A continuación presento el trabajo de Salvador Díaz. Les dejo con sus palabras y su documental:
Un estudiante pregunta: ¿Qué país es éste Guadalupe? Y tú contestas que este país no merece el nombre de país sino de tumba, féretro o sepultura, que en este país hoy se privilegia más que nunca a la carroña y a los poderosos, y que en este país hay una escuela para preparar maestros rurales, llamada Normal Raúl Isidro Burgos, de Ayotzinapa Guerrero, y que además hay otras muchas de corte similar, fundadas desde principios del siglo XX, y que todas están impregnadas del delicado aroma de la tierra. Pero hoy todas ellas, hermanadas en la lucha, duermen sobre la misma almohada de la pobreza, con todo y que el hipócrita gobernador perredista asegura que la educación es asunto prioritario en su gobierno.
Fieles al evangelio de los "puros"
sacrifican una paloma blanca
en los dorsales del pueblo moribundo,
incendiando la hojarasca seca
de su verbo nauseabundo.
A expensas del pueblo atribulado
devotos traficantes de promesas,
engañan al obrero, al aliado,
al amigo, de ellos todos presas
sentados en sus mesas
se enriquecen con desdoro
en prósperas empresas.
Aves del mal, que vuelan sin decoro
con su alas regidas por el oro
llegará el día, así como si nada,
¡que se vayan todos a la Chingada!
Un estudiante pregunta: ¿Qué país es éste Guadalupe? Y tú contestas que este país no merece el nombre de país sino de tumba, féretro o sepultura, que en este país hoy se privilegia más que nunca a la carroña y a los poderosos, y que en este país hay una escuela para preparar maestros rurales, llamada Normal Raúl Isidro Burgos, de Ayotzinapa Guerrero, y que además hay otras muchas de corte similar, fundadas desde principios del siglo XX, y que todas están impregnadas del delicado aroma de la tierra. Pero hoy todas ellas, hermanadas en la lucha, duermen sobre la misma almohada de la pobreza, con todo y que el hipócrita gobernador perredista asegura que la educación es asunto prioritario en su gobierno.
Fieles al evangelio de los "puros"
sacrifican una paloma blanca
en los dorsales del pueblo moribundo,
incendiando la hojarasca seca
de su verbo nauseabundo.
A expensas del pueblo atribulado
devotos traficantes de promesas,
engañan al obrero, al aliado,
al amigo, de ellos todos presas
sentados en sus mesas
se enriquecen con desdoro
en prósperas empresas.
Aves del mal, que vuelan sin decoro
con su alas regidas por el oro
llegará el día, así como si nada,
¡que se vayan todos a la Chingada!
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