viernes, 21 de octubre de 2011

Slavoj Žižek en el parque Zuccotti, Nueva York.


Traducción al español del discurso del filósofo esloveno Slavoj Žižek en el parque Zuccotti, Nueva York.

Están diciendo que todos nosotros somos perdedores, pero los verdaderos perdedores están allí en Wall Street. Ellos fueron rescatados con miles de millones de nuestro dinero. Nos llaman socialistas, pero aquí siempre hay socialismo para los ricos. Dicen que no respetamos la propiedad privada, pero en la crisis financiera del 2008, más propiedad privada, obtenida con gran  esfuerzo, fue destruida que la propiedad que todos los que estamos aquí podríamos destruir durante semanas, de día y noche. Te dicen que somos unos soñadores. Los verdaderos soñadores son los que piensan que las cosas pueden seguir indefinidamente como están.

No somos soñadores. Somos el despertar de un sueño que se está convirtiendo en una pesadilla. No estamos destruyendo nada. Sólo estamos presenciando cómo el sistema se destruye a sí mismo. Todos conocemos la clásica escena en las caricaturas: El gato llega a un precipicio pero sigue caminando, ignorando el hecho de que no hay nada debajo de sus pies. Sólo cuando mira hacia abajo y se da cuenta, se cae. Esto es lo que estamos haciendo aquí. Le estamos diciendo a los chicos en Wall Street: “Hey, miren hacia abajo!”


A mediados de abril del 2011, el gobierno chino prohibió en la televisión, en las películas y novelas, todas las historias que contienen realidades alternativas o viajes en el tiempo. Esta es una buena señal para China. Estas personas siguen soñando con alternativas, así que se les prohíbe esos sueños. Aquí, no necesitamos una prohibición debido a que el sistema en gobierno incluso ha reprimido nuestra capacidad de soñar. Miren las películas que vemos todo el tiempo. Es fácil imaginar el fin del mundo. Un asteroide destruye toda la vida y así sucesivamente. Pero no  nos podemos imaginar el fin del capitalismo.

Entonces, ¿qué estamos haciendo aquí? Déjenme contarles un maravilloso y viejo chiste de la época comunista. Un hombre fue enviado de la Alemania del Este para trabajar en Siberia. Sabía que su correo sería leído por censuradores, así que le dijo a sus amigos: “Vamos a establecer un código. Si la carta que reciben de mí está escrita en tinta azul, es cierto lo que digo. Si está escrito en tinta roja, es falso”. Después de un mes, sus amigos reciben la primera carta. Todo estaba escrito de color azul, y la carta decía: “Todo es maravilloso aquí. Las tiendas están llenas de buena comida. Los cines proyectan buenas películas occidentales. Los apartamentos son grandes y lujosos. Lo único que no puedo comprar es la tinta de color rojo”.


Así es como vivimos, tenemos todas las libertades que queremos. Pero lo que nos falta es tinta roja: el lenguaje para expresar nuestra falta de libertad. La forma en que se nos enseña a hablar sobre la libertad, como la guerra contra el terrorismo y otros temas, ha falsificado la libertad. Y esto es lo que estamos haciendo aquí. Nos estamos dando a todos nosotros tinta roja.


Hay un peligro: No se enamoren de sí  mismos. La pasamos bien aquí. Pero recuerden que los carnavales son baratos. Lo que importa es el día después, cuando tengamos que volver a nuestras vidas normales. ¿Habrá cambios entonces? No quiero que recuerden estos días, ya saben, como: “Oh, éramos jóvenes y era hermoso”. Recuerden que nuestro mensaje básico es “Se nos permite pensar en otras alternativas”. Si esta regla se rompe, no vivimos en el mejor mundo posible. Pero hay un largo camino por delante, hay preguntas verdaderamente difíciles a las que nos enfrentamos. Sabemos lo que no queremos. Pero, ¿qué queremos? ¿Qué organización social puede reemplazar al capitalismo? ¿Qué tipo de nuevos líderes son los que queremos?

