miércoles, 19 de enero de 2011

Peña Nieto: Ni a candidato debe llegar.

(Publicado en Milenio)

“Por sus obras los conoceréis” dice la biblia cuando se refiere a lo que los hombres son porque el verbo es mucho y disperso pero las acciones son las concretas y con base en eso ¿cuál de los que quieren ser candidatos a la presidencia de México deben serlo?

Nos queda claro que para definir quién es viable hay que sacar algunas cosas de lo que vendría a ser mal llamado referente: la obra pública.

La infraestructura, la mejora de las vialidades, el agua para todos, la electricidad, la iluminación, la creación de escuelas, universidades, el apoyo a los campesinos, los puentes y las casas entre otras tantas cosas son obligación de todo gobierno sin importar de qué partido emane. Motivo por lo cual el generar lo que es obligación no es más que cumplir con la base del ejercicio administrativo.

El gobierno es lo que nos puede dar efectivamente una guía: cómo solucionan problemas sociales, de salud pública, de justicia, de derechos humanos y de desarrollo sustentable y equitativo.

Observando bajo el régimen de solución de problemas nos queda claro que Atenco, Paulette, la discriminación a los homosexuales, el derecho negado al aborto, el respeto a la autonomía municipal, la intervención en procesos electorales no son nada favorables para Enrique Peña Nieto; no lo son tampoco los excesos de gasto corriente, el endeudamiento de 30 mil millones de pesos del estado, la violación absoluta de la autonomía municipal, la represión de campesinos ecologistas del 26 de agosto de 2006, el desvío de fondos para favorecer a su candidato, el derecho negado al aborto, la discriminación a homosexuales tampoco son favorables para Fidel Herrera; de Manlio ni qué decir... que responda ante la justicia de Estados Unidos.

Del PAN no hay mucho que decir porque no tienen ni a quién ni cómo ni cuándo para candidatear y de la izquierda el tremendo ataque sistemático a AMLO ya hizo lo suyo y ha disminuído brutalmente su presencia apoyada por el desgobierno legítimo que se llenó de timadores, fascistas y negligentes izquierdosos. Es quizás Ebrard el más propicio por parte de la izquierda aunque debe aclarar varias cosas a los millones de votantes: su raíz salinista ¿a poco se murió? Su cercanía con los monopolios ¿a poco es pura faramaya? ¿Realmente es de izquierda?

Más allá de nuestras opiniones sobre quién si o quién no debe ser al menos candidato a la presidencia los que emitirán el voto para favorecerlos no son las bases de los partidos, no son los adeptos a AMLO, no son los ciudadanos como usted y como yo. Los que tienen las acciones de la empresa llamada democracia son los que definirán quién es el viable para contender y lo peor: decidirán quién deberá de ganar. El que no cumpla con lo que los monopolios quieran ni a candidato llegará.

Nuestra democracia no es tal, de existir no habría tal cantidad de atropellos, injusticias, despojos, represiones, atentados, inseguridad, violación de derechos, no estaría Elba en el SNTE, la televisión abierta sería objetiva y formativa y asuntos tan básicos como sacar la comida chatarra de las escuelas se haría sin dudar pero los capitales son los que están instalados en lo que les conviene sin importar lo que le ocurra a las personas. Es el resultado del neoliberalismo que insiste en que México es un Estado fallido. Para las empresas trasnacionales nuestra nación le estorba porque pese a los pactos del gobierno con los monopolios hay pueblo que aún responde a la cultura juarista, cardenista, sindicalista, universitaria. ¿No será acaso que esta “guerra” al narco realmente desea golpear al pueblo de México para después extirpar nuestro Pacto Social y genuinamente convertirnos en parte de un conglomerado de trabajadores norteamericanos sin derechos? 

2 comentarios:

  1. Asi como se ven las cosas, no se si sea muy extremista, la gente con los recursos quiere cada vez mas adueñarse de TODO y tener a su servicio a los pobres. Ni el gobierno ni las empresas van a hacer nada por beneficiar a estos ultimos. La gente de abajo, clase media y baja, tenemos que lograr cambios sea como sea.

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  2. Está muy duro, sobretodo la pregunta final que vislumbra una especie de esclavitud... ¿cómo tejer la red social desde una transgresión constructora de bienestar auténtico para todos y todas?

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