¿Mundo libre?

Manuel García Estrada                                                                 

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Re conecto con la luz porque de ella vengo aunque a veces lo olvido.

El mundo actual ha creado todo para que nos volvamos máquinas que supuestamente interactúan con el universo cuando en realidad quieren que todos nos perdamos de todo.

Se ha hecho creer que la tecnología es lo que nos hace ser humanos y que el sexo es un acto sin significado y sentido como si fuéramos animales que sólo deben hacer lo que les gusta por el gusto mismo.

Hoy cuando más tecnología hay y más dinero se mueve y más fácil es encontrar el placer el humano se siente más solo. Lo está.

No hay más que volver al origen, a la esencia. No hay más que recordar que no existe la autoridad sin que tengamos límites y que al ponernos límites nos hacemos libres.

El hedonismo echa todo a perder, el placer no es malo, el placer por el placer es patético. Vacía las almas, vacía los cuerpos, vacía al hombre de sí.

Recorro mil caminos preguntando si hoy es más feliz la gente y me encuentro que son más felices los que se toman de creencias humanas basadas en la ética y el respeto, son más felices los que saben aún que ante el placer está el deber y ante el desorden está lo más sano que tener horarios para tocar un piano, pasear con un niño o ir al gimnasio.

Pregunto en los bares, en los gimnasios y en las cantinas si entre los que aparentan ser felices hay felicidad verdadera y me topo que sólo en los que están en sí la sonrisa les es genuina y honesta. El que se evade con alcohol, endorfina o anfetamina es el más triste de los hombres y las más de las veces ni siquiera lo reconocen.

Camino por casas y edificios y pregunto a los que comparten pareja con el pueblo y los que se comparten a sí mismos con la plebe si es así como se es feliz y después de cinco minutos de cuestionamiento se develan ante mí infelices que no saben cómo limitarse o limitar sus relaciones porque puede más el miedo de estar solos que el valor de buscar la felicidad por sí mismos, solos.

Los permisivos son los padres del hedonismo y esos mismos son los que se encargan de hacer difusión de ideas absurdas y aplaudirlas. Son los medios los que más buscan aislar a las personas para poderles controlar y servir a los corporativos que desean gente que se busque la felicidad en los cheques para que se dediquen a consumir.

Mundo confundido el de hoy por la ignorancia, porque no se cuestiona, porque no se reflexiona y por ello no se ama. El enamoramiento es el reino de los ignorantes que en lugar de ser maestros de sus emociones permiten que sean las emociones sus maestros de la mente llevándoles a la reprobación del corazón.

La vida en general de hoy y de las masas es la vida del pasado de esclavos o los siervos con el mito de que somos libres. Hoy es cuando más esclavos somos y nos regocijamos por serlo. Manipulados están los más y ellos mismos aman a sus amos y les aclaman, hoy son capaces las bestias masificadas de llevar al poder a un tirano para ser explotados con más fuerza que nunca mientras la televisión les dice que eso es lo correcto. Pobres masas, pobres masas de pobres, pobres masas con dinero, pobres ignorantes hechos una sola masa.

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