De Vicente fue ahormado en la Universidad de Navarra doctor en Derecho canónico y también consiguió ser doctor de Derecho Civil por la Universidad de Valencia. Pertenece también a la Pontificia Universidad de la Santa Cruz en Roma. Es además capellán de Periodismo y Comunicación del Centro Universitario de Villanueva (Madrid). Su vinculación con Intereconomía –que, entre otros productos reaccionarios, edita el semanario ultracatólico Alba- viene de lejos. Ha colaborado también en Popular Televisión y en la COPE. Participó asimismo en Letras de Monterols, en Barcelona.

En la órbita de la Prelatura

Pues bien, salvo al parecer el doctorado de la Universidad de Valencia, el resto de su curriculum académico se ha desarrollado, y se desarrolla en la actualidad -de un modo u otro-, en la órbita de la Prelatura del Opus Dei. Puede afirmarse, por tanto, que la influencia del Opus, a través como mínimo del cura Evaristo de Vicente, en Intereconomía es inequívoca y muy relevante. El jefe religioso, que controla “los contenidos religiosos” del Grupo, es un sacerdote de la Obra de Dios, fundada por San Josemaría Escrivá de Balaguer. Sin embargo, resulta por lo demás ilustrativo que Pedro Juan Vilarich, vicepresidente del Grupo Intereconomía, sea también miembro supernumerario del Opus Dei.

“Ninguna sorpresa”

Pero lo más significativo, sin duda, respecto a este asunto es el reconocimiento evidente por parte del clérigo De Vicente de la mezcla del ideario de Intereconomía con “muchas de las cosas que dice el Papa.” Tal como subrayamos nosotros, desde ELPLURAL.COM, no cabe en este sentido “ninguna sorpresa.” El integrismo religioso es amparado y potenciado desde el integrismo mediático. Y en el integrismo religioso hay que incluir tanto a Juan Pablo II como a Benedicto XVI. Del mismo modo que debe incluirse –salvo algunas pocas excepciones- al Opus Dei. Ni Juan XXIII sobre todo, ni Pablo VI, ni el fugaz Juan Pablo I, fueron Papas queridos por el Opus y, en general, por otros movimientos del catolicismo de orientación retrógada.
Los ministros del Opus
¿Por qué El Opus, que siempre asegura que defiende la libertad, sólo ha tenido ministros, y muy poderosos, en los Gobiernos del dictador Francisco Franco y en los Gobiernos de Aznar? ¿Por qué los tuvo también en los Gobiernos del dictador chileno, el general Pinochet, a quien Juan Pablo II en persona le dio urbi et orbe la comunión en una de sus visitas multitudinarias? ¿Por qué el asesinado obispo de San Salvador Óscar Romero fue matado cuando, una vez más, defendía en su homilía semanal a los más pobres salvadoreños y este mártir todavía no ha sido subido a los altares, debido a que el Vaticano, el de Juan Pablo II y el de Benedicto XVI, mira hacia otro lado? Lo mismo debería decirse del jesuita Ellacuría y algunos compañeros, todos ellos practicantes de la Teología de la Liberación, perseguida por la cúpula de la Iglesia.

Sinónimo de derecha extrema

Intereconomía es sinónimo de derecha extrema, o extrema derecha, en el ámbito mediático. Es sinónimo, por otra parte, del Tea Party norteamericano y, desde luego, tiene numerosos puntos de coincidencia con la derechona o el PP, que viene a ser lo mismo. Por eso no asombra su relación estrecha con el Opus Dei y su apoyo desbordante primero a uan Pablo II y, actualmente, a Benedicto XVI. A la Iglesia tradicional, conservadora, más cercana a la derecha que, con frecuencia, a Dios, le va muy bien el Grupo Intereconomía, volcado en los mítines más o menos disfrazados de oratorios -que ahora llaman JMJ- de Joseph Ratzinger en Madrid. Y todo esto, tan poco evangélico y tan de política ultramontana, acontece a unos tres meses de las elecciones generales. ¿Quo vadis, Benedicto?

Enric Sopena es director de ELPLURAL.COM

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