Recuerden, el problema no es la corrupción o la codicia. El problema es el sistema, te obliga a ser corrupto. Tengan cuidado no sólo de los  enemigos, sino también de los falsos amigos que ya están trabajando para diluir este proceso. De la misma manera que tenemos el café sin cafeína, cerveza sin alcohol, helados sin azúcar, van a tratar de convertir esto en una inofensiva protesta moral. Un proceso descafeinado. Pero la razón por la que estamos aquí es que ya estamos cansados de un mundo en donde, reciclar las latas de Coca-Cola, dar un par de dólares para la caridad, o comprar un cappuccino en Starbucks donde el1% se destina a los niños hambrientos del tercer mundo, es suficiente para hacernos sentir bien. Después de externalizar el trabajo y la tortura, después que ahora agencias matrimoniales subcontratan nuestra vida amorosa, nos damos cuenta que por mucho tiempo permitimos que nuestro compromiso político también fuese externalizado. Lo queremos de vuelta.


No somos comunistas, si por Comunismo nos referimos al sistema que se derrumbó en 1990. Recuerden que hoy día esos “Comunistas” son los más eficientes y despiadados capitalistas. En la China de hoy, tenemos Capitalismo, que es aún más dinámico que el capitalismo estadounidense, pero no necesita de la democracia. Esto significa que cuando ustedes critiquen el Capitalismo, no permitan ser chantajeados con que están en contra de la democracia. El matrimonio entre la democracia y el Capitalismo se ha terminado. El cambio es posible.


¿Qué es lo que percibimos hoy en día como posible? Sólo hay que revisar los medios de comunicación. Por un lado, en la tecnología y la sexualidad, todo parece ser posible. Se puede viajar a la luna, se puede llegar a ser inmortal con la biogenética, se puede tener relaciones sexuales con animales o lo que sea,  pero miren el campo de la sociedad y la economía, ahí, casi todo se considera imposible. Quieres aumentar un poco los impuestos a los ricos, te dirán que es
imposible, que perdemos competitividad. Quieres más dinero para el cuidado de la salud, te dicen, “Imposible, eso significa un estado totalitario”. Algo está mal en un mundo donde te prometen ser inmortal, pero no pueden gastar un poco más en la salud. Tal vez debamos establecer un orden a nuestras prioridades. No queremos un alto nivel de vida, queremos un mejor nivel de vida. El único sentido que tiene que nos llamen comunistas, es que nos preocupamos por los bienes comunes. Los bienes comunes de la naturaleza, los bienes comunes de la privatización de la propiedad intelectual, los bienes comunes de la biogenética. Por estos, y solo por estos, debemos luchar.

El comunismo fracasó totalmente, pero los problemas de los bienes comunes siguen aquí. Les están diciendo que no son estadounidenses por estar aquí. Pero los conservadores fundamentalistas que dicen que son verdaderos estadounidenses se les debe recordar algo: ¿Qué es el cristianismo? Es el Espíritu Santo. ¿Qué es el espíritu santo? Es una comunidad igualitaria de los creyentes que están unidos por el amor de unos a otros, y que tienen sólo su propia libertad y responsabilidad para construirla. En ese sentido, el Espíritu Santo está aquí ahora. Y allá en Wall Street, están los paganos que adoran ídolos blasfemos. Así que todo lo que necesitamos es paciencia. Lo único que temo es que algún día nos devolvamos a nuestros hogares y luego nos reunamos una vez al año, bebamos cerveza, y recordemos nostálgicos “¡Lo bien que la pasamos aquí” Prométanse a ustedes mismos que eso no será el caso. Sabemos que
la gente suele desear algo, pero que realmente no lo quiere. No tengan miedo de querer realmente lo que desean. Muchas gracias.

Pueden ver la transcripción original en Inlglés y el viedo en este sitio: http://www.imposemagazine.com/bytes/slavoj-zizek-at-occupy-wall-street-transcript

1 comentario:

  1. ¡Hola! Saludos cordiales desde Valparaíso, Chile. También tengo un blog: http://cavilacionesyotrasyerbas.blogspot.com
    Twitter: enrique2009
    Facebook: tartaro56@hotmail.com
    Recientemente publiqué en Chile mi libro "Chile entre el desconcierto y el año yeta"
    Un abrazo!
    Enrique Fernández Moreno
    Comunicador social y escritor

    ResponderEliminar