lunes, 14 de noviembre de 2011

Educación de Calidá


Manuel García Estrada / Milenio

La democracia sólo puede existir cuando hay una madurez social generalizada en donde quede claro que los debates, los comentarios públicos, los análisis, la reflexión deben basarse en las razones, en el conocimiento, hablar por hablar es seguir manteniendo la estupidez de la adolescencia ingenua o timorata sin una percepción equilibrada de la realidad.

Hay toda clase de jóvenes, los hay maduros, los hay viejos conservadores con pocos años, los hay progresistas, audaces, arriesgados o mediocres, por ello es que es responsabilidad del Estado lúcido y verdadero el educar hacia la democracia, no se trata de capacitar masas para que sean esclavos eficientes a las órdenes de los instructivos y manuales operativos de las corporaciones, se trata de formar personas que sepan en donde están paradas y que reconozcan que su desempeño en la sociedad es capaz de mejorar o empeorar al mundo. Ya estuvo bueno de corromper en los partidos a los muchachos que desean ser líderes de sus comunidades porque si se mantiene lo sucio, lo estúpido, lo chabacano, ello llevará al país a una debacle.  No habrá posibilidad de generar inteligencia nacional y si se llegara a formar ésta podría estar en lado de los negocios turbios, es decir, en lugar de crear mentes capaces de servir a los demás tendríamos mentes criminales ejerciendo el poder.

Hoy lo común en el ataque que hay contra los jóvenes en el mundo son los mensajes que en lugar de que promuevan la madurez y la conciencia hacen que se consolide lo absurdo, lo tonto. Se ha hecho creer incluso que la libertad de expresión es el derecho a mostrar la idiotez y festejarla. Menuda sociedad que aplaude lo bárbaro, lo estúpido y lo ruin en lugar de estimular la reflexión y el análisis que por muchas obviedades provocan el desarrollo de las comunidades.

Dicen que cuando se enseña a alguien a usar la razón jamás dejará de pensar y lo que vemos es lo contrario.  Hemos escuchado  y visto en los últimos años a muchos locutores de radio o conductores de tv que se ridiculizan a sí mismos creyendo que eso es hacer comedia sin embargo cuando la verdadera comedia se muestra en el televisor lo que viene es la censura porque evidentemente la verdadera comedia ilustra la barbajanería sólo provoca lo mismo. Los más tontos saldrán a la defensa de lo estúpido y echan la declaración universal de los derechos humanos como si hubiera estado escrita para favorecer lo que empobrece al sentido humano. Se ha creado una confusión que favorezca a los mediocres y a los lamebotas, a los agachones y a los que traicionan a la ética y moral laicas y se hace por dinero. Por hacer negocio a favor de algunos medios de comunicación que sólo piensan en el enriquecimiento como función prioritaria del uso de las frecuencias sociales o del Estado, abusando con ello de los espacios y propiedades públicas atacando de manera frontal a la Constitución.

Ahora cuando gente creyéndose chistosa usa a los medios de comunicación novedosos para decir estupideces el gobierno se va por ellos e incluso abusan del poder a través de la corrupción para generar leyes contra redes sociales o Internet dejando de lado que es el gobierno quien se ha favorecido más de la ignorancia y del culto a lo pendejo para seguir ejerciendo su hegemonía. Culpar a tuiteros de decir verdades es terrible pero culparlos por decir estupideces cuando las escuelas están dirigidas por gente que promueve la sin razón mientras se enriquece de manera ilegal es lo más incongruente del planeta. El gobierno comienza a sufrir el desastre educativo que impone y promueve, la culebra finalmente se mordió la cola.

2 comentarios:

  1. Hola Manuel, me encantó tu reflexión, triste pero es muy certera. un abrazo.

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  2. Me gusta! La educación es lo primero. Sólo así se gana a la ignorancia.

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