Manuel García Estrada
/Para Homópolis/
La decisión de obedecer los dogmas hipócritas de la iglesia católica, del machismo que inculcan en tu casa o de las mentiras provenientes de lenguas llenas de ignorancia de muchos maestros en las escuelas es tuya.
Tú eres la única persona capaz de ser libre. No es fácil y se debe a que no todos tienen la capacidad de ejercer la libertad porque han decidido permanecer en la mediocridad, en el conformismo, en el agachismo y claro es algo sumamente normal en un país en donde el miedo al aislamiento es enorme ya que la falta de cariño y respeto se nota.
Todo lo emocional que sirve a alguien para victimizarse es estúpido ya que se puede trascender a las deformaciones emocionales mexicanas, se puede confrontar a las iglesias cristianas, católica incluida, al islam, a lo que sea pero para poder estar por encima de todo ello hay que sortear una ruta hacia la seguridad, la capacidad, la determinación y el auto respeto.
La decisión viene del autoconocimiento, pero no sólo de ese del que hablan los terapeutas sino el de reconocer realmente de dónde vienes, cómo creciste, entre quienes, cómo. Cuando una persona es capaz de aceptar su pasado, su realidad vivida, será también capaz de aceptar y asumir la presente y con ello estará reconociendo que las experiencias, todas, le han dado conocimiento.
Cuando la identidad personal, formada por la social, cultural religiosa y propia está clara podemos transformarla o reconstruirla, por eso se dice que podemos cambiar el pasado al aceptarlo y modificar nuestra actualidad para ser distintos mañana.
La gente que tiene una claridad en su identidad tendrá claros los objetivos de su vida, sabrá bien qué es bueno o malo para él. Decidirá rápidamente y sin pensarlo si se fuma un churro de mota o no, si se emborracha a full y se desvanece en un antro o no. Es evidente que los que carecen de identidad no saben ni qué pensar. Eso es típico de los adolescentes que aún están en el proceso de construcción de identidad pero ya pasaditos los 20 años quien padece todo eso sencillamente es inmaduro, conformista o tonto porque se niega a crecer.
La gente que tiene más reflexión genera más acción y ello en su vida es una genuina revolución ya que al pensar en su pasado sin condenarse sino solo aceptándose es capaz de pararse enfrente de quien sea y no agacharse, no quitarse el sombrero porque se sabe igual a los demás.
Los que se niegan a madurar se menosprecian y son manipulables, los apantallan muy fácilmente y acaban siendo borreguitos del rebaño católico, partidista, machista. Ya sabes, son los gay que se niegan a sí mismo porque se venden falsas ideas como los activos ortodoxos que si son penetrados entonces si serán putos (sic) y es porque están llenos de miedos.
El miedo se genera en la ignorancia tanto de nosotros mismos como de todo lo demás. El que lee, por ejemplo, sabe que la Biblia es una compilación de cuentos, es decir, son mitos, cuentos para mentes infantiles. Cuando sabes eso ¿a poco vendrá un imbécil como el cardenal Norberto Rivera a amenazarte con el infierno? Claro que no, lo mandarás justamente a ese lugar.
La gente construye su seguridad con autoconocimiento, lectura, así que si quieres convertirte en un homosexual seguro de sí mismo, capaz de tomar buenas decisiones –y rápidas- lo mejor que puedes hacer es apagar el televisor porque la mayor parte de lo que transmite es telebasura, dejar de creerle a la religión y dudar de esos supuestos valores mexicanos que son muy machistas y segregadores.
Querer es poder, de ti depende si quieres ser parte de la manada de borregos, gay o bugas, o ser realmente libre. Siempre será TÚ decisión.
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