sábado, 22 de octubre de 2011

¿Estás despierto?


Manuel García Estrada /Milenio/ 18oct2011

El presente artículo lo escribí realizando analogías entre lo que pasa a nivel local en el estado de México y su capital con lo que pasa en el mundo entero.
Hay mucho más que decir y comparar o asociar pero no es este un ensayo sino un simple artículo de fondo.   Manuel. 

¿Lo que pasa en el resto del mundo tiene algo que ver con el estado de México, con Toluca su capital o con los millones de habitantes de esta entidad que viven cada día como uno más?

Llegué a vivir a Toluca en 1981 y desde entonces sólo puedo ver que el desarrollo que se ha dado se debe a muchas tiendas, restoranes y centros comerciales que han acabado con sembradíos y también se ha debido a la instalación de industrias que han contaminado las aguas de los ríos y el cielo. No veo más equidad ni mejor desarrollo social sólo un avance del capital y del consumismo.

Toluca es una de las pocas ciudades que puede sentirse orgullosa de su infraestructura cultural a la que casi nadie acude, se prefiere ir al centro comercial que al museo y supuestamente es una de las ciudades con mejor educación del país. Si eso fuera cierto veríamos a miles de personas en el museo Felipe S. Gutiérrez o en el José María Velasco, pero no es así. Se ha preferido que la gente se crea desarrollado pudiendo comprar cosas que no necesita endeudándose con dinero que no existe y que sólo provoca deudas.

La especulación de la tierra es impresionante, muchos políticos se pusieron de acuerdo con empresarios para comprar ex ejidos a precio muy barato para después “sorpresivamente” venderlos para hacer tiendas, fraccionamientos, centros comerciales o universidades privadas mientras echaban al gobierno local en turno el problema vial, hidráulico, contaminante o de energía eléctrica para llevarla a los nuevos espacios de desarrollo inmobiliario; al final los que están en los poderes locales son amigos también de muchos de esos sujetos que “desarrollan” la ciudad.

Hoy no existe un sistema de transporte digno para la gente del valle de Toluca, no hay espacios de esparcimiento verdaderamente sanos para los niños porque ¿a poco creen que las canchas en medio de torres eléctricas y autos como en la avenida “Torres-Solidaridad” es sano? Yo no, es de lo más insano que puede haber pero la hipocresía política y el agachismo de muchos permite estas aberraciones.

Los desarrollos habitacionales para clases pobres o “populares” son el abuso porque mientras en ellos meten a familias enteras en espacios sumamente reducidos entre calles sin árboles, con problemas de agua, transporte y educación en los fraccionamientos de los ricos se permite que a usanza feudal se levanten muros enormes para que a modo de fortaleza se desarrollen sanamente niños y niñas alejados de su contexto. Segregación y exclusión, eso no es democracia.

Hay señores del capital mexiquense que se mantienen muy cerca del poder para seguir haciendo negocios mientras deforestan a la entidad, mientras empobrecen a las mayorías que supuestamente al votar encontrarán salida a sus problemas pero en realidad sólo legitiman el despotismo de unos que se creen propietarios del estado de México, exactamente como 170 corporaciones mundiales se creen dueñas del planeta.  No cabe duda que lo que se vive en una ciudad como Toluca es el reflejo de lo que padecemos a nivel internacional y todo eso debe terminar.

La falsedad con la que se ha venido viviendo en el estado de México debe terminar para beneficio de los niños y jóvenes que merecen una entidad con poblaciones educadas y democráticas en donde sin importar quien seas puedas tener un genuino desarrollo, un bien -estar.

El despertar está en su arranque pero estoy convencido de que en los corazones de millones de jóvenes mexiquenses habita el ansia de libertad, los he escuchado en Toluca quejarse de la opresión y conservadurismo. Todo se reduce a una simple decisión: estar en manos de otros o ser libres.

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