domingo, 10 de abril de 2011

Un despertar en tres semanas. (Los posmodernos/Milenio)


Manuel García Estrada

En estas semanas diferentes lectores me han hecho llegar diversos comentarios sobre lo publicado respecto de “los niños bajo ataque”. Algunos cuestionan sobre “Paulette” llegando a la conclusión que ha sido manejado el caso de manera mediática muy al estilo “chupacabras” porque con esa muerte se pudo ocultar más o menos a los niños asesinados por el ejército en Tamaulipas, los datos que arrojan que los estudiantes del Tec fueron torturados, la derrota del gobierno federal en Juárez, el insistente llamado de los padres de los niños de la guardería ABC; otros han sido muy insistentes en que gracias a la ineficiencia del procurador mexiquense el cuestionamiento sobre la candidatura de Peña Nieto es más duro ya que es una tragedia la de pensar que alguien que quiere ser candidato a la presidencia tiene en su equipo de búsqueda y promoción de la justicia a un inútil, ello habla de la cabeza líder del gobierno.

Estas tres semanas se ha dado un gran despertar en miles de personas en México y ello se debe a que finalmente los medios tradicionales de información fueron rebasados por internet, es el segundo incidente en el año ya que a Esteban Arce se le debe la primera embestida ciberciudadana.

Por todas partes efectivamente hay un hartazgo tan brutal que se le perdió miedo al secretario de la defensa nacional, al clero -con la consecuencia de que la religión se debilitó profundamente, hecho que vimos todos en “semana santa”, se dio la espalda a la televisión abierta y se empoderó el canal informativo de Milenio y diferentes estaciones de radio.

Hay un sentimiento entre millones de mexicanos de que se ha llegado ahora si al final del régimen que desde hace 80 años gobierna al país. Se están peleando ya todos contra todos, los ataques al consulado americano en Tamaulipas indica que ya existe un irrespeto al gobierno gringo, fue un acto temerario que a todos nos pone en problemas pero se dio y es un desafío.

Hace cien años el país estaba como ahora: revuelto, desesperanzado, con coraje, hartazgo, ira. Pero lo que nos queda claro es que no somos los mismos mexicanos de aquel entonces. Hoy en día hay mucho más inteligencia y capacidad para resolver conflictos pero no en el gobierno que como vemos está rancio y pasado de moda en todos los niveles. Las autoridades ya no sirven de nada debido a que no aceptan el principio de realidad: los mexicanos estamos más despiertos, más fortalecidos y somos mucho más astutos para poder ver el abuso y la injusticia. La prensa ha hecho lo suyo a favor de lo que ocurre y para bien ya que nunca antes tuvimos la posibilidad de tener al alcance de nuestras manos y mentes toda la información del gobierno -dentro y fuera de él-.

Sobre los comentarios que me llegaron de “los niños bajo ataque” y la religión he decidido publicar a unos pequeños niños cordobeses que hace tiempo dijeron ésto:
Mauricio: a los 4 años: ¿entonces Adán y Eva eran cavernícolas?; de 6 años: ¿eso que dice la Biblia es de cuando dios era malo?; a los 8 años: ¿por qué si dios nos quiere buenos nos hizo malos?. Gerardo: a los 4 años: ¿dónde estabas antes de nacer? Respuesta de la madre: con dios, y Gerardo dijo: ¿cuándo me muera me iré con él? ¿entonces para qué nací? A los 6 años dijo: me da mucho miedo la eternidad, ¡creo que ha de ser muy aburrida! Y a los 7 aseveró: sigo sin entender ¿para qué nos hizo dios?

Así pues me parece que para lo que pasa en el país el asunto es muy simple... Creo que sería bueno hacerle más caso al sentido común y cuestionamiento de los niños que a los discursos vacíos de muchos adultos incrustados en el poder.
Estas dos últimas líneas las divulgo por petición de gente de Baja California: el ejido de Cucapá está sin ninguna atención del gobierno y el único camino que tienen quedó destruído por el terremoto. Urge ayuda para ellos.

@ManuelGarciaES en Twitter

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