(Milenio le llamó: "del dicho al hecho", se equivocaron ya que ese fue el título del de la semana pasada)
@ManuelGarciaES en Twitter
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El engaño, la simulación, son la manera de vivir de millones de personas en un mundo que impone a la mediocridad como status quo para favorecer a los que desean enriquecerse a costa de lo que sea. El reino de la medianía se aprende impuesto por padres, sacerdotes, maestros, gobierno.
Desde que nace un ser humano se le enseña a vivir entre mentiras, jamás se le permite pensar desde pequeño porque se le impone la creencia de que dios existe, de que hay valores buenos o malos sin tener derecho a cuestionarlos, se le dice que tiene que amar a su país que no es más que una idea que favorece a los poderosos dueños de esa geografía y que a través de una cultura sistematizada en el aula busca ser eterna.
Las ideologías no escapan de la parafernalia de la mentira ya que sean derecha o izquierda buscan mantener el sistema financiero de escasez y dominación de un puñado sobre el resto, no existe un compartir sino un definir, delimitar, reglamentar la manera en que usa a otro ser humano pactando con iglesias, monopolios, con lo que sea para alcanzar el poder. Y a eso le llaman crear un sistema “humano”.
¿Por qué la izquierda o la derecha pelean por la dominación? Porque ambas ideologías explotan la economía de la gente, los que están en la cúpula de esos grupos se enriquecen escandalosamente e inmoralmente dando pasto al borrego que cree que por estar con dios, inexistente, o con la idea de igualdad, que nunca llega, se es mejor que el otro.
La izquierda carga con el lastre de las matanzas de Mao o Stalin así como la derecha con la de la Inquisición o la ocupación afgana. Ambas son degradantes y sucias, manipuladoras y oscuras y manejan a la gente con falsos valores que mantienen a las masas en una pelea que los enfrenta a veces hasta la muerte.
Un país como México no merece ni una derecha ni una izquierda genocidas porque lo que vivimos actualmente es la acción de un bando con la complicidad del contrario que cuando deben defender su partidocracia cierran filas y pactan entre ellos.
Mientras los líderes del PRD, PT, PAN, PRI, etc; gastan millones de pesos a través del uso discrecional de los institutos de los que son dueños y a través de las Cámaras y gobiernos federal o estatales envían mensajes a sus seguidores de que ellos sí hacen algo por el país y la bola de dormidos acuden al festín de la confrontación y la polarización por los problemas serios de autoestima, inseguridad y miedo a perder los miserables y patéticos valores que han mamado en casa, templos o escuelas y que se exaltan a través de expresiones cortas sin mucho bagaje y sustento reflexivo.
Se entiende que en un país de 102 mil asesinados la desesperación genera expresiones de coraje, odio, dolor, violencia. Es obvio pero lo que no se vale es que los que tienen algo más que emociones en su existencia no convoquen al resto a la cordura y desenmascaren a los partidos, políticos e ideologías. Entiendo que jugar a la Matrix te puede hacer denominarte de izquierda o derecha pero si realmente estás despierto sabes que eso es un juego estúpido donde los que están arriba nomás te juegan como pieza de ajedrez.
Las elecciones mexiquenses, las del 2012, no pueden ser de nuevo un encontronazo de resentidos y radicales de derechas e izquierdas bajo la cerrazón de la redención de un país.
Sí, hay que cambiar el rumbo, hay que desaparecer al régimen, pero no con berrinches, sombrerazos o guerras sucias, nuestras mentes deben estar por encima del circo que montarán Eruviel- Peña, Ebrard -Encinas- Obrador. No podemos repetir en el siglo XXI la desgracia ruin de la farsa democrática del siglo XX.
